Reseña del desarrollo del Examen General de Egreso (EGEL CENEVAL) de la Lic. en Diseño Gráfico

Post date: mayo 18, 2015 | Category: Décimo Cuarta Edición Octubre 2014

RESEÑA ACADÉMICA

Departamento de Diseño de la Universidad de Guanajuato

En abril del 2012 se iniciaron las reuniones de los llamados Consejo Técnico y Comités Académicos para generar el Examen General de Egreso (EGEL) del CENEVAL, para la Lic. en Diseño Gráfico, en el cual participaron 24 universidades tanto públicas como privadas.

 

El EGEL es una prueba nacional, especializada por carrera profesional, que tiene como objetivo identificar en qué medida los egresados de licenciatura cuentan con los conocimientos y las habilidades esenciales para el inicio del ejercicio profesional en el país. El EGEL de la Lic. en Diseño Gráfico comprende tres áreas de conocimiento: Diseño de Comunicación Visual, Producción de proyectos de Diseño Gráfico y Gestión del Diseño Gráfico. El examen está orientado a determinar si los sustentantes son capaces de utilizar lo que han estudiado y aprendido en su licenciatura en situaciones similares a las que enfrentarán en el ejercicio profesional, así como el hecho de que su contenido se encuentra definido en forma precisa y se validó socialmente.

 

La experiencia en la generación del examen nos dejó en claro que no existen unidades teóricas definidas para la enseñanza del diseño claramente se pudieron observar corrientes de predominio según la institución, existen las que se dicen priorizar la gestión, otras están orientadas a lo artístico y algunas otras tienen marcadas tendencias a la actualización de las técnicas de la retórica y así mismo podemos encontrar hibridaciones, pero a la hora de elaborar instrumentos para medir los resultados del proceso creativo con pertinencia a las necesidades de un problema planteado resultan insuficientes todos los instrumentos teóricos que permitan evaluar con justicia las propuestas. ¿Porqué es tan complejo? Por que aún no hay ciencia que logre predecir la reacción de los demás ante el acto de la comunicación, pues esta sujeta a la interpretación y resulta aún más complejo cuando se trata de un estímulo del tipo creativo.

 

Otro tema relevante que observamos, tiene que ver con la terminología empleada en el desarrollo del examen, fue necesario llegar a acuerdos para establecer las formas de nombrar las innumerables acciones, conceptos, casos, productos gráficos y es que nuevamente, de acuerdo con las corrientes de predominio según la institución, la terminología, las denominaciones cambiaban, se requirieron de largas sesiones para establecer el consenso y a su vez la rememoración de los mismos cada vez que se generaba cada uno de los reactivos. Lo anterior desde nuestra perspectiva, aunado a la corriente de cada institución, es derivado del escaso consenso que podemos encontrar también en el material bibliográfico de nuestra área, al parecer cada teórico o experto busca, desde su trinchera, legitimar sus denominaciones, definiciones y teorías, así nos encontramos con los mismos casos o temas donde dependiendo del autor, la forma de nombrarlos cambia.    

 

Un tema más y con igual grado de complejidad resultó definir los conocimientos básicos o generales que todo diseñador debe de contar al egresar. Decidir que sí o qué no es básico implicó una tarea titánica y es que considerando que la idea de que más siempre es mejor,  hacía difícil la decisión de eliminar temas, todo resultaba importante, la currícula de cada institución invariablemente se imponía y no por un asunto de poder, sino que por la propia naturaleza docente que obliga a estar inmersos de manera ineludible en nuestra currícula ésta invariablemente salía a flote. Sin embargo y de manera ineludible también, nos permitió al mismo tiempo abrir horizontes, encontrar aciertos y deficiencias en nuestro plan de estudios y su enfoque y a su vez, puntos de encuentro con otras instituciones. Y definitivamente nos permitió ubicar nuestro lugar como institución, nos dejó ver que si bien existe un sinnúmero de áreas de oportunidad para mejorar, también nos permitió darnos cuenta que el camino andado ha sido el adecuado, pero que el futuro puede rebasarnos y es que sabemos que las tecnologías están abriendo nuevos nichos de trabajo para el diseñador,  por lo que habrá que estar preparados y atentos para enfrentar además los nuevos esquemas de comunicación que justamente las nuevas tecnologías plantean.