Visita a las ruinas de Tamtoc, sitio arqueológico huasteco

Post date: abril 01, 2016 | Category: Décima Tercera Edición Abril 2013

Reseña académica

Aproximadamente una hora de Ciudad Valles, S.L.P. (México) por la carretera al poblado de Tamuin en la desviación al poblado de San Vicente, se encuentra el sitio arqueológico llamado Tamtoc, esta antigua ciudad por su importancia es considerada la capital prehispánica de la región huasteca, ubicada en el meandro del Río Tampaón en una llanura, se llega a ésta después de recorrer en su último tramo un camino sin pavimentar con paisajes donde predomina la vegetación de la selva semi tropical característica de la región que crea la ambientación necesaria para evocar los tiempos ancestrales en que se desarrolló el sitio.

 

 

‘La Venus de Tamtoc’ o ‘Mujer escarificada’, sitio arqueológico de Tamtoc ubicado a una hora de Ciudad Valles, S.L.P.

Al llegar se aprecia una cabaña (unidad de servicios del sitio), donde justo a la entrada sobre una base en alto se encuentra dentro de un cajón la pieza “La mujer escarificada” o también llamada “Venus” (de .50cm de ancho por poco más de 1 metro de alto) recientemente descubierta en 2002, esta pieza de increíble singularidad y belleza forma parte de las piezas esculpidas por los habitantes de Tamtoc o ‘lugar de nubes’ (pieza de la cual hablaremos más adelante). Al encuentro del visitante llegan los encargados del lugar a dar la bienvenida, en este caso el Sr. Vicente García empleado en Tamtoc desde hace diez años fue el encargado de guiarnos en el recorrido.

Tamtoc fue habitada en tres periodos, “…el más antiguo corresponde a la época del surgimiento de la urbe ocurrido cerca del 600 a.C.; el siguiente momento de ocupación se registra entre los años 600 d.C y 900 d.C. cuando al parecer arriba una corriente cultural sin antecedentes en la región y cuyos pobladores se encargaron de rediseñar el aspecto urbano de Tamtoc haciendo patente su liderazgo regional; por último, el periodo correspondiente a la última etapa de ocupación entre 900 y 1450 d.C. en donde ocurre un incremento poblacional importante y una intensa actividad constructiva que da cuenta de una sociedad cada vez más poderosa y compleja” [1].

 

‘La Venus de Tamtoc’ fue una pieza fracturada con fines rituales, por  indígenas huastecos que veneraban la fertilidad y fecundidad humanas.

Por un camino rodeado de árboles, se llega a la ‘Plaza principal’ “…conformado por 23 estructuras arquitectónicas, 18 alrededor de una plaza y 5 en la parte central de la misma” [2], en este lugar se llevaba a cabo la mayor actividad dentro de la urbe. Tamtoc cuenta también con tres montículos principales con varios niveles (algunos superan los 30 metros de altura) están ubicados en dirección este a oeste, originalmente “…sirvieron de base para templos de mucha importancia desde donde se dirigían diversos rituales asociados a la medición del tiempo y al movimiento de los cuerpos celestes” [3], se cree que en estos observaban también la actividad de los alrededores, Vicente García comenta que los indígenas huastecos eran asolados por los chichimecas (entre otros grupos), de tal manera que establecían vigilancia constante en estos sitios, García también comenta que en la parte alta de esos montículos se llegan a escuchar conversaciones de personas que caminan a la distancia, lo cual da una idea del probable uso asignado a estos sitios; en uno de los montículos llamado “El tizate” se encuentra en la parte más alta un área ligeramente por debajo del nivel del piso, que era el área utilizada para los rituales. 

 

 

La pieza se encuentra exhibida sin protección, a la entrada del sitio arqueológico de Tamtoc.

De particular interés cultural y estético es el llamado “Megalito de la sacerdotisa” encontrado cara abajo en 2005 en un nacimiento de agua del que parten dos canales (en el lugar es conocido como “La noria”, lugar donde se originó la antigua ciudad), de este manantial se recuperaron una serie de ofrendas como “La mujer escarificada” y este megalito de aproximadamente 6 toneladas (de 7 x 4 metros) con interesantes figuras en bajo relieve que hablan de la riqueza cultural de esta antigua civilización, el monolito fue puesto nuevamente de pie y ubicado en un soporte que permitiera poder apreciarlo de nuevo, esta pieza de gran tamaño tiene al centro una sacerdotisa que muestra su osamenta en la cabeza, a sus lados hay dos mujeres sin cabeza de cuyos cuellos parten líneas de lo que algunos creen es sangre o agua (―hay varias interpretaciones, explica Vicente García), las tres mujeres apoyan sus pies en calaveras, los arqueólogos Estela Martínez y Guillermo Córdova encargados del sitio creen se trata de una representación del inframundo, los chorros que salen de los cuellos de las mujeres a los extremos tienen unas volutas como pequeñas abstracciones de olas de agua, la sacerdotisa toma con los brazos en alto estos chorros que llegan a ella también al ombligo, las mujeres sostienen con los brazos arriba unas coronas, a la mitad de la loza dentro de estos patrones lineales en forma de rombos y ‘x’ se encuentran soportados por el cuello cuatro pericos, en la parte superior se encuentra unos glifos de los cuales aún no se tiene interpretación exacta pero se cree eran glifos calendáricos; toda la pieza está dedicada al culto por la fertilidad que para los huastecos era tema de suma importancia y a ésta dedicaban buena parte de sus deidades y rituales. 

 

Zona conocida como ‘La noria’ dentro del sitio arqueológico de Tamtoc, en la foto vestigios del taller de labrado en piedra.

Cerca del «Monumento 32» o «Megalito de la sacerdotisa»  se encuentra el sitio donde labraban la piedra, para la Maestra Estela Martínez Mora arqueóloga actual encargada del sitio desde 2008 por parte del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) “…el taller de lapidaria se suma a las evidencias de que en el sitio se elaboraba escultura de alta calidad por artistas sumamente especializados”, cuestión sobre de la cual no hay duda, al menos seis esculturas descubiertas en este sitio destacan por su factura, originalidad y belleza son: La Sacerdotisa, La Mujer Escarificada, El Gobernante y la estela de Los flamencos.

Dentro de las ofrendas encontradas en el «Munumento 32» está “La venus” o «Mujer escarificada» una pieza muy importante, se trata de una escultura de granito (material que no se encuentra en la región, por lo que se cree la obtuvieron por medio del comercio) descubierta en 2005, sin piernas, brazos ni cabeza, la cual fue fracturada en pedazos con fines rituales, esta pieza llama la atención por la finesa de su factura que de acuerdo al arqueólogo Guillermo Ahuja Ormaechea (quien inició la excavación del sitio en 2001) puede competir con las esculturas más finas de cualquier parte del mundo [4], esta pieza tiene múltiples pequeños abultamientos o escarificaciones (palabra derivada de la palabra inglesa scar o cicatriz) que forman líneas y rombos en ambos lados del pecho y en ambos muslos (52 de un lado en el pecho y 104 en uno de los muslos), los huastecos acostumbraban pintarse el cuerpo y producirse cicatrices como estas introduciendo en heridas auto infringidas donde introducían ceniza u otros materiales de tal manera que estos abultamientos quedaban en la piel de manera permanente, en el caso de esta pieza se cree que se simbolizó un sacrificio humano con el objeto para propiciar la fertilidad debido a que se encontraba en el nacimiento del agua, al respecto Guillermo Ahuja menciona: »Estaríamos enfrente no de una diosa, sino de una sacerdotisa sacrificada, lo cual nos indicaría la importancia de la mujer como portadora del tiempo. […] A partir de sus periodos menstruales, la mujer tiene la capacidad de ir configurando la contabilidad, a partir de ciclos de 28 días, lo que sirvió como base para el calendario» [5]. Cuando observé esta pieza de manera personal la asocié a las esculturas hechas en la India u otras culturas caracterizadas por su alta calidad escultórica, nuestro guía mencionó que incluso se creyó no había sido elaborada en Tamtoc, sin embargo al asistir al Museo Regional Huasteco en Ciudad Valles pude observar pequeñas piezas en barro con las mismas soluciones estéticas en la forma que las de «La mujer escarificada» (ver foto), además de lo que pude advertir en la solución de un fragmento de la mano en «La venus» la cual es similar a las soluciones en otras esculturas huastecas; por lo que en lo personal ―considero―, no hay duda que se trata de una escultura de la región, con mayor precisión y realismo en la representación la cual es de una belleza asombrosa.

 

Vista del sitio arqueológico de Tamtoc desde uno de los tres montículos de más de cien metros de altura, en la foto se puede observar otro de los montículos y basamentos de edificaciones de la plaza principal de Tamtoc.

Existen más puntos de interés en Tamtoc, lo que aquí se ha esbozado es apenas una muestra mínima, ya que existen más esculturas monumentales como la del «Gobernante», o los entierros de individuos encontrados en esta vasta área de más de 133 hectáreas, o incluso huesos de animales prehistóricos, hay que mencionar que muchos de estos vestigios se encuentran guardados por no contar con un espacio de exhibición, en 2004 se había descubierto apenas el 25% de la ciudad «…64 de las 225 estructuras, algunas de las cuales se cuentan entre las 10 más grandes del país» [6]. Sobre su situación actual tenemos que el INAH envía una vez por año a un equipo de arqueólogos tan solo un mes, lo cual es francamente insuficiente, a pesar de lo anterior, de haber sido un lugar saqueado y de contar con esta evidente pobreza de interés institucional, se han descubierto más de 70 mil vestigios en esta ciudad que por su monumentalidad ha sido comparada con Teotihuacán, lo que muestra que este sitio tiene cuantiosas preguntas sin responderse aún.

 

En el meandro del río Tamuín se encuentra ubicada la antigua ciudad de Tamtoc.

 

La visita a la ciudad finalizó al ponerse el sol, tras una provechosa caminata de dos horas escuchando el aullido de un coyote en las cercanías que anunciaba el final del día, acompañado de las reflexiones que crea un sitio extraordinario que impone un respeto profundo a nuestra cultura y ancestros.

Cynthia Villagómez,

Invierno 2013.

  

 

Tamtoc o ‘Lugar de nubes’.

 

Agradecimientos:

Al Sr. Vicente García guía en Tamtoc, al Licenciado José Antonio Pérez González ciudadano vállense que amablemente nos condujo al sitio.

Índice de citas:

[1] Instituto Nacional de Antropología e historia. http://www.inah.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=5542. Consulta: 7 marzo 2013. Texto Mtra. Estela Martínez Mora y Guillermo Córdova Tello, DEA-INAH.

[2] Ibídem.

[3] Ibídem.

[4] José Luis Santos Fernández, Tamtoc, la mítica Aztlán. http://archive.is/d58T. Consulta 12 marzo 2013.

[5] Tamtoc. http://www.digitaltraduc.com/ARTICULOS_INTERES/TAMTOCK/Tamtock.html. Consulta: 12 marzo 2013.

[6] José Luis Santos Fernández, op. cit.

Fuentes:

Visita y documentación a la ciudad de Tamtoc, 17 de febrero 2013.

Visita y documentación Museo Regional Huasteco, Ciudad Valles, S.L.P., 16 de febrero de 2013.

Recursos electrónicos:

Instituto Nacional de Antropología e historia. http://www.inah.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=5542. Texto Mtra. Estela Martínez Mora y Guillermo Córdova Tello, DEA-INAH

José Luis Santos Fernández, Tamtoc, la mítica Aztlán. http://archive.is/d58T

Tamtoc. http://www.digitaltraduc.com/ARTICULOS_INTERES/TAMTOCK/Tamtock.html.

Tom Gidwitz. http://www.huasteca.tomgidwitz.com/html/the_slab_-_an_artist_s_renderi.html