¿Conjunción o disyuntiva? Nuevos paradigmas en la comunicación hacia el siglo XXI

Post date: septiembre 23, 2020 | Category: Décimo Séptima Edición Diciembre 2017

COMUNICACIÓN CORTA EN REVISTA, Avances de investigación.

Autor responsable: Juan Carlos Saldaña Hernández

Colaboradores: Dra. Cynthia Villagómez Oviedo, MDG. J Jesús Ríos Alanís, Dra. Natalia Gurieva.

 

El presente texto aborda algunas de las transformaciones más importantes que se han sucedido desde la aparición de los medios digitales, la relación y las consecuencias que estos medios han tenido en todas las actividades humanas y que han incidido de múltiples maneras ya sea en las relaciones humanas, en la salud o en la inteligencia de las que han surgido fanáticos, detractores y estudiosos de las tecnologías emergentes. El texto pretende exponer desde múltiples perspectivas, las nuevas interacciones y paradigmas que la tecnología digital han suscitado, a través de diferentes autores que analizan un contexto de cambio cada vez más digitalizado.

 

Plabras clave

Tecnología, influencers, comunicación, paradigmas, concepto.

 

Introducción

Los nuevos viejos media y algunas valoraciones remotas.

Generaciones atrás, la percepción del tiempo-espacio era diferente a lo que hoy lo es para todos nosotros. En el siglo XIX después de la invención de la máquina de vapor, este concepto se trastocó tras el acelerado desarrollo tecnológico con el que se fabricarían novedosos y nunca antes vistos artefactos impulsados por ésta máquina tal como el buque y la locomotora, la percepción sensorial de los espacios físicos, así como los tiempos y las distancias se redujeron dramáticamente debido a la velocidad de las máquinas y a sus múltiples conexiones que facilitaron el ir y venir de las personas  y viajantes entre puertos y ciudades. Con el invento de la máquina de combustión interna se favoreció el traslado autónomo de los individuos desplazando a la carreta halada por caballos la cuál va cayendo en el desuso. El telégrafo y el teléfono acortaron aún más las distancias y los tiempos, la cercanía entre los individuos se vio impulsada por este artilugio tecnológico suscitando que el mundo hasta entonces conocido se fuera haciendo cada vez más estrecho y asequible. Estos y otros adelantos provocaron todo tipo de cambios, la vida tomó un ritmo más veloz con consecuencias como la concentración de personas en un solo lugar y, por tanto, el crecimiento desmesurado de las ciudades. Mientras se desarrollaba la industrial y con ella la tecnología, la convivencia y la interacción humana continuaba sin grandes cambios tal y como hasta entonces había sido a través del contacto físico elemental entre individuos, la práctica de la tradición epistolar que en esa época era fundamental en las relaciones y en las interacciones sociales, estrecharse las manos era algo común y se acostumbraba la escritura de documentos a mano o por medio de una máquina de escritura mecánica.

Sin embargo, otros viejos nuevos media alteraron la relación del individuo con su entorno, me refiero al entorno sonoro. Hoy en día tenemos acceso a una amplia gama de  sonoridades a través de una gama muy amplia de aparatos electrónicos sin embargo no siempre fue así, en la antigüedad si se quería escuchar música esta, debía de ser interpretada “en vivo” pues no había otra manera, sin embargo la complacencia individual por escuchar música en cualquier momento solo fue posible con la invención del fonógrafo, este aparato impulsó la conservación y permanencia de un patrimonio musical global a través de un soporte artificial donde la secuencialidad es la principal característica en la reproducción sonora a través de este reproductor mecánico, y el tiempo es el componente más importante en estas secuencias sonoras.

Años después con el invento de los circuitos electrónicos predispusieron una tendencia hacia la miniaturización el aparato reproductor de música llamado WalkMan desarrollado por la compañía japonesa SONY aparece en el mercado en el año de 1979. En los primeros reproductores musicales portátiles se acumulaban metros y metros de material magnético en donde la duración y la reproducción dependía de la longitud de la cinta magnética, a mayor cantidad de cinta mayor cantidad de tiempo de duración/reproducción, este dispositivo electrónico puso a disposición de todos por vez primera la individualidad y la portabilidad de la música que por vez primera podía escucharse de manera íntima, personalizada, sin esfuerzo y con gran calidad sonora.

Es así que el concepto tiempo entendido como la duración de las cosas sujetas a cambio ha variado entre generaciones, los cambios más evidentes los podemos ubicar en los actuales dispositivos digitales reproductores de audio en comparación con todos los anteriores de naturaleza análoga, las diferencias resultan abismales, esto nos lleva al discurso de que los tiempos de espera ya no tienen ni tendrán el mismo significado en las próximas generaciones, la tecnología digital posibilita cada vez más un almacenamiento cuasi infinito no solo de canciones en un minúsculo dispositivo digital, las bases de datos online y las tiendas de música por Internet son una biblioteca ilimitada de información y de accesibilidad ubicua, de allí que el concepto de tiempo en el hiperespacio ya no está delimitado de ninguna manera por las manecillas de un reloj, la valoración de los ciclos de los usuarios conectados en línea se lleva a cabo en función de la cantidad de información de datos digitales que puedan ser procesados, así como el tiempo individual o simultáneo de descarga y envío de archivos en la Internet con contenidos que involucran a las fotos, los videos, el chat, el videochat. El ancho de banda determina la eficiencia y la velocidad del “tiempo real”, por lo tanto, la inmediatez y lo ubicuo funcionan como factores básicos y determinantes entre el aquí, el ahora, la gran velocidad y los cambios en la relación e interacción entre individuos y tecnología.

 

Comunicación temporal y comunicación espacial

Joan Costa [1] nos habla de la comunicación (dimensión) temporal y la duración, al respecto nos dice que la secuencialidad es un factor intrínseco y fundamental en el diálogo y la conversación en donde el tiempo es determinante y la duración es el soporte. Lo mismo sucede con la comunicación interpersonal incluso cuando interviene un medio técnico tal como el telégrafo, o el teléfono entre la alternancia entre comunicadores. En otros medios tales como la comunicación radiofónica, cinematográfica, impresa, videográfica o televisiva en los que se “fabrican” mensajes técnicos donde la comunicación no se realiza cara a cara, no existe la relación inter individual nos dice Costa, pero sí hay interface: la pantalla del televisor, la pantalla del cine, etcétera y cuya característica en algunos casos, es la pre elaboración de los mensajes cuya relación temporal se divide en tiempo real y tiempo diferido. Según Costa, todas estas comunicaciones se desarrollan en el tiempo, excepto el libro, el periódico y la revista mismas que pertenecen al plano de lo espacial y la secuencia, recordemos que el tiempo está determinado por la duración y toda comunicación de este tipo conlleva una porción de tiempo latente, el espectador debe dedicar esta misma porción de su tiempo si quiere recibir el mensaje en su integridad. Joan Costa refiere los mensajes espaciales a la comunicación escrita y a las imágenes ya que éstas no están supeditadas a una inversión de tiempo determinado, sino que solo responden al grado de interés o de fascinación del espectador.

Un último sistema intermedio es el sistema inter-media o entre los medios que funciona entre imágenes (fragmentos espaciales) en una sucesión de temporalidad y refiere al cómic, el montaje audiovisual, diapositivas sonorizadas, la fotonovela en donde el discurso particular está supeditado a un discurso mayor o mensaje en el tiempo, relato en secuencia construido por fragmentos de otros medios integrados de manera tal que forman un mensaje cohesivo e integrado a un orden impuesto que determina la comprensión total del mensaje, esto sucede en una película, en la representación teatral, etcétera pero no en las tiras cómicas o en la fotonovela por ser comunicación espacial.

 

Los Milenials y la generación Z. Otros discursos, otras interacciones

La generación de los Milenials es un término acuñado en los Estados Unidos de América para identificar a las personas que nacieron entre los años de 1981 y de 1985 en un momento de esplendor económico y rodeados de tecnologías a finales del siglo XX, según la revista Forbes en América Latina representan el 30% de la población y quizá lo más importante es que representarán en el año 2025 el 75% de la fuerza laboral. En el artículo periodístico Faramalla Milenial en el sitio de Aristegui Noticias, Lydia Cacho [2] narra el acercamiento que tuvo con una chica milenial, de este encuentro la autora del artículo emite sus opiniones personales que denotan principalmente profundas diferencias generacionales, actitudes y visiones peculiares que “pinta” un perfil particular de una joven que inicia su camino en la vida.

Discordancias y percepciones generalizadas // París. ¿Velocidad? Sí. ¿Paciencia? No. ¿Redes sociales? Sí. ¿Libros? No. ¿Ambición? Sí. ¿Obediencia? No. ¿Videojuegos? Sí. ¿Deportes? No. Ojo con la “generación Z” [3] La nueva generación o la generación digitalizada que no es más que aquellos que nacieron después de 1995 año de la aparición del Internet [4], es la generación que se desenvuelve y discurre entre la tecnología digital compartiendo su fascinación por la misma. En los hogares de estas generaciones sobran los dispositivos de toda clase tales como los controles remotos, las consolas de videojuegos, los teléfonos inteligentes, incluyendo las pantallas de todos tamaños y otros artilugios que resuelven otras necesidades tales como, el teléfono móvil, la computadora y el televisor en esta jerarquía todos con una conexión a Internet. En dichos hogares cada vez se coexiste menos con los libros, en muchas ocasiones éstos, solo son parte del paisaje hogareño, menaje de casa y objeto decorativo, los jóvenes dedican cada vez más tiempo a permanecer frente a un dispositivo conectados a la red ya sea navegando, produciendo contenidos, chateando o interactuando digitalmente. Los códigos de antaño ya no tienen relevancia para ellos, el ciberespacio les ha proporcionado los propios entre ellos se encuentran el lenguaje icónico-verbal de comunicación exclusiva como los emoticones que sirven para acentuar una emoción y el vocabulario lleno de anglicismos o términos técnicos que la mayoría de los adultos no maneja y desconoce.

En la escena musical los medios difusores de contenidos han propiciado que algunos personajes hayan logrado la fama mundial debido la difusión de su propio material musical publicado en la plataforma de videos YouTube, ejemplos hay varios y los jóvenes no tuvieron manera de ignorarlos y apropiarse de ellos determinando el futuro y el éxito de estos personajes. Los Influencers son personas que tienen credibilidad en un tema en concreto y amplia presencia en las redes sociales tales como los Youtubers son personas jóvenes en su mayoría que tienen sus propios video-canales con legiones de fanáticos seguidores que literalmente se cuentan por miles o millones, son la representación de una diminuta muestra de las nuevas dimensiones que aportan las tecnologías digitales en la actualidad mientras los viejos nuevos media son los artilugios con los que una generación de 50 años o más se identificó, son ahora y por mucho las nuevas piezas de museo del siglo XXI. ¿Qué hay detrás de todos estos cambios paradigmáticos? Algunas reflexiones vertidas por Kevin Drum afirman que las nuevas tecnologías cuando son empleadas únicamente para la diversión y el entretenimiento están volviendo a la gente inteligente más inteligente y a la gente tonta más tonta, [5] ya que el número de horas dedicadas a esta actividad está plagada de un contenido solaz, no aporta datos de utilidad, se habla de una cultura de conocer mucho de todo pero, de saber, poco. Este fenómeno pudiera representar las posibles transformaciones que Internet opera en las mentes humanas cada vez es más la desigualdad cognitiva dice Drum, sin embargo la clave está en saber (qué) buscar; quien sabe buscar obtendrá lo que requiere, un símil a este suceso ocurrió en el albor de las computadoras, en aquellos tiempos se deliberaba en un contexto que discurría sobre la aportación cognitiva o no de éstas, el espíritu de estas reflexiones se encuentran en el aforismo: garbage in-garbage out, que literalmente significa: basura entra-basura sale. Quien busque basura encontrará basura y quien busque información que favorezca el crecimiento intelectual, la obtendrá de igual forma. El problema no es la tecnología ni siquiera una posición neoludista al respecto, lo determinante se encuentra en como la tecnología está siendo utilizada por los usuarios.

Umberto Eco debate si la tecnología de la información [6] nos hace más inteligentes o disminuye nuestra capacidad cognoscitiva, al respecto dice: “Un estudio bastante democrático muestra que las personas inteligentes se vuelven más inteligentes y las personas de baja inteligencia se vuelven más tontas, incapaces de allanar su camino en la salvaje selva de la data”. Son los adultos quienes sienten las rupturas tecnológicas, los nuevos aprendizajes que deben emprender y los recientes usos sociales de los medios y las tecnologías que deben ejercer, 6 en la edad de la información se tiene la creencia que quien tiene mayor acceso a ésta, es más inteligente que quien no tiene el mismo acceso, el acceso a la información y la sabiduría son cosas diferentes, apunta Eco y afirma que el nivel de discusión intelectual en redes sociales es escaso: Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los necios. Algunos otros riesgos que conllevan las TIC´s se asocian con la sobreinformación o la información desmedida por que mucha de ésta carece de los filtros adecuados y necesarios lo cual no es poca cosa ya que mucha de esta información puede considerarse no solo como importante o verdadera siendo completamente falsa. También se asevera que estos medios privilegian la sobre estimulación en el individuo, la saturación, la desinformación y la inmediatez por lo que los usuarios fuera de la red se convertirán en individuos con dificultad para prestar atención con limitada conciencia reflexiva.

Recientemente apareció en una nota de la revista Proceso.com.mx [7] que reflexiona sobre el individuo multitarea, el artículo resalta algunas de las consecuencias del uso del teléfono móvil entre las que se destacan los accidentes fatales, el deterioro de la inteligencia, la merma de la salud y la afectación de las habilidades de socialización. Lo que resulta interesante desde mi punto de vista no son directamente las consecuencias, sino los datos científicos que se ofrecen al lector. Los efectos del uso del celular están a la vista de todos y han sido ampliamente documentados y difundidos en redes sociales y a través de diversas plataformas de contenidos de video tales como YouTube o LiveLeak y actualmente ya es considera una pandemia que ha alertado a científicos quienes consideran el uso de este dispositivo móvil como una plaga cognitiva que tiene la capacidad de borrar la concentración y el pensamiento productivo de una generación entera.

Según el artículo la multitarea incrementa la producción de cortisol que es la hormona del estrés relacionada con el costo cognitivo, además la multitarea es una conducta que puede reducir el coeficiente intelectual en diez puntos, interfiere en la memoria y en la capacidad de concentración, la multitarea y los medios sociales es real, además se lee en el texto que existe un ciclo dopamina-adicción-realimentación detrás de ésta, siendo la dopamina la recompensa que recibe el cerebro después de encontrar una novedad así ad infinitum hasta quedar agotados.

Prácticas inéditas en la comunicación con los medios digitales

La cultura contemporánea está surcada por una serie de características que en los últimos treinta años hacen pensar en una ruptura con la vida moderna. Los teóricos de la posmodernidad o el posmodernismo han planteado y debatido el tema largamente en la última década del siglo pasado. Entre las premisas que en términos generales se marcan como ruptura. [8]

Las nuevas subjetividades implican el fin del individualismo, el fin de la vida privada a través de las redes sociales mediante identidades digitales nos dice Salerno [9] estos cambios han repercutido profundamente en la sociedad del siglo XXI ya que hay una sensación generacional de ruptura y quebranto, se percibe con claridad la frontera entre lo análogo y lo digital, existe un antes y un después que no solo involucra el espacio natural y el espacio artificial: el ciberespacio, sino que de ello se desprenden una serie de prácticas e interacciones inéditas propiciadas desde las múltiples configuraciones del medio entre conexiones y dispositivos inalámbricos en donde los jóvenes son los principales protagonistas. La acción recíproca de estos protagonistas y las redes sociales arroja ya múltiples resultados: “Las apariencias engañan” escribió la periodista Lydia Cacho [10] al referirse al autocuidado en el uso de Internet “El ciberespacio, eso lo han comprendido mejor los niños y niñas de entre 12 y 14 años: es el mundo real y concreto y nuestra información en el ciberespacio es tan frágil como en la vida real” nada se borra por completo de la red nos advierte Cacho cuando se refiere a las prácticas exhibitorias que muestran la intimidad sin límites, donde se exaltan las pequeñeces de lo cotidiano transfigurándolas en eventos significativos para los usuarios quienes de espectadores se transfiguran en expectantes consumidores de lo banal en donde lo intrascendente cobra una importancia inusitada. Sin embargo, la novedad del medio otorga interacciones y usos aún no contemplados más allá de lo comercial o enajenante, a fin de cuentas, los usuarios son quienes determinarán uno u otro uso ya fuese como arma de resistencia o herramienta de contracultura. Al respecto Paula Sibila (Sibilia, 2008) nos da certidumbre cuando menciona que existe “una explosión de creatividad que democratiza los medios con multiplicidad de posibilidades para la inventiva, los contactos y el intercambio” [11] en palabras de esta autora se abre un abanico de posibilidades en el uso del medio en donde los e-mails equivalen a las antiguas cartas caligráficas y los blogs, los upgrades de los viejos diarios íntimos son las versiones renovadas de los viejos confesionarios (secretos de vida) y los fotologs recuerdan a los álbumes familiares, los videos caseros son las nuevas postales animadas o tal vez se conviertan en las nuevas propuestas cinematográficas y de TV en donde los messengers ensombrecen al arte de la conversación, las prácticas culturales devienen en lo mismo pero con extremas diferencias sostiene Sibila e interpela: estas obras de expresión ¿deben ser consideradas vidas? ¿Obras de autor? ¿Una nueva forma de arte o una nueva dimensión del arte?

Bajo este horizonte retomo las disertaciones de Eco y otras más que ya han sido expuestas en el presente texto y que se refieren a la pérdida de la capacidad cognitiva y la legión de idiotas favorecidos por las redes sociales, resulta imprescindible una breve explicación que atempere los futuros desacuerdos. Para ello interpongo las disertaciones vertidas por Raffaele Simone (Simone, 2001) que nos ayudarán principalmente a dimensionar dicha pérdida y a visualizar futuros escenarios. Desde el marco contextual el autor nos ubica en lo que el llama la tercera fase respecto a la elaboración de nuestros conocimientos, ulterior a la escritura y a la imprenta como patrimonio y construcción del saber universal, Simone desarrolla su tesis bajo la idea y la conformación de este patrimonio a través de procesos cognitivos de conservación y formación del conocimientos que aportó durante siglos la lecto-escritura que está en riesgo de perderse incluyendo la fragilidad en la conservación del medio impreso y el magnético. Asevera la existencia que involucra un cambio drástico cuantitativo: cada vez se lee menos, ya se comentó sobre la ausencia-carencia de libros en párrafos anteriores, el concepto contemporáneo de lectura (basado en la escritura y el signo caligráfico) es más amplio que hace 70 años, los efectos son profundos y repercuten desfavorablemente debido no solo a sus contenidos, también por su forma y su organización, el medio es determinante en la naturaleza y la construcción del mensaje nos dice Simone, escribir y leer permite un saber más articulado, refinado y complejo que activa una forma de inteligencia. [12]

Al respecto de la inteligencia en relación con la cultura Giovanni Sartori [13] ubica al ser humano viviendo dentro de la esfera de su cultura en un contexto coordinado de valores, creencias, conceptos y símbolos que crean cultura por lo tanto una persona culta es aquella que sabe, que lee, que piensa, que reflexiona y que hace crecer a un individuo como persona, intelectualmente hablando. Además, Sartori dirige su atención al hombre analfabeto, quien también posee cultura. Cultura es sinónimo de saber, dice Sartori, saber de buena información, la cultura es de los cultos no de los ignorantes y con ello diferencia el contenido cultural entre cultos e ignorantes lo que permite hablar de una cultura de la incultura o atrofia y pobreza cultural. El origen del término cultura tiene que ver con las actividades que los individuos realizaron a través de la explotación del campo, deviene del concepto que hace referencia al cultivo, es así como puede afirmarse que una persona culta es aquella quien ha cultivado su propio conocimiento. Por tanto podemos decir que este término tiene una profunda relación entre el individuo, la tierra y el cultivo de su inteligencia o su facultad de conocer, analizar y comprender y en el extremo contario estará por supuesto, aquello referido hace un momento, la atrofia y pobreza cultural.

Es así que con la irrupción de la tecnología digital el libro ha dejado de ser el emblema del conocimiento y ha sido reemplazado por la TV y el ordenador personal, la informática y la telemática que empoderan a la visión como la fuente más idónea para la elaboración de los saberes. Así que la referida disminución cognitiva se relaciona con 2 modos de trabajar de la inteligencia: la simultánea y la secuencial, la primera involucra un gran número de estímulos visuales en un mismo momento con la dificultad de establecer un orden inmediato y la secuencial que opera en la sucesión de los estímulos colocándolos en línea analizándolos y articulándolos, lo que Simone reconoce como visión no alfabética (con bajo grado de gobierno) o la que puede reconocer objetos en general, no lineal, sin orden que difiere de la visión alfabética en relación a que ésta permite ver objetos específicos, escriturales de los cuales se descifra una fonética para captar su significado que fomenta y favorece un grado más reflexivo de inteligencia secuencial. Es innegable que existan diferentes valoraciones al respecto, unas a favor y otras en contra sin embargo Simone (y en todo caso el mismo Humberto Eco) asevera que se está migrando hacia un retroceso del oído y la visión, la visión no alfabética, el ejemplo más evidente lo ubica precisamente en las nuevas generaciones, en los jóvenes de hoy en las nuevas generaciones digitalizadas y apantalladas, por lo tanto estas consideraciones resultan determinantes para explicitar las estimaciones vertidas por Eco en relación a las redes sociales. Sin embargo, ante los cambios expuestos en renglones anteriores existe una postura menos radicalizada que es indispensable y enriquecedora que ayudará al equilibrio de opiniones y posturas.

De los conceptos y las representaciones mentales hacia el siglo XXI.

Los argumentos de Norberto Bolz sobre los cambios de paradigmas ante el siglo XXI [14] parten desde la problemática que enfrentamos al ingreso de una nueva era y la dificultad en encontrar los conceptos adecuados que se correspondan a esta. Nos dice que la vida conceptual se ha alterado con respecto a nuestro cuerpo, a nuestro físico y a nuestras actividades que se encuentran proyectadas hacia el nuevo milenio mientras que el espíritu se mantiene aún en el siglo XX. Para explicar esta aseveración Bolz recurre a los discursos que, según él, se encuentran solo en las ciencias y en la literatura y lo hace comparando la conceptualidad de los discursos entre las décadas de los setentas y en la época actual de la primera década del siglo XXI.

Mientras en los años setenta en los discursos se hablaba de dialéctica, alineación y sobre la negatividad de la crítica, actualmente se escuchan conceptos teñidos de significados tales como el riesgo, la complejidad, el caos y la virtualidad ¿cuál es la diferencia más allá de los conceptos que operan y operaron en esta y otras épocas?  sin duda la actitud absoluta con respecto a una nueva realidad y esta nueva realidad puede demostrarse a través de dos diferencias significativas entre los periodos de la modernidad y el siglo XXI gravitando sobre el concepto de verdad o ¿debería decirse? sobre el nuevo concepto de verdad. El primero de ellos se refiere a aquel que conocemos y que representa a las teorías, a las ideas como reales y que tenían una representación directa con la vida y que funcionaron como modelos de representación de un concepto atados a la realidad, en el nuevo milenio esto no se aplica ni en la ciencia ni en la filosofía manifiesta Bolz ya que el enfoque ha variado con el tiempo y ahora en lugar de representación, nos encontramos ante el concepto de construcción, mientras que el concepto de representación de la realidad externa es independiente de los conceptos atados a la realidad, que hasta hace poco tiempo funcionaban como paradigma, la realidad es que ahora, la ciencia ya no se ciñe a estos, lo quiere decir que se ha gestado una diferencia y una separación entre la realidad de afuera y los conceptos propios que carecen de sustento. Desde una experiencia científica el autor dice que es imposible mantener al observador fuera de cierta observación científica para decir que lo que resta (sin el observador) sería la realidad en sí, por que el científico forma parte de los hechos, de allí se desprende que nuestros conceptos, observaciones y aparatos siempre penetran en la realidad, en sí puede decirse que son el medio y la mediación para obtener el resultado. Por su parte el constructivismo se refiere a que no existe un mundo independiente allá afuera, sino que este se construye y se describe a partir del observador o de múltiples observadores y que después todos terminamos aceptándolo, o no.

El texto continúa describiendo los cambios paradigmáticos pero no desde las posturas particulares del uso y el abuso de medios y dispositivos y las consecuencias que ello ha suscitado tal y como lo hacen otros autores, sino que lo hace en un nivel más cercano a la concepción de las representaciones mentales como verdades construidas y quienes realmente construyen estas realidades no son los científicos, dice Boltz, sino los medios quienes construyen esas realidades, medios de acondicionamiento de masas tal y como los califica Tomás Mojarro [15]. Boltz nos dice que si las ciencias se han despegado del viejo concepto de realidad, entonces han pasado a otras construcciones permeadas por el concepto de viabilidad que no busca la verdad como una especie de pieza secreta  sino que es la apertura a otras tantas posibilidades que nos puedan conducir hacia a esa pieza secreta, la pieza secreta es por tanto el concepto del saber consolidado pero ahora para acercarse dicha consolidación puede hacerse no por un único camino sino se puede llegar por múltiples de éstos, aun que no conduzca directamente al resultado esperado. Sin embargo algunas heridas quedaron abiertas después de que el concepto de verdad se reemplazó por el de viabilidad, el autor alude a quien disertó acerca de las heridas narcisistas y la impresión que con sus descubrimientos que deja la ciencia moderna y la incomodidad que ha producido con todo lo que ha ido descubriendo, el hombre no era el centro del universo (Nicolás Copérnico) tampoco somos algo excepcional, sino un animal más (Charles Darwin) y la última herida narcisista que hace 100 años nos infringió la ciencia es aquella en donde el subconsciente es el motor más importante del hombre. Posteriormente nos dice el autor que hubo otras más tal como la de Allan Turing considerado el padre de la computación, indirectamente demostró que el último orgullo del hombre, su inteligencia, podía simularse mecánicamente y una última más promovida por los sociólogos: la teoría sistémica dice que la sociedad no está compuesta por personas, sino por comunicaciones. Las disertaciones de Bolz son de gran relevancia ya que en el transcurso de éstas y según a medida que la ciencia avanza el rol del hombre juega un papel de interferencia, el foco de atención ya no está en el ser humano.

El primer cambio de paradigma hacia el siglo XXI es “el nivel de las técnicas culturales” al que Boltz lo emparenta con las tesis de Marshall McLuhan La Galaxia de Gutenberg en donde la cultura de la lectura ha sido reemplazada por el medio de la computadora. El lugar que ocupaba el libro ha sido reemplazado por el hipertexto y la hipermedia que son la manera de nuestro saber acerca del mundo y sus representaciones, la linealidad y consecución del libro son sus propios límites de su capacidad representativa y no alcanzan para representar la complejidad de nuestro mundo actual. El siguiente cambio de paradigma es el que resulta del intercambio y la transmisión de la experiencia “cada vez resulta más difícil transmitir de manera plena de sentido las experiencias que uno ha ido acumulando en la propia vida a los alumnos o a los hijos. Si no se puede vivir sin orientación, entonces ¿qué reemplaza la tradición que hacía a la orientación? se pregunta Bolz. Su tesis es que la orientación ha sido reemplazada por el “gerenciamiento de la información” que se da a través del diseño de la información sostenido por las computadoras y la industria del software “el diseño debe reemplazar a la orientación gracias a la experiencia transmitida por la tradición” La información aún no es saber, puede ser la antesala de la misma siempre tomando en cuenta factores tales como el exceso de la información, los filtros que se deberán aplicarse para obtener un saber utilizable reitera Bolz, sin embargo para orientarse en el mundo (en el actual) no se trata solo de combinar (informaciones) sino de olvidar, de ignorar, de borrar información del input para dar cabida a otra información más, al respecto Gregory Bateson afirma que “no se puede vivir sin una goma de borrar” para abrir cada vez más, a informaciones cada vez más interesantes.

El último cambio de paradigma lo refiere a la política y nuevamente medita a través de la aldea global de Marshall McLuhan ahora refiriéndose a la “aldea global” y nos dice que en los años 50 la idea era de dar risa, ahora este concepto de globalidad y tribalidad está tan vigente como nunca antes, el racionalismo de esta idea departe desde la analogía entre la cercanía de las personas, de entre sus espacios vitales y espaciales que promueven un tipo específico de interacción entre las personas que lo habitan, esta aproximación deviene en enterarse con lo que le sucede al prójimo dentro de ese estrecho y delimitado espacio lo que por supuesto nos lleva directamente a los medios masivos de comunicación y a su participación activa y permanente para enterarnos de todo lo que sucede en la aldea global, Bolz cita a William Knoke quien escribió acerca de la placeless society, la sociedad sin lugar quien dice que no tiene sentido seguir hablando de los procesos sociales en términos espaciales ya que dichos procesos ahora se desarrollan en espacios virtuales, entiéndase, el ciberespacio e Internet.

 

Conclusión

En estos tiempos de convulsiones políticas y de saturación informativa, exceso de pantallas y de posibilidades comunicativas e instantaneidad, han provocado como nunca antes manifestaciones inéditas acontecidas y mediadas por el uso de una serie de artilugios tecnológicos que han incidido profundamente en todas las áreas de interacción humana. La magnitud de estas manifestaciones tiene por lo menos dos bifurcaciones que oscilan entre lo verdaderamente positivo y lo profundamente improductivo, sin embargo históricamente, la aparición de una nueva tecnología ha trastocado desde siempre todas las bases sobre la que se ha implantado la civilización humana, los ejemplos paradigmáticos son por supuesto el invento de la prensa de tipos móviles, el Internet, etcétera sin embargo la diferencia fundamental se encuentra en las repercusiones negativas y en los profundos cambios que en este inicio de siglo XXI se vienen sucediendo, cambios en la estructura cognitiva, cambios en las relaciones sociales por mencionar solo algunos. Por tanto, la preocupación de los investigadores surge no de las aplicaciones provechosas de estos artilugios, que también se documentan en libros de ciencia y arte por mencionar algunas, las preocupaciones se encuentran en el extremo opuesto, en lo que estos instrumentos por lo menos en apariencia nos hacen perder como instrumentos culturales.

 

Bibliografía

COSTA, Joan (1987) señalética. Biblioteca CEAC Barcelona.

MORDUCHOWICZ, Roxana. Los chicos y las pantallas. Las respuestas que todos buscamos. FCE

SIBILA, Paula (2008) La intimidad como espectáculo. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires.

SIMONE, Raffaele (2001). La tercera fase. Formas de saber que estamos perdiendo. Editorial Taurus.

SARTORI, Giovanni (2002) Homo videns. La sociedad teledirigida. Taurus

LA FERLA, Jorge (2007) El medio es el diseño audiovisual. Editorial Universidad de Caldas.

 

Citas

1 Costa, Joan (1987) señalética. Biblioteca CEAC Barcelona.

2 Cacho, Lydia.»Por desgracia los farsantes van por allí dominando la política» documento en línea en: http://m.aristeguinoticias.com/1212/mexico/faramalla-millenial/

3 Generación Z, la vida ante la pantalla. Documento en línea en: aristeguinoticias.comhttp://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/02/11/generacion-z-la-vida-ante-la-pantalla-8525.html

4 México se conecta a Internet entre finales de los ochenta y pricipios de los noventa. En ¿Cómo se conectó México a internet? (Primera parte) Documento en línea en: http://www.revista. unam.mx/vol.4/num3/art5/art5.html

5 Internet hace más inteligente a la gente inteligente y más tontos a los tontos Documento en línea en: http://pijamasurf. com/2012/02/internet-hace-mas-inteligente-a-la-gente-inteligen – te-y-mas-tontos-a-los-tontos/

6 Las redes sociales disminuyen el nivel intelectual de las discusiones y conversaciones, o ¿es esta una impresiíon apocalíptica y neolidita? Documento en línea en: http://pijamasurf.com/2015/06/las-redes-sociales-danvoz-a-legiones-de-idiotas-umberto-eco/

7 Proal, Juan Pablo. El celular nos está matando. Publicado en Proceso.com.mx

http://www.proceso.com.mx/427265/el-celular-nos-esta-matando

8 Morduchowicz, Roxana. Los chicos y las pantallas. Las respuestas que todos buscamos. FCE. p. 15.

9 Salerno, Norberto. ¿Qué tienen de nuevo las nuevas subjetividades? Cuadernos del Centro de Estudios de Diseño y Comunicación Nº43 Documento en línea en: http://fido.palermo. edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id _ articulo=8654&id_libro=407

10 Cacho, Lydia. Las apariencias engañan. Artículo de Lydia Cacho. Aristegui noticias. Documento en línea en: http://aristegui – noticias.com/2610/mexico/las-apariencias-enganan-articulo-de-ly – dia-cacho/

11 Sibila, Paula (2008) La intimidad como espectáculo. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires.

12 Simone, Raffaele (2001). La tercera fase. Formas de saber que estamos perdiendo. Editorial Taurus. p.13

13 Sartori, Giovanni (2002) Homo videns. La sociedad teledirigida. Taurus

14 La Ferla, Jorge (2007) Compilador. El medio es el diseño audiovisual. Boltz, Norberto. Comunicaión: cambio de paradigmas ante el siglo XXI. Universidad de Caldas.

15 Mojarro, Tomás. Libertad de expresión, ese mito. Publicado el mayo 10, 2014 por leydet

http://valedor.org/tag/tomas-mojarro/page/12/