Habitabilidad: Importancia de adaptación de parámetros psicosociales en el proceso de diseño arquitectónico

Post date: enero 23, 2021 | Category: Vigésima Edicion Agosto 2020

RESUMEN

Este artículo presenta una revisión conceptual de la habitabilidad desde el punto de vista psicosocial. Se presentan definiciones de habitabilidad de algunos autores y se elige una para desarrollar el tema. Se revisan los parámetros psicosociales de Mehrabian y Russell y de qué manera pueden ayudar a medir aspectos relacionados con el ambiente y la habitabilidad en la arquitectura, además de mostrar un ejemplo de cómo han sido utilizados en el diseño arquitectónico.

La finalidad de este artículo es resaltar la importancia de conceptualizar la habitabilidad como un todo, que debe tomar en cuenta no sólo los aspectos cualitativos (físico-espaciales) de los espacios habitables, sino también los aspectos cuantitativos de estos (sociales, cognitivos), además de demostrar que existen parámetros que pueden ser adaptados para ayudarnos en el proceso de diseño.

 

Palabras clave: Habitabilidad, Parámetros, Psicosocial, Mehrabian y Russell

 

HABITABILITY: IMPORTANCE OF ADAPTING PSYCHOSOCIAL PARAMETERS IN THE ARCHITECTURAL DESIGN PROCESS.

 

ABSTRACT

This paper presents a conceptual review about habitability from the psychosocial point of view. Definitions of habitability from some authors are presented and one of the is chosen to develop the subject. Mehrabian & Russell’s psychosocial parameters are reviewed and how they can help to measure aspects related with environment and habitability in architecture, as well as showing an example of how they have been used in architectural design.

The purpose of this article is to highlight the importance of conceptualizing habitability as a whole, which must take into account not only the qualitative (physical-spatial) aspects of habitable spaces, but also the quantitative aspects of these (social, cognitive), In addition to demonstrating that there are parameters that can be adapted to help us in the design process.

 

Keywords: Habitability, Parameters, Psychosocial, Mehrabian & Russell.

 

1. INTRODUCCIÓN

“En el último tiempo, la idea de habitabilidad (habitability, bewohnbarkeit) ha ganado importancia como una concepción amplia para caracterizar los estándares de calidad de vida, especialmente en materia de vivienda”. (D’Alençon, et al, 2008, p. 271)

La vivienda es una parte importante en la vida diaria de los individuos, pues es el espacio donde estos realizan la mayoría de sus actividades básicas diarias. Esta, es el espacio donde se come, donde se duerme, el espacio el cual sirve de cobijo, el que sirve para guardar las pertenencias, el espacio donde se socializa, pero lo más importante, es el lugar a donde se regresa al finalizar el día.

La vivienda puede ser visualizada desde la perspectiva de la teoría de sistemas como una estructura de lugares y objetos diseñados, interconectados entre si, que crea condiciones para que se emitan los comportamientos individuales y se coordinen estos grupalmente; es decir, se crean los escenarios conductuales que permiten la vida familiar. (Mercado, 1992, p.5)

La vivienda tiene un significado psicológico profundo más allá del simple hecho de dar cobijo o de ser el lugar donde se desempeñan las conductas domésticas.

A través de esta se satisfacen no solamente las necesidades físicas-espaciales del hombre, sino también sus necesidades psico-sociales, pues la vivienda no es solo un ambiente físico, también es un ambiente social, cognitivo y afectivo. Las personas eligen su vivienda con ciertas características y decoran a su gusto para poder conseguir una adaptación satisfactoria al espacio el cual van a habitar.

La vivienda y el habitar son términos tan complejos de definir, que, para lograr comprenderlos y conseguir un buen diseño de esta, se requieren analizar un gran número de variables que van más allá de la forma y la función del espacio habitable.

Es por eso que surge la necesidad de concebir el diseño como un proceso que implica un cierto nivel de conciencia para crear herramientas que permitan la comprensión/medición de condiciones subjetivas, en beneficio tanto del diseñador como del habitante.

Existen parámetros psicosociales que pueden servir de ayuda al diseñador para la comprensión de los procesos psicológicos implicados en la reacción del hombre ante su vivienda.

Unos de estos parámetros, son los definidos por Mehrabian y Russell (1974), los parámetros de placer, activación y dominancia (PAD), que han ayudado a lograr comprender la interacción del hombre con los espacios que habita.

Es por eso que para este artículo se pretende analizar y comprender qué es habitar, qué, y cuáles son los parámetros psicosociales de Mehrabian y Russell, cómo han sido integrados en la arquitectura y de qué manera estos pueden ayudar para la mejora en el proceso de diseño del proyecto arquitectónico.

Este artículo pretende resaltar la importancia de conceptualizar la habitabilidad como un todo, que debe tomar en cuenta no sólo la normatividad cuantitativa de los espacios habitables (parámetros físico-espaciales), sino también los aspectos psicosociales de los individuos que habitan los espacios.

 

2. DESARROLLO

HABITABILIDAD

¿Qué es habitar?

Si miramos a través de la historia del ser humano, desde su origen, la búsqueda del bienestar comienza con la supervivencia y protección de agentes externos; y solamente después de cubrir lo físicamente necesario, comienza la cultura del habitar, que es lo propiamente humano. (de Hoyos Martínez, Macías Ángeles, & Jiménez Jiménez, 2015, p. 65)

El término habitar deriva del latín habitare que significa “ocupar un lugar” o “vivir en él”. Habitar un espacio es un acto que va más allá de ocuparlo, o de llenarlo con muebles u objetos; habitar un espacio es un acto que se produce a través del tiempo, es el acto de poseerlo, en donde el habitante puede ser y estar en el mundo, y ahí producir su vida.

La arquitectura es el espacio habitable por excelencia. (…) Su finalidad va más allá, consiste en la satisfacción de las necesidades espaciales del hombre habitador. En otras palabras, lo “habitable” es el concepto rector de todo proceso de diseño arquitectónico. El habitar es una característica fundamental del ser humano. El hombre, al ser el habitador de los espacios creados por la arquitectura se convierte en el centro, el por qué y para qué del hacer arquitectónico. (Arzoz, 2014)

La arquitectura es responsable de la construcción del mundo habitable para la humanidad, pues esta es la encargada de diseñar los espacios habitables del ser humano. El acto de diseñar debe de ir más allá de proyectar espacios en función a las necesidades básicas del usuario, pues como menciona (Arzoz, 2014) “El hombre por naturaleza siempre busca mejorar su forma de vivir, y es en la vivienda –donde el hombre pasa gran parte de su tiempo- en donde la habitabilidad se hace más evidente”, es por eso que se deben considerar no solamente las características físicas-espaciales del espacio habitable, sino también las emociones, deseos o motivaciones de quienes lo habitan.

El diseño tiene una capacidad única para dignificar, es por eso que la dignidad y el diseño están estrechamente relacionados. La calidad del espacio arquitectónico, la apariencia y las condiciones dentro de la vivienda es lo que probablemente más valora el común denominador de los usuarios a la hora de habitar un espacio.

 

DEFINICIONES

El estudio de la habitabilidad es un concepto que surgió del interés por mejorar la vivienda ya que al aumentar la población, su déficit genera la exigencia de la construcción masiva de la misma, orientándose especialmente a la de interés social. El hecho de que la calidad de la vivienda afecta la calidad de vida hace que este aspecto sea de suma trascendencia. Monsalvo y Vital (1998); Ávalos (2003) citados en (Landázuri & Mercado, 2004, p. 90)

La habitabilidad es un tema que ha sido estudiado por mucho tiempo. Existen distintos trabajos de investigación realizados en los cuales abordan y estudian el tema de habitabilidad desde distintas perspectivas.

Para (Arzoz, 2014), “La habitabilidad es una cualidad del espacio que se fundamenta en múltiples aspectos más allá de los elementos arquitectónicos. Un lugar puede ser habitable o vivible si tiene características afectivas no necesariamente físico espaciales.”

Otra definición es la de (Landázuri & Mercado, 2004, p. 90), que se refieren a la habitabilidad como: “(…) la relación de los seres humanos con la vivienda, escenario de interacción más antiguo e importante, tanto en lo individual como colectivo y dado que es la unidad social fundamental en los asentamientos humanos que se relaciona estrechamente con la vida familiar.”

Por su parte, (Flores Gutiérrez y López Domínguez, s.f., p. 17) definen la habitabilidad como “la capacidad que brindan los espacios a las personas de llevar a cabo sus actividades, tanto físicas como psicológicas, con el fin de resolver sus necesidades humanas complejas” y es esta definición la que se tomará para el presente artículo.

(Flores Gutiérrez, 2016, p. 9, 10), en su tesis Fenómeno arquitectónico, proceso de diseño y complejidad humana: propuesta de re-conceptualización, hace una crítica al actual proceso de diseño enseñado en las aulas y utilizado por los arquitectos, pues dice que existe “[…] una verdadera falta de conocimientos para poder afrontar los proyectos desde una nueva búsqueda, llena de ganas por entender al ser humano, al usuario del espacio que se está por crear […]” y habla de crear una nueva propuesta para el proceso de diseño, en la cual se “recupera al usuario como origen y fin de la arquitectura” afirmando:

[…] que la obra de arquitectura forma parte de un fenómeno, es decir, es parte de un sistema que comprende tanto al usuario como al espacio arquitectónico y sus relaciones de percepción, interpretación e influencia que existen entre ambos y que conforman juntas un sistema ambiental complejo. (Flores Gutiérrez, 2016, p. 10)

El acto de diseñar espacios habitables se ha vuelto un desafío, puesto que es más que sólo concebir una idea con un método o normatividad, basándose en términos de funcionalidad y estética, para obtener un resultado el cual es expresado a través de planos, croquis e imágenes.

Los arquitectos se enfocan casi exclusivamente en la estética de los edificios, antes que en el impacto social o su contribución.

Muchas veces se diseña sin tener en cuenta las emociones, las personalidades o incluso la cultura de origen de los individuos que habitarán los espacios y es ahí donde radica el problema, en la exclusión del ser humano en los procesos de diseño.

“Se valoran cada vez más los resultados tangibles y formales y se excluye por completo la importancia del proceso que le precede.” (Flores Gutiérrez, 2016, p. 14)

Es por eso que surge la necesidad de concebir el diseño como un proceso que implica un cierto nivel de conciencia para crear herramientas que permitan la comprensión/medición de condiciones subjetivas, en beneficio tanto del diseñador como del habitante.

Se debe resaltar la importancia de conceptualizar la habitabilidad como un todo, que debe tomar en cuenta no sólo la normatividad cuantitativa de los espacios habitables (parámetros físico-espaciales), sino también los aspectos psicosociales de los individuos que habitan los espacios. De esta manera, se podrán establecer parámetros psicosociales que garanticen la vida humana en condiciones de dignidad en un espacio habitable (vivienda) (Espinoza & Gómez-Azpeitia, 2010).

 

PARÁMETROS PSICOSOCIALES: PLACER, ACTIVACIÓN Y DOMINANCIA. MEHRABIAN Y RUSSELL (1974)

La Psicología Ambiental ha estado relacionada a dos principales tópicos: el impacto emocional de los estímulos físicos y el efecto de estos estímulos sobre una variedad de conductas, tales como el rendimiento laboral y la interacción social. (Mercado, 1992, p. 24)

Para lograr comprender la interacción del hombre con los ambientes es esencial poder identificar las respuestas que son el resultado inmediato de la estimulación y que ocurren en diferentes grados en los ambientes.

Existen parámetros psicosociales que ayudan a medir aspectos relacionados con el ambiente y la habitabilidad, y la reacción emocional de los sujetos ante los ambientes diseñados. Unos de estos son las escalas que miden las dimensiones bipolares de Placer, Activación y Dominancia (PAD), elaboradas por Mehrabian y Russell en 1974.

Estos autores realizaron su estudio de la respuesta emocional de los sujetos ante diferentes ambientes usando la mencionada técnica del Diferencial Semántico, desarrollando una escala psicológica denominada “Escala de Estado Emocional” que mide las reacciones emocionales de los sujetos ante los ambientes, constituida por tres subescalas: Evaluación, Activación y Control. […] Ellos las aplicaron a una serie de ambientes simulados, y encontraron confirmación a una serie de hipótesis que se plantearon acerca de la relación entre el diseño y la reacción emocional. (Mercado, 1992, p. 8)

Merhabian y Russell (1974) supusieron que los tres factores encontrados por Osgood eran las dimensiones básicas que explican la reacción emocional al diseño en general, y particularmente al arquitectónico. Proponiendo análogamente tres dimensiones básicas que explican la reacción emocional atribuida al ambiente físico molar y las sugirieron como Placer, Activación y Control. (Mercado, 1992, p. 24)

Mehrabian y Russell concibieron el placer como un sentimiento que corre a lo largo de un rango continuo desde la infelicidad hasta la felicidad extrema, el cual evaluaron con pares de palabras como “satisfecho-insatisfecho” o “feliz-infeliz”.

Estos definieron la activación como una actividad mental que puede ser descrita a lo largo de un solo rango de dimensión desde somnoliento a excitado y lo relacionaron con adjetivos como “estimulado-relajado” y “excitado-calmado”.

A la dominancia la describieron como estar relacionada con sentimientos de control a lo largo de un rango continuo desde la dominancia a la sumisión, con adjetivos como “influenciable-influyente” y “seguro de sí-atemorizado”, entre otros.

Las escalas de PAD (Placer, Activación y Dominancia), a su vez están compuestas por 6 pares de adjetivos bipolares en cada una de las escalas, es decir, pares de adjetivos en polos extremos, positivos y negativos; para un total de dieciocho pares al final. (Tabla 1)

 

Tabla 1. (Gurbindo & Ortega, 1989).

 

“Estas dimensiones corresponden a variables que han sido identificadas y ampliamente validadas como aspectos fundamentales en la operación de la conducta y a lo largo de la historia han sido centrales para la explicación de la conducta.” (Mercado, 1992, p. 24)

El determinar el papel de estas medidas en la evaluación de la calidad de la vivienda se consideró que permitiría identificar los aspectos arquitectónicos relacionados con ellas y que por ende con la *habitabilidad*, haciendo posible en un futuro contar con instrumentos para la valoración de proyectos de diseño. (Mercado, 1992, p. 9)

Mehrabian y Russell (1974) investigaron los efectos del ambiente físico en diferentes comportamientos, y exploraron la validez de usar diapositivas gráficas de ambientes para poder evaluar estos efectos. En sus estudios, proponen tres dimensiones independientes y bipolares para resumir el impacto emocional de configuraciones físicas: placer – disgusto, grado de activación y dominancia – sumisión.

“Placer, Activación y Dominancia fueron identificados como factores básicos de emoción en estudios de descripciones verbales de emoción (Bush, 1973), así como en estudios no verbales, faciales, vocales y expresiones posturales de emoción.” (Mehrabian, 1972; Mehrabian and Ksionzky, 1974) citado en (Mehrabian y Russel, 1974). (Traducción propia)

Estos basaron su investigación en estudios, los cuales tenían como objetivo investigar los efectos independientes del placer, activación y dominancia en varios comportamientos.

En un primer estudio, usaron un set de diapositivas gráficas como estímulo. Tomaron 240 diapositivas gráficas, cada una con un escenario físico diferente, con diferentes tipos de climas, en diferentes ubicaciones, así como escenas de interiores y exteriores de edificios. En algunas incluían personas y en otras no.

Doce diferentes grupos de sujetos fueron seleccionados y cada grupo calificaba 20 diapositivas. En una sesión grupal, les mostraron las diapositivas una por una, y se le pedía a cada sujeto que se imaginara en el lugar que se le mostraba en la presentación, y que se imaginara como se sentía ahí. Después de 10 segundos, llenaba un formato de calificación. Este formato consistía en las escalas de placer, activación y dominancia de Mehrabian y Russell (1974).

En un segundo estudio, analizaron los efectos de comportamiento en escenarios. En este, 44 estudiantes sirvieron como participantes. Se seleccionaron 60 de las 240 imágenes del primer estudio, para formar 12 células, las cuales incluían dos niveles de placer, tres niveles de activación y dos niveles de dominancia completamente mezclados.

En una sesión grupal, cada uno de los 44 sujetos vio un set de cinco diapositivas gráficas. El sujeto tenía que imaginarse en cada uno de los cinco diferentes escenarios, e imaginar que había estado en otro lugar más que en ese por un par de horas. Debían de imaginar el tipo de humor o estado emocional en el que se encontraban, habiendo pasado todo ese tiempo en esas situaciones. Después de 10 segundos, se les pedía que contestaran una serie de 11 preguntas por cada imagen.

“The results were highly significant and as predicted, thus demonstrating the power of the physical environment, even when communicated in a single modality, to influence human feelings.” (Mehrabian, et. al, 1974)

“Los resultados fueron altamente significativos, y como se predijo, demostrando así el poder del entorno físico, incluso cuando se comunica en una sola modalidad, parar influir en los sentimientos humanos”. (Mehrabian, et. al, 1974) (Traducción propia).

 

USO DE PARÁMETROS EN LA ARQUITECTURA

Serafín Mercado (1992), realizó un extenso estudio de diversos factores psicológicos donde incluye los parámetros de Mehrabian y Russell, entre otros. En este estudio considera que la calidad de la vivienda es un factor relevante en todos los aspectos en la vida del hombre, por lo tanto, es una preocupación en el quehacer arquitectónico.

Este dice que “[…] para la Psicología el principal interés se centra en determinar qué factores de tipo psicológico intervienen en el hecho de que una persona se sienta a gusto en un espacio construido, en este caso, la vivienda.” (Mercado, 1992, p.104)

(Mercado, 1992) estudia la vivienda como un problema psicosocial del diseño y la aborda como objeto de estudio “[…] por ser un ambiente de gran importancia para la determinación de la calidad de vida de los sujetos.”

En su estudio, Mercado indaga los procesos psicológicos implicados en la reacción del ser humano ante su vivienda.

Mercado diseñó su investigación en dos partes: en la primera, desarrolló diversas escalas para evaluar factores psicológicos que intervienen en la habitabilidad de la vivienda, mientras que, en la segunda parte, midió factores físicos de la vivienda, para así poder crear “[…] un modelo explicativo de los factores psicológicos que intervienen para que una casa se perciba como habitable”. (Mercado, 1992, p.104). Para el objetivo de este artículo, se analizará el desarrollo de la primera parte.

Este adaptó los instrumentos de Merhabian y Russell (1974), para poder medir algunas de sus variables; además de desarrollar escalas para medir variables como: la habitabilidad, seguridad, privacidad, entre otras. Para poder desarrollar su modelo de habitabilidad, utilizó “[…] desde técnicas exploratorias para establecer posibles dimensiones, hasta la utilización de métodos estadísticos como el Escalamiento Multidimensional, la Regresión Lineal Multiple y el Análisis de Sendas.” (Mercado, 1992, p. 6)

Obtuvo concepciones que la gente tiene de su vivienda, y desarrolló escalas para poder evaluar diversas variables de carácter psicológico, como lo son el placer, la activación y dominancia (llamada control por Mercado).

Según Mercado, el objetivo de esta primera parte del desarrollo era el de establecer la relación existente entre la variable dependiente que es la habitabilidad de la vivienda y la de los diez factores psicológicos que analizó siendo los factores PAD (placer, dominancia y activación), tres de ellos.

Estas variables fueron medidas a través de un instumento desarrollado por su equipo de trabajo, en el cual buscaban responder a dos preguntas:

¿Cuál de todas las variables estudiadas incide en la habitabilidad? y ¿En qué forma se relacionan?. A fin de avanzar en el desarrollo de un modelo teórico que explique los factores que determinan que una casa sea habitable, esto con la finalidad de poder incidir de manera eficaz en los problemas que genera un mal diseño de las viviendas. (Mercado, 1992, p.105)

Gracias a su investigación, obtuvo un modelo altamente significativo que logra explicar “[…] a la vivienda desde la perspectiva de las relaciones interpersonales de la casa, es decir, la estructura interna del diseño”. (Mercado, 1992, p.112)

Se pudo plantear que el modelo indica que hay tres factores que determinan la habitabilidad, siendo el “impacto emocional” del ambiente, constituido por la escala de placer, activación y dominancia, uno de ellos.

Al respecto, Mercado concluye:

Se obtuvo *un modelo altamente significativo en términos de la varianza explicada, el nivel de significancia de la varianza global y la significancia de cada una de las variables que constituyen el modelo.* Además de ser un *modelo jerárquico* y *parsimonioso* que *coincide con las teorías generales de la Psicología* desde una perspectiva cognoscitiva*.* (Mercado, 1992, p.112)

El modelo parece ayudar a explicar gran parte de la literatura que pareciera ajustarse con alguno de los tres factores citados. Sentimos que los conjuntos de reacción emocional y de facilitación operativa están bien definidos y claros, manteniendo una acción de congruencia con los modelos generales de cognición en Psicología. Sin embargo no nos sentimos tan satisfechos con el conjunto de reacción simbólica que pensamos requiere de mayor trabajo para su clarificación. (Mercado, 1992, p.113)

 

3. CONCLUSIÓN

La adaptación de parámetros psicosociales en el proceso de diseño arquitectónico puede ser de gran ayuda en la toma de decisiones para el diseñador, además de ser un beneficio para el usuario. Es de sumar importancia incluir, no solamente aspectos físico espaciales en los procesos de diseño, sino también psicosociales, pues la prioridad de nosotros como diseñadores, deben de ser los usuarios; que piensan, cuáles son sus emociones, sus preferencias, su cultura, su origen, entre otros aspectos.

Durante la carrera, se enfatiza más la enseñanza basada en la forma, la función del espacio, cuando esta debe de ir de la mano de otros aspectos igual y más importantes, relacionados con quien habitará estos espacios.

Gracias a la información presentada anteriormente, como conclusión se propone crear una herramienta de medición de la habitabilidad a través de los parámetros de Placer, Activación y Dominancia (PAD) de Mehrabian y Russell (1974), que se pueda integrar en el proceso de diseño arquitectónico, en beneficio de los usuarios.

Un índice de habitabilidad que integre la evaluación de los distintos parámetros, y que apoye al diseñador con la toma de decisiones relacionada con la calidad de la vivienda.

Así, se podrán establecer parámetros que garantizan la vida humana en condiciones de dignidad en un espacio habitable (vivienda). Además, conectar las tres dimensiones a la triada de pensar, hacer, sentir, también pueden ayudar en gran magnitud a mejorar nuestro entendimiento e interpretación de esta escala para poder ser usada de manera adecuada.

 

4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Arzoz, M., 2014. Arquine. [Online] Available at: https://www.arquine.com/habitabilidad-y-arquitectura/ [Accessed 7 Abril 2019].

D’Alençon, R., Justiniano, C., Márquez, F. & Valderrama, C., 2008. Parámetros y estándares de habitabilidad: calidad en la vivienda, el entorno inmediato y el conjunto habitacional. In: Camino al Bicentenario. Propuestas para Chile. s.l.:s.n., pp. 271-304.

de Hoyos Martínez, J. E., Macías Ángeles, Y. Y. & Jiménez Jiménez, J. d. J., 2015. Habitabilidad: desafío en diseño arquitectónico. Revista Legado de Arquitectura y Diseño, pp. 63-76.

Espinoza, A. E., & Gómez-Azpeitia, G., 2010. Hacia una concepción socio-física de la habitabilidad: espacialidad, sustentabilidad y sociedad. Palapa, 5(10), 59-69.

Flores Gutiérrez, A., 2016. Fenómeno Arquitectónico, proceso de diseño y complejidad humana: propuesta de re-conceptualización. Ciudad de México: UNAM: s.n.

Flores Gutiérrez, A. & López Domínguez, G. I., s.f.. México: s.n.

Gurbindo , N. & Ortega, J. E., 1989. Adaptación de las escalas de placer, activación y dominancia de Mehrabian y Russell en sujetos hispanoparlantes. Revista de Psicología Social.

Landázuri, A. M. & Mercado, S., 2004. Algunos factores físicos y psicológicos relacionados con la habitabilidad interna de la vivienda. Medio Ambiente y Comportamiento Humano, pp. 89-113.

Mehrabian, A. & Russell, J., 1974. An Approach to Environmental Psychology. s.l.:Cambridge Mass: MIT Press.

Mercado, S., 1992. Habitabilidad de la vivienda urbana. Psicología ambiental. México D.F.: UNAM: s.n.

 

5. REFERENCIAS DE LOS AUTORES

Gabriela Calderón Zúñiga es licenciada en arquitectura por la Universidad Autónoma de Chiapas, cursando un semestre de movilidad en Pontificia Universidad Católica de Minas Gerais, en Brasil. Actualmente cursa la maestría en Arquitectura (PNPC de CONACyT) en la Universidad Autónoma de Querétaro, abordando como tema principal de estudio e investigación el Diseño Avanzado. ORCID: 0000-0002-8139-2506 Correo electrónico: gabyycz@hotmail.com

Avatar Flores Gutiérrez es doctor en arquitectura por la UNAM. Profesor e investigador en la Universidad Autónoma de Querétaro. Miembro del sistema nacional de investigadores de Conacyt, y líder del cuerpo académico Arquitectura y Diseño. Su trabajo de investigación se centra en la vinculación entre la teoría y práctica del diseño arquitectónico, desde una perspectiva sistémica compleja. Correo electrónico: avatar.flores@uaq.mx