Post date: septiembre 23, 2020 | Category: Décimo Séptima Edición Diciembre 2017
CRÍTICA DE ARTE
Ximena Cuevas es heredera artística e hija del precursor de la Generación de la Ruptura: José Luis Cuevas, como también digna representante del arte contemporáneo mexicano. Desde 1982, inició su trabajo artístico, aunque –como ella misma refiere-, siempre estuvo inmersa en el mundo del arte. Es así que Ximena “Cuevas empieza a considerar el cine experimental como una alternativa definitiva para su exploración artística, siendo fundadora a principios de los 90, junto con Rafael Curquidi, Doménico Campelo, Eduardo Vélez, etc., del grupo Cosa Nostra, una especie de ‘mafia de la intervención’ que pretendía insertar momentos fílmicos en situaciones fuera de contexto”.[1] La intervención que realiza en el programa de televisión abierta “Tómbola”, parece obedecer a los preceptos de ese colectivo.
A través de su trabajo artístico Ximena Cuevas, ha sido una crítica a ultranza de los absurdos de la sociedad del México contemporáneo, en el caso que nos ocupa, el vídeo “Tómbola” cuestiona a la sociedad fascinada con el espectáculo y su vacuidad. En el vídeo en cuestión, la artista abre un paréntesis dentro del bullicio del programa para, en ese silencio, encarar al espectador, interpelando a su emoción y buscando en los resquicios de su inteligencia una respuesta.
En la era del consumo global el Internet y la Televisión son los principales medios de comunicación y desempeñan un papel cultural clave, ofreciendo al espectador a hacer una elección en el espacio de los valores ofrecidos por los medios. La realidad que se representa se distorsiona cada vez más y más. El mundo de la pantalla moderna es una nueva realidad aislada, construida de acuerdo con las leyes de las necesidades humanas de los “consumidores”.
Ximena Cuevas cuestiona al espectador de este tipo de shows como “Tómbola”. Las preguntas que hace están dirigidas directo a la audiencia: “¿te divierte ver esto? ¿te parece entretenido? Métete en tu propia vida, ¿te interesa tu vida? ¿qué haces por tu propia vida?” Con sus acciones la artista pone en evidencia la falta de una actitud crítica por parte del espectador.
Dependiendo de los medios expresivos escogidos y de su combinación, se determina no sólo el formato de la narrativa televisiva, sino también el sentido general del gusto de la audiencia y el pensamiento crítico del espectador. También se puede hablar del efecto inverso, cuando las prácticas socioculturales determinan qué será interesante ver, lo que el espectador quiere saber y en qué formato será más conveniente para percibir esta información “aquí y ahora”.
Los medios desde la censura y la búsqueda de la libertad de expresión, siguen buscando rating o likes, desde el trabajo estandarizado del operador hacia el uso de registros de información “amateur” y transmisión en tiempo real, desde la estricta edición hacia las formas espontáneas. El mundo es caótico porque así ha sido construido por los medios. Por eso es importante, a pesar de los cambios en el paradigma tecnológico de la creación de contenidos audiovisuales, intentar despertar el pensamiento crítico del espectador.
Es así que el arte en video abrió la posibilidad expresiva colectiva que ni el cine ni la televisión había otorgado con tanta notoriedad, el videoarte fue el principal medio por el cual se democratiza la imagen técnica en su relación entre el Arte y la Tecnología, si bien muchos artistas ya habían experimentado durante años con el cine, la tecnología del vídeo portátil y la imagen electrónica (al margen de los grandes estudios de televisión), representó el medio ideal no solo para la libertad creativa, sino para el desarrollo de su propio marco conceptual y medio disruptivo y transgresor frente a lo alienante. El videoarte representa la ruptura frente a la formalización del lenguaje y el pensamiento televisivo comunal y manipulador de las masas, y este es el eje y el argumento que la artista desarrolla en esta “acción documentada de la televisión”. Tal y como ya se mencionó, la artista aparece en un programa de la televisión comercial en donde muestra su hartazgo hacia lo banal, hacia lo fútil de los contenidos televisivos y sus adeptos incondicionales. Su crítica incide directamente desde la televisión al video, en una relación diacrónica entre el aletargamiento y el despertar de las conciencias que van de la visión colectiva “sin discrepancias” a la crítica mordaz de la “caja idiota”.
TOMBOLA-Ximena Cuevas
TV abierta
Domingo 25 de febrero, 2001.
8:30 p.m.
TV Azteca-Canal 13
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[1] Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Ximena_Cuevas. Consulta: 17 de agosto de 2017.