Iconología y Naturaleza en la Arquitectura Religiosa

Post date: agosto 08, 2020 | Category: Décima Novena Edición Agosto 2019

SECCIÓN: Artículos

Paola Ayesha Corral Avitia

Profesor Investigador Departamento de Diseño de la Universidad de Guanajuato

correo: paolacorralavitia@gmail.com 

Resumen.

La naturaleza como fuente de inspiración ha llevado a la creación de innumerables hechos de los cuales muchos de ellos se pueden ver, escuchar, degustar, oler o sentir. El manejo de la naturaleza se puede ver aplicada en la arquitectura religiosa tanto en portadas, retablos, pinturas, mobiliario o bien en accesorios localizados tanto en los interiores como exteriores de las mismas, simbolizando alegorías de la Vida de Cristo y representados por medio de la conjugación de ciertos elementos como la flora y la fauna. A partir de ello se realizará un análisis de los principales elementos de la naturaleza que se encuentran inmersos en esta arquitectura, tocando el tema a partir de la concepción de la naturaleza desde las culturas mesoamericanas y el resultado de la arquitectura religiosa después del Concilio de Trento, el cual influyó para la implementación de estos elementos.

Palabras clave: Elementos de la naturaleza; arquitectura religiosa; iconología.

Introducción.

El tema de la naturaleza es muy amplio y para ello es necesario contextualizar acerca del término. Aristóteles, en el Libro II de La Física, afirmó que pertenecen a la naturaleza las cosas que tienen en sí mismas el principio de movimiento y reposo (lo son por naturaleza); todo lo demás existe por convención. Según esta distinción, ya presente en los sofistas, son por naturaleza el hombre, los animales y las plantas; y por convención la obra humana (Grillo, D. 2005;95). De igual manera el clima, la geología de la tierra, el universo, las galaxias y todo lo que en ellas se encuentran, tanto las montañas, como el agua, las constelaciones, el cielo, el sol, la luna, la tierra y todo lo relacionado con ellos y sus atributos de belleza, orden y perfección son considerados como naturaleza.

La naturaleza es y ha sido concebida por muchos artistas ya sea poetas, escultores, bailarines, pintores, músicos o arquitectos como la concepción de algo perfecto ya sea por su belleza, proporciones, simetría, colorido, patrones, texturas, diversidad, etc., de aquí que se tome como punto de inspiración para diversos productos artísticos. Como resultado de ello podemos ver, escuchar y palpar creaciones tan diversas como elementos de la naturaleza hay en el mundo.

La arquitectura como el arte de proyectar y construir edificios está íntimamente relacionada con el diseño, el cual debe cumplir con los requisitos mínimos de funcionalidad y estética, reflejando al mismo tiempo el gusto de los usuarios. La arquitectura en sí resuelve problemas de habitabilidad y confort, pero al mismo tiempo se convierte en una acción que trasmite mensajes relacionados a un entorno cultural, político y económico de una sociedad determinada. En base a lo anterior se puede establecer la importancia del significado que trasmite una obra arquitectónica, siendo esto lo que está íntimamente ligado a la fuente de inspiración. La arquitectura debe, por lo tanto, expresar una idea y un significado que se pueda trasmitir a los usuarios, pensando siempre en crear un buen diseño. De no ser así, todo diseño será concebido como malo o de mal gusto.

Desde los inicios de la vida humana el hombre ha contado con los elementos de la naturaleza; su primer techo, las cuevas, sus primeras construcciones con ramas, piedra y hojas, y así el desarrollo de la arquitectura, empleando como materia prima y medio de inspiración, lo que el medio ofrecía. Actualmente se puede ver que la naturaleza es utilizada en varios aspectos dentro de las obras de arquitectura ya sea como elemento constructivo, decoración, ornamento, proporción, simbolismo, mimesis, o bien como concepto de diseño. De esta manera se entiende como los elementos de la naturaleza pueden ser utilizados dentro de la arquitectura, y en este estudio en específico como elementos simbólicos y de ornamentación dentro de los cultos religiosos, cuya naturaleza está íntimamente ligada a distintas alegorías de la iglesia católica, lo cual se explicará en los próximos apartados.

Metodología.

La metodología que se utilizó para la realización del presente documento fue documental con un estudio descriptivo. Se trata de un tema que se basa en hechos históricos, los cuales ya fueron documentados, y al mismo tiempo de análisis de algunas imágenes y templos para la ubicación de los elementos de la naturaleza, corroborando en bibliografía el simbolismo de cada uno.

El análisis que se pretende realizar en el presente documento trata sobre el simbolismo y representación iconológica de la arquitectura religiosa, enfocado a los elementos de la naturaleza y para ello se partirá del entendimiento de algunos conceptos; símbolo, simbolismo, iconografía e iconografía.

Según el diccionario de la Real Acadmemia (RAE, 2014; 2014), el símbolo es entendido como un elemento u objeto material que, por convencion o asociacion, se considera representativo de una entidad, de una idea, de una cierta condicion, etc., por lo cual se puede comprender que el simbolismo comprende un conjunto de símbolos que unidos representan algo. En este caso en específico se convierten en un elemento central de las religiones y los mitos, de aquí que las construcciones cuenten con un gran valor de identidad para las personas por el significado que brindan a la sociedad.

Al abordar el estudio y la interpretación del simbolismo en el arte es necesario recurrir a la iconografía y la iconología y para esto es necesario diferenciar cada una de ellas para su empleo en una investigación. Según lo que menciona Panofsky, E. (1995) la iconografía es la rama de la historia del arte que se ocupa del asunto o significación de las obras de arte, en contraposición a su forma. Según su etimología griega eikon “imagen” y graphein “describir’, se define como la descripción de las imágenes. Por otro lado, en la iconología el sufijo griego “logia” denota algo interpretativo, es en sí el descubrimiento e interpretación de los valores simbólicos y según Reau, L (2013;13) se ha especializado en la acepción de ciencia de las alegorías, pero que en realidad significa ciencia de las imágenes.

La manera de abordar el tema es por medio de la identificación de los elementos de la naturaleza que más sobresalen y se repiten en algunas construcciones religiosas en México, explicando el significado que se le da a cada elemento, tomando como referencia que el símbolo en este caso se convierte en un elemento central de las religiones y los mitos (iconografía e iconología). Cada elemento representa un libro abierto para la enseñanza del catolicismo, ya que cada uno de ellos tiene una representación iconológica relacionada ya sea con la vida de cristo, santos, alegorías, atributos, pecados, entre muchos otros elementos, que nos dan un significado completo de la iglesia.

Resultado y Discusión.

La naturaleza en la religión y cultos en Mesoamérica.

Los elementos de la naturaleza han sido fuente de inspiración de las personas desde el inicio de la creación humana y lo es precisamente en el tema relacionado con lo divino, creencias y religión, de aquí que su mayor manifestación se encuentre en la arquitectura, pintura, escritura, escultura y todo lo relacionado a las expresiones artísticas. Para dar inicio con el análisis, se partirá de las culturas mesoamericanas, considerando que los cultos de estas civilizaciones estaban vinculados con la naturaleza y sus elementos, aspectos que podemos ver como representaciones iconográficas y que han servido de ejemplo para diversas manifestaciones y creaciones artísticas.

Para estas culturas existía un lazo muy fuerte con el cosmos y la naturaleza, en donde las divinidades y los dioses eran considerados su mejor medio de expresión. Sin embargo, la diferencia del diseño de las ciudades prehispánicas radica en que están resueltas con alegorías, metáforas y formas, en donde se puede observar la trasformación de la flora y fauna como es el caso del árbol, las flores, mariposas, serpientes, aves, etc. De igual manera, se puede ver que el planteamiento de la mayoría de las ciudades desde el punto de vista urbanístico, arquitectónico y de culto fueron pensados bajo estos elementos como divinidades, aspectos que se analizarán de manera general en las siguientes líneas.

En relación con el tema del planeamiento urbano, la mayoría de los centros ceremoniales tenían una clara relación a cuestiones astrales consideradas como parte de la naturaleza. Un ejemplo de ello se presenta en el centro ceremonial de Teotihuacán en donde la disposición urbanística está circunscrita a posiciones astrales vinculadas con la geografía del lugar, y relaciones calendáricas entre estrellas y las estaciones de lluvia y cosechas. La elección del sitio obedece en este caso a razones de índole religiosa (X. de Anda, 2013). De esta manera tanto la pirámide del sol, la luna, los observatorios, etc., son solo algunos ejemplos relacionados a este tema.

Los centros ceremoniales por otra parte estaban conformados en su mayoría por grandes plataformas y templos en la parte superior, la estructura del templo era así por que tenía que simbolizar la montaña, el lugar elevado por excelencia que permitía a los mortales acercarse a los dioses (Longhena, M. 2013). Un tema sobresaliente dentro de este apartado es la veneración que realizaban a los dioses en estos centros ceremoniales, basados muchos de ellos en elementos de la naturaleza. De esta manera se pueden observar representaciones de seres, formas, naturaleza, símbolos, entre otros más.

Seppe, V. (2015), nos menciona que:

“Los dioses mesoamericanos representan diferentes elementos del cosmos, de la naturaleza y las actividades humanas. En el panteón mesoamericano hay dioses que simbolizan los astros como el Sol, la luna, el planeta Venus y los dioses de la tierra, el viento, la lluvia, el agua y el fuego, así como dioses que representan a las plantas como el maíz y el maguey.” (s/p)

Entre los casos que se pueden tratar son variados por lo que solo se mencionaran algunos de ellos. Por un lado, está la representación del jaguar ya que se decía encarna la fuerza divina. El culto al jade, piedra de color verde que junto con el agua simbolizan la vida y la fertilidad. El Sol como astro de vida y luz y la luna como divinidad femenina y de fertilidad. Por otro lado, existía una veneración a la lluvia y al rayo. El maíz y la agricultura eran protegidos por una divinidad ya que era la principal actividad agrícola con la que se contaba al igual que el cacao. Con lo anterior se relaciona la serpiente emplumada, que no es más que la representación de una serpiente recubierta con plumas del pájaro quetzal, el cual está asociado a la fertilidad del suelo y con la estrella vespertina (Venus), el viento, la medicina y las artes.

De esta manera, se pueden ver algunas representaciones relacionadas con dioses y veneraciones, que sin duda varían un poco en nombre dependiendo de la cultura y la percepción que se tenía hacia dichos elementos. La importancia de este apartado radica en la influencia que se tenía de la naturaleza para la vida diaria del ser humano y como a partir de esto se crearon obras con un valor simbólico de gran relevancia en nuestros días.

Representación de la Naturaleza en la arquitectura religiosa.

La representación iconográfica en la arquitectura religiosa se relaciona con un proceso de catequización en la Nueva España, bajo medidas que adoptó la iglesia para asegurar un clero más moral e instruido. Surge bajo un estilo barroco (arquitectura religiosa barroca novohispana) hacia mediados del siglo XVII. De esta manera tanto las pinturas y esculturas que se encontraban en los templos ya sea en el interior o exterior de este, estaban basados en libros de catequesis bajo los parámetros iconográficos que marcaba el Concilio de Trento.

Según lo que nos menciona Farga, M. (2013):

“Las conclusiones del Concilio de Trento fueron determinantes en la formación del Arte Barroco, ya que, en gran medida, este sería el medio propagandístico de la iglesia católica. En su última sesión, en diciembre de 1563, se aprobaron instrucciones decisivas para la creación artística “… por medio de las historias de los misterios de nuestra Redención, descritos en pinturas o en otras representaciones, el pueblo sea instruido y confirmado en el hábito de recordar y meditar continuamente los artículos de Fe”. Las recomendaciones iconográfico-formales dadas por el Concilio podrían resultar, según algunos teóricos de la época, en: 1) claridad, sencillez y compresibilidad, 2) interpretación realista, y 3) estimulo sensible a la piedad.” (245)

Tras la conquista española se buscaba ante todo la conversión de los indígenas, y bajo las premisas de enseñanza y conversión, en la Nueva España se construyeron templos con un gran valor simbólico. De esta manera en la arquitectura religiosa surge la implementación de seres, flora, animales, elementos naturales, conjugados con santos, ángeles, y ciertos elementos de la iglesia, los cuales en conjunto representarían la iconología religiosa.

 

Imagen 01. Trabajo donde se puede observar la implementación de distintos elementos de la naturaleza como ornamento y como un conjunto iconológico. Portada principal del Templo de Mineral de Cata, Guanajuato, Gto. Fotografía de Autor.

Monterrosa, P. (1979), en su Manual de Signos Cristianos expone referente al arte colonial:

“Sabidos es, que el Arte Colonial, en su enorme mayoría, es un arte religioso de carácter didáctico, hecho para dialogar con él; fachadas, retablos, pinturas y escultura, tienen un mensaje, una historia, o una simple narración que puede comprenderse si a través de la iconografía nos iniciamos en su lenguaje.” (07)

La razón de darle este sentido y lenguaje simbólico a los diferentes elementos de la naturaleza inmersos en la arquitectura religiosa obedece a los diversos atributos y relaciones con los contenidos contextuales en los diversos escritos litúrgicos e incluso de la tradición religiosa. La representación de estos elementos es muy variada, por lo que se expondrán los que tienen mayor importancia, siendo estos, los más comunes de encontrar tanto en interiores como exteriores de los templos, ya sea en pinturas o bien en ornamentos de cantera o madera.

Uno de los elementos que más se pueden observar como parte de ornamentación y simbolismo es el manejo de las uvas y el trigo, los cuales unidos representan la eucaristía y son para los cristianos el símbolo de la iglesia y el Salvador Crucificado; las uvas el vino (sangre) y el trigo el pan (cuerpo), representando así, la sangre y cuerpo de Cristo. El uso de la Granada es debido a su conformación de granos unidos, los cuales forman el fruto, esto representa a los miembros de una comunidad formando una iglesia.

Imagen 02. Detalle de Tiara papal, dentro de una hornacina de venera o concha. Empleo de follaje. Acceso principal al Templo de San Diego, Guanajuato, Gto. Fotografía de Autor.

Las especies vegetales que más se observan son las palmas, que indican cuando un santo murió martirizado o bien la azucena que representa pureza y castidad y se relacionan principalmente con la Virgen María y San José. La Palmera y el Cedro, enfocados a la Virgen María, considerados como arboles siempre fértiles y que nunca secan. El uso de Follaje es el elemento que más predomina como parte ornamental y de simbolismo representando la sangre de Cristo que es derramada sobre nosotros.

Tratando el tema de las aves la de mayor significado es la paloma, ya que simboliza el espíritu santo y al mismo tiempo representa la paz que debe reinar en nuestros corazones. Los pájaros a su vez hacen referencia a la Eucaristía y a las almas bienaventuradas; el Pavorreal simboliza inmortalidad, mientras que el Ave fénix se le representa por renacer de sus cenizas al igual que Cristo.

Imagen 03. Representación de San José con el Niño en brazos, con una vara de azucena en su mano derecha. Segundo cuerpo de la entrecalle central de la portada principal de la Catedral de Chihuahua, Chih. Uso de Follaje como simbolismo de la sangre de Cristo. Fotografía de Autor.

El tetramorfo, como un conjunto de cuatro seres en torno al trono de Dios, corresponde a los cuatro evangelistas; Marcos, Lucas, Juan y Mateo, autores de sus respectivos evangelios, en donde su función es la de alabar, glorificar y dar gracias al todopoderoso a través de sus evangelios. Estos seres se relacionan con el libro del Apocalipsis y el fin de los tiempos.

Hernando, I. (2011), explica con relación al tema de la representación de los Tetramorfos:

“Partiendo de estos elementos comunes, se pueden distinguir varias formas diferentes de representar al tetramorfo. La primera sería como símbolo, es decir como cuatro figuras independientes de león, toro, hombre y águila, generalmente con alas…La segunda sería con cuerpo de hombre, cabeza de símbolo y alas… La tercera sería como escritores o evangelistas acompañados de su símbolo… Una cuarta, más difícil de encontrar, aunque con diversos ejemplos en la Península, es aquella en que cuatro ángeles sostienen en sus manos los símbolos del tetramorfo…” (62)

El evangelista Marcos es representado como león, ya que este simboliza fuerza, de aquí que sea interpretado como la Fuerza de la Voluntad de Dios. Lucas, es el Toro ya que posee un corazón fuerte y habla del Sentimiento de Cristo. Por otro lado, Juan, como águila representando el pensar de Cristo y por último Mateo, el hombre, quien habla de la Vida de Cristo como Hombre.

Jesús hijo de Dios o Jesucristo se puede ver representado de diversas formas entre ellas; Cordero, Pelicano o como Pez. El primero de ellos, hace referencia al sacrificio de corderos por los pecados del pueblo, actividad realizada antiguamente. De esta manera se entiende que Jesús fue enviado para ser sacrificado por nuestros pecados siendo el cordero de Dios. El Pelicano se auto inflige para sacarse la sangre quitándose las plumas y dando su sangre a sus crías que al igual que Jesús dio su sangre por nuestra salvación. Por último y no menos importante la representación como Pez, cuyo significado es diverso. Algunos autores lo relacionan a la promesa de Jesús a Pedro y Andrés, quienes estaban pescando en las orillas del Mar de Galilea, para lo cual Jesús los llamo “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres” (Mateo 4, 18). Otra definición se explica cuándo Jesús se manifestó por tercera vez a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos y ofrece pan y pescado repartiéndolo entre los mismos (Juan 21, 1-12). Otro significado se da en relación con la palabra Pez, “cuando el pez se toma como símbolo de Cristo, su nombre griego lkhthys se considera conformado por las iniciales de las palabras Iêsoûs KHristós THeoûs hYiós Sôtèr [‘Jesu-cristo, de Dios Hijo, Salvador’] (Guénon, R. 1976; 169).

Imagen 04. Izquierda, hornacina con veneras en la parte superior, como la gracia de Dios que cae sobre ellos. Derecha, pila bautismal con forma de venera y utilización de follaje. Templo de San Diego, Guanajuato, Gto. Fotografía de Autor.

Las conchas o veneras, localizadas por lo general en pilas bautismales, o como hornacina donde se localizan ya sean santos, apóstoles, ángeles, etc., están asociadas al agua y el bautizo como símbolo de la gracia de Dios que cae sobre los humanos.

Otra forma de identificar los elementos de la naturaleza en el arte cristiano es en los atributos de los Santos que son utilizados para caracterizar a cada uno de ellos de modo especial y están ligados a la vida, leyenda o elemento de martirio. De esta manera se pueden identificar al águila de san Juan Evangelista, el cordero de Juan Bautista, San Francisco de Asís con el Lobo, aves, y pez, Felipe Neri, con un Lirio, Zacarías, con la paloma o lirio, San Pedro con un Gallo, y así, muchos otros más, en donde la lista puede ser interminable.

Imagen 05. Detalle de retablo localizado en el Templo de Mineral de Cata, Guanajuato, Gto. Se observan racimos de uvas y concha al centro del elemento con follaje. Fotografía de Autor.

Imagen 06. Detalle de retablo localizado en el Templo de Mineral de Cata, Guanajuato, Gto., donde se pueden observar follaje, conchas que albergan ángeles con flores. Fotografía de Autor.

De la misma manera en que se utiliza la naturaleza para las representaciones de la vida de Cristo, también se pueden encontrar elementos relacionados con el pecado. La manzana, por ejemplo, sustituye en muchos casos la idea de los higos del pecado por el “fruto prohibido”, pensando en que el Antiguo Testamento nunca se menciona una manzana, pero si se menciona que cuando Adán y Eva se sintieron desnudos se cubrieron con hojas de higueras, por lo que se supone que la fruta prohibida era el mismo higo. Entre los animales que más se relacionan con el pecado es la serpiente (en el jardín del Edén, que contribuyó a la expulsión de Adán y Eva del paraíso). También se pueden encontrar cerdos, cabras, monos, cotorras, entre otros.

De esta manera se puede ver que la lista de elementos de la naturaleza que se manejan en la iconología religiosa es muy variada e infinita. Tratar cada uno de ellos contribuiría a un estudio más minucioso y detallado, como es el caso de los santos y evangelistas. De tal manera, como se explicó anteriormente, en el presente documento solo se exponen los que se pueden ver con mayor regularidad en los templos, tanto en pintura, como en escultura, mobiliario, accesorios y la misma arquitectura.

Conclusiones.

Así como la naturaleza se ha convertido en modelo de estilo, podríamos decir que la observación de la naturaleza permite encontrar elementos descriptivos con un significado en la iconología religiosa. Como se mencionó anteriormente, la naturaleza fue tomada como punto de inspiración para muchas representaciones, debido a la percepción que se tiene de ella en cuanto a perfección y a que son elementos que todos conocen. La iconología cristiana, toma características de cada uno de ellos relacionándolo al significado que se quiere dar, igualándolo a algún personaje, alegoría, o bien como ornamento.

El tema de la iconología es muy importante y debe ser tratado con mucho cuidado y con muchas referencias contextuales sobre el reconocimiento de un lenguaje de un tiempo y de un lugar, incluso en este lenguaje, para que realmente funcione debe haber una persona que se encargue de descifrar todos estos símbolos. El estudio semiótico en la arquitectura, por si solo es todo un tema de desarrollo complejo y va directamente estructurado con la arquitectura misma y dirigida a una sociedad en particular.

La arquitectura religiosa se convierte en un libro para la enseñanza y conversión de los fieles. Cada elemento, vestimenta, color, línea o detalle tiene un significado en particular que está relacionado con episodios de la vida y esto logra un aprendizaje más claro acerca del cristianismo. Tanto la escultura como la pintura inmersa en la obra arquitectónica son sin duda el mejor medio de expresión que se tiene para lograr comprender el simbolismo imperante en cada época de nuestra historia y los elementos de la naturaleza han formado parte esencial de este significado.

Como se mencionó anteriormente la naturaleza fue, es y será por siempre un elemento de inspiración para distintas ramas de estudio, ya sea por su concepción de belleza, proporción, simetría, color, patrones, estructura, conformación, propiedades, etc. Cada elemento posee características muy particulares, las cuales son tomadas, en este caso en específico para la creación de obras artísticas, que además de expresar belleza, brinda un significado con un simbolismo muy particular.

 

Bibliografía.

RAE, (2014). Diccionario de la Lengua Española, Real academia española, Edición del tricentenario, Tomo II, 2014.

Farga, M, (2013). Historia del Arte, segunda edición, ed., Pearson, México.

Longhena, M. (2013). México antiguo; historia y cultura de los pueblos de Mesoamérica, ed. Océano.

Monterrosa, P. (1979). Manual de símbolos cristianos. Instituto de Antropología e Historia. México.

Panofsky, E. (1995). El significado en las Artes Visuales, Versión de Nicanor Ancochea, Arte y Música, Alianza Editorial, Madrid.

Reau, L. (2000). Iconografía del Arte Cristiano, ediciones del Serbal, España.

X. de Anda. (2013). Historia de la Arquitectura Mexicana, ed., Gustavo Gili, Tercera edición ampliada, Barcelona.

 

Referencias electrónicas.

Grillo, D. (2005). La arquitectura y la naturaleza compleja; arquitectura, ciencia y mimesis a finales del S.XX, Tesis de Doctorado, Universidad Politécnica de Cataluña, Departamento de Composición Arquitectónica, Barcelona. Recuperado el 02 de marzo del 2017 en http://upcommons.upc.edu/bitstream/handle/2117/93400/01ACdg01de01.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Hernando, I. (2011). El Tetramorfo. Revista Digital de Iconografía Medieval, 3(5), 61-73. Recuperado el 02 de marzo del 2017 en http://s3.amazonaws.com/academia.edu.documents/40678705/2011_RDIM_5_Tetramorfo.pdf?AWSAccessKeyId=AKIAIWOWYYGZ2Y53UL3A&Expires=1493393019&Signature=cWON2rUIVSYMMygzIv6hHQJOT2A%3D&response-content-disposition=inline%3B%20filename%3DEl_Tetramorfo_Revista_Digital_de_Iconog.pdf

Seppe, V. (2015). Dioses y culto religioso en Mesoamérica, Historia de México 1, Universidad Nacional Autónoma de México, portal académico. Recuperado el 14 de marzo del 2017 en http://portalacademico.cch.unam.mx/alumno/historiademexico1/unidad2/mesoamerica/diosesycultoreligioso

 

Referencia de imágenes.

Imágenes 01, 02, 04, 05 y 06. Tomadas por el autor: MRSM. Paola Ayesha Corral Avitia, en la ciudad de Guanajuato, Gto., año del 2017.

Imagen 03. Tomada por el autor MRSM. Paola Ayesha Corral Avitia, en la ciudad de Chihuahua, Chih., año del 2008.

 

Referencia del Autor.

Arquitecta por el Instituto Superior de Arquitectura y Diseño de Chihuahua, Maestra en Restauración de Sitios y Monumentos por parte de la Universidad de Guanajuato. Actualmente Profesor Investigador de Tiempo Completo de la Universidad de Guanajuato, adscrita a la División de Arquitectura, Arte y Diseño, Departamento de Diseño, Programa en Diseño de Interiores. Maestra titular en talleres de diseño en diversos semestres. Los temas de investigación que se han abordado se relacionan con la arquitectura, diseño interior, restauración y sustentabilidad. Miembro del Cuerpo Académico “Diseño y Artes”. Perfil PRODEP 2013, correo electrónico: paolacorralavitia@gmail.com