El diseño alternativo vs el diseño dominante

Post date: octubre 04, 2015 | Category: Novena Edición Mayo 2010

  Es necesario mencionar que dentro del diseño gráfico, existen dos corrientes en escenarios paralelos pero totalmente distintos, uno es el diseño gráfico alternativo y otro el diseño gráfico dominante, a saber:

 

  •  Diseño Alternativo: Es aquel que cubre necesidades reales del receptor del mensaje, más que crearle nuevas necesidades; el diseño alternativo se inserta en ámbitos encaminados a lograr el bienestar social en conjunto y no sólo el de ciertos estratos sociales.

 

  • Diseño Dominante: Es aquel que refuerza la necesidad de adquirir productos o servicios en ciertos estratos sociales por lo regular más indefensos que tienden al mayor consumo de mensajes.

 

El teórico mexicano Daniel Prieto profundiza más a este respecto cuando menciona que:

 

“De ninguna manera los mensajes determinan la vida cotidiana (por ejemplo, la publicidad no produce el consumo). En todo caso son reforzadores de pautas, de formas de existencia ya vigentes. Los mensajes no alienan a nadie. La presencia de formas y contenidos alienantes es señal de consumidores previamente alienados. Son, siempre, las relaciones sociales vigentes las que resultan alienantes. Pruebas de esto no faltan. Los grupos sociales más indefensos tienden a consumir mayor cantidad de mensajes (por ejemplo: los niños, los ancianos, los marginales, los obreros que gastan la mayor parte de su tiempo en el trabajo). Como forma de ocio el consumo de mensaje suple a otras maneras de utilizar el tiempo libre (creatividad, deportes) […] Lo importante de la vida cotidiana alienada (lo importante para quienes con eso se benefician) es que se esté en ella sin tomar conciencia de esa condición.”

 

De ahí la importancia a nuestro juicio de trabajar en un diseño gráfico no invasivo, ni alienante, sino en aquel que no escatime en defender los principios de una sociedad en equilibrio, donde no existan preferencias para unos cuantos, difícil y descorazonador a estas alturas del sistema económico globalizador imperante, pero no imposible.

 

Lo anterior sobre todo pensando en lo que ya Prieto observaba hace casi treinta años, y que en absoluto ha cambiado a día de hoy:

 

 “Los sistemas resultan funcionales con una vida cotidiana funcional al sistema vigente; integrada, sin mayor sobresalto, satisfecha con lo que le viene a tocar en el reparto social. Hay aquí un intento por reforzar la funcionalidad. Pero sucede que no toda la población goza de una existencia semejante, y mucho menos cuando nos referimos a nuestros países latinoamericanos. La vida cotidiana de las grandes mayorías no es funcional simplemente porque existen enormes diferencias en la distribución de la riqueza, las cuales se manifiestan en todos los campos (alimentación, vivienda, vestido, educación…). Aquí no valen en absoluto las especulaciones de McLuhan sobre una “aldea global” o las de Moles sobre la integración del hombre con el hombre a escala planetaria. Eso es falso toda vez que no existe el “hombre”, sino seres muy concretos insertos en muy concretas relaciones sociales. […] la vida de las grandes mayorías en nuestros países es disfuncional, está plagada de catástrofes, de penurias, de carencias. Si un individuo debe caminar todos los días más de tres kilómetros para conseguir agua, si le falta permanentemente el pan cotidiano, si no posee los mínimos objetos que le puedan facilitar su relación con el entorno, difícilmente podrá tener una vida cotidiana funcional”.  

 

Así definimos dentro de estos parámetros el presente texto, que se aboca a la relación del diseño gráfico alternativo con las artes visuales y al diseño gráfico posmoderno, ya que no hay tantas coincidencias entre el diseño gráfico dominante y las artes visuales, por tratarse el primero de manejo extremo y “calculador” de los medios y recursos del diseño, es decir ¿Qué relación habría entre el diseño de un envase de frituras y una instalación de Antoni Muntadas? Así tenemos que el diseño de ciertos objetos que competen al diseño gráfico, no representan para el diseñador más que la realización del original en computadora, ya que deben responder a parámetros muy precisos de códigos cromáticos, de forma, etcétera (por lo regular hay un brief de por medio), por lo que las oportunidades de desarrollo creativo quedan muy restringidas, caso es del diseño de comerciales publicitarios, diseño de envases y empaques, de revistas, de ciertas marcas y ciertos productos de distribución… ¡ya no masiva sino global!, entre otros productos del diseño gráfico.

 

Cabe mencionar que pese a que es necesario que los diseñadores mostremos como autores o comunicadores con cierto grado de implicación, más interés en denunciar problemas sociales a través de diseño alternativo, tales como: campañas de salud; de promoción de la cultura; de cuidado ambiental; contra la violencia intrafamiliar; contra la violencia a los niños; en defensa de los derechos humanos en general, de los niños y las mujeres (en México en Chiapas, por ejemplo, sigue siendo una práctica común la venta de mujeres por parte del progenitor); en contra del maltrato a los animales; informando lo que implica la globalización; por la importancia de la educación y de que ésta sea para toda la vida (ver el informe de Jack Delors a la ONU); de cómo podemos contribuir como sociedad al abatimiento de la pobreza y marginación extrema; en contra de la discriminación de indígenas y grupos minoritarios; por la promoción de valores y la cero tolerancia a la corrupción; entre otros muchos temas de suma importancia para los países latinoamericanos en especial, aunque no exclusivamente.

 

Sin embargo, la realidad es que generalmente los diseñadores sólo abordan estos temas cuando elaboran sus tesis de licenciatura o cuando llegan a trabajar para el gobierno y dentro de éste realizan campañas con algunos de estos asuntos, pero con intereses demagógicos, más que por un deseo real de contribuir a que dichos problemas se resuelvan. No obstante, hay que ser justos al mencionar que actualmente, no se puede ser totalmente altruista, si no hay la capacidad para mantenerse económicamente a flote; en lo personal, realizo mi trabajo como docente y eventualmente diseño para causas no lucrativas como: El diseño de folleto para conseguir recursos para la construcción de un albergue más grande en el Zoológico de Morelia, para los osos pardos, grizzlies y negros (1996), la satisfacción fue igual de grande cuando vi a los osos corriendo en el nuevo espacio, después de que durante mi infancia los vi en encierros de 5×5 metros en el mismo zoológico; diseño de pancartas para manifestaciones de Anima naturalis, movimiento anti taurino, entre otros. Son este tipo de experiencias a las que me refiero, e intento transmitir a mis alumnos en las clases dentro de los talleres de diseño.

 

Tenemos así que

 

“Las formas alternativas han sido recogidas más bien por el arte y por la literatura, o bien por periodistas o por quienes se dedican a la tarea política. Pero el análisis desde la comunicación aún no se hace […] Conocer a fondo lo que ocurre en el propio país y en América Latina es una labor por demás urgente si se quieren hallar nuevos senderos para la comunicación. […] si los planes de las escuelas se alimentan con esas experiencias y con un estudio de la vida cotidiana concreta de la población, nuestros jóvenes, tendrán mucho para hacer y para investigar. Se trata de trabajar sobre la realidad y no a espaldas de ella.”

 

Daniel Prieto hace estas importantes reflexiones a principios de los años ochenta, en los años siguientes (específicamente a partir de 1984 con la irrupción en el mercado de la primera computadora Macintosh y cuyo nacimiento se gestaba a mediados de los setentas en Inglaterra con el diseño punk) se observa dentro del ámbito del diseño gráfico, cómo el posterior diseño posmoderno ya adopta estas formas de Diseño Alternativo como concepto en muchas de sus piezas de diseño.

 

La evolución del diseño posmoderno de mediados de los ochentas, y hasta nuestros días, tiene –desde mi punto de vista- tintes en el diseño nacional, a través de diseñadores mexicanos a quienes les resulta muy inspirador navegar en estas nuevas tendencias del diseño, a través del diseño de juguetes de autor, de revistas o fanzines más con fines de expresión que con fines de lucro como revista con forma lata-vaca del Colectivo Fakir, la revista tyipo en sus inicios hecha a una tinta, pequeño formato, con escasos recursos, entre otros.

 

Por lo que debido a lo anterior y al trabajo que cientos de diseñadores mexicanos realizan enfocado a resolver las necesidades más ingentes de este país, es que considero de vital importancia difundir el quehacer, impacto y competencia del diseño alternativo, como medio para coadyuvar al desarrollo de una nación tan compleja como la nuestra.