Post date: agosto 10, 2020 | Category: Décima Novena Edición Agosto 2019
Resumen
La falta de accesibilidad en los contenidos digitales es un factor de exclusión social y educativa, traduciéndose, además, en rezago tecnológico, principalmente para las Personas con Discapacidad (PcD). Ante esto, esta investigación propone una mejora en los materiales didácticos educativos digitales para estudiantes de 5º grado de primaria, disponibles en la plataforma @prende 2.0, en los cuales se hace un diagnóstico sobre su nivel de accesibilidad digital. Se trata de una investigación de Diseño Centrado en el Usuario —que utiliza listas de cotejo con características técnicas necesarias para ser usados por PcD— que evidencia lo poco accesibles que son éstos, haciendo manifiesto el descuido en su planeación y desarrollo, lo que coadyuva a una exclusión educativa. En este sentido, podemos asegurar que la inclusión educativa es prácticamente inexistente si no considera la accesibilidad; las estrategias de inclusión digital deben garantizar el acceso al hardware, al software y los contenidos digitales.
Palabras clave: Accesibilidad. Material didáctico. Personas con Discapacidad. Inclusión digital.
Introducción
En los últimos años se han popularizado los términos inclusión y accesibilidad, sin embargo, al mismo tiempo, ha resultado complicado para el Gobierno y la sociedad convertir este discurso en acciones concretas. Prueba de ello es la falta de espacios físicos aptos para la estancia y traslado de Personas con Discapacidad (PcD), debido a las múltiples barreras del entorno. En los espacios físicos son evidentes las limitaciones de acceso, no obstante, en los espacios digitales —entornos indispensables para la comunicación y acceso a la información— resultan menos visibles estas limitantes, al menos para personas sin discapacidad. Para las PcD no sólo resaltan las barreras, las cuales generan exclusión social y educativa, sino que impiden su acceso a la información, educación y servicios prestados, esto, a través de dichas tecnologías.
Para efectos de la presente investigación se tomará la definición de accesibilidad presente en el artículo 2º, sección I, de la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, publicada en México en 2011 la cual define que es un conjunto de
medidas pertinentes para asegurar el acceso de las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones con la demás, al entorno físico, el transporte, la información y las comunicaciones, incluidos los sistemas y las tecnologías de la información y las comunicaciones, y a otros servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público, tanto en zonas urbanas como rurales; (Segob, 2011).
El concepto está estrechamente relacionado con las PcD, las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y demás servicios públicos, no solamente en entornos físicos, por lo que poner en práctica la accesibilidad educativa integra también los entornos digitales, los cuales deben incluir a los estudiantes con discapacidad, pues éstos son parte de la matrícula escolar pública y privada. De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) del 2014, la prevalencia de la discapacidad en México fue del 6 por ciento, equivalente a 7.1 millones de habitantes con respecto a la población total, de los cuales, el 17.9 por ciento tenían de 0 a 29 años, equivalente a 1.3 millones de habitantes (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2017). La ENADID considero este grupo de edad para medir la asistencia escolar, que en personas sin discapacidad fue del 60.6 por ciento contra el 46.5 de PcD, es decir, un 14.1 por ciento de diferencia (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2017). Ante esto, la institución apuntó:
… este grupo poblacional sigue teniendo barreras como pueden ser la actitud de algunas personas, falta de profesores cualificados (sic), disponibilidad de planes de estudio, materiales adaptados a sus necesidades y la poca accesibilidad tanto en las escuelas como el camino para llegar a ellas, sólo por mencionar algunos obstáculos que pueden enfrentar para acceder a ámbitos tan importantes como el educativo. (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2017)
A pesar de esto, existe un amplio porcentaje de estudiantes con discapacidad que asisten a la primaria, que requieren de la eliminación de barreras físicas, de trato y de contenidos. A lo anterior, los especialistas en el tema consideramos que la solución no es generar escuelas especiales para garantizar su derecho de educación, pues esto representa una forma de exclusión social en la educación básica; al contrario, creemos, los centros educativos deben estar preparados para la incorporación de estudiantes con discapacidad y, paulatinamente, eliminar los elementos de exclusión o generadores de rezago educativo, sobre todo en lo que refiere a las TIC y materiales didácticos digitales.
México se encuentra en el lugar número 95, según la clasificación 2015 del Índice de Desarrollo de las TIC (Micheli & Valle, 2018), es decir, existe un rezago —brecha digital— muy marcado en el uso, disponibilidad y aprovechamiento de estas tecnologías, ante esto, son las PcD quienes se encuentran en una situación más vulnerable aún debido a la baja, o nula, accesibilidad en los sitios web, aplicaciones, contenidos digitales y materiales didácticos, por ello es imprescindible mantener la atención en la accesibilidad digital.
Los materiales didácticos digitales han adquirido importancia mayor en la educación debido a la incorporación de las TIC dentro y fuera de las aulas. Estas tecnologías dieron pie al surgimiento de diversas modalidades de enseñanza-aprendizaje, mismas que se han incorporado a los centros académicos, desde educación básica hasta nivel superior. Las modalidades enlistadas a continuación son una prueba de la relación TIC-enseñanza-aprendizaje, por lo que no garantizar la accesibilidad en tecnologías y contenidos representa impedir que las PcD sean partícipes de estas modalidades.
- e-learning: aprendizaje conocido como formación on-line, cursos virtuales, formación a distancia, etc.
- b-learning: es una modalidad hibrida entre la formación presencial y la formación a distancia.
- m-learning o mobile learning: es hacer uso de dispositivos móviles, conectados a Internet, dentro o fuera del aula con fines educativos.
- u-learning, ubiquitous learning o aprendizaje ubicuo: es una mezcla de los tres aprendizajes anteriores que permite generar un aprendizaje autónomo (Alarcon, Mendoza, & Monroy, 2019).
La aplicación de los tipos de aprendizaje, en donde las TIC juegan un rol importante, se encuentra ya dentro de centros académicos, sobre todo con la implementación en México del Programa de Inclusión y Alfabetización Digital (PIAD) llevado a cabo en 2015. Este programa tuvo como objetivo la incorporación de las TIC en el proceso de enseñanza-aprendizaje para desarrollar el potencial humano de los mexicanos con educación de calidad, esto, mediante la entrega de tabletas digitales a estudiantes de 5º y 6º grado en primarias públicas (México Digital, 2014).
Respecto al uso de las tabletas digitales como apoyo educativo, en la guía para la Inclusión Digital de Alumnos con Discapacidad, publicada en 2015 por la Secretaría de Educación Pública (SEP), se brindó un acercamiento a los padres de familia y docentes para saber cómo acompañar a los estudiantes con discapacidad en esta nueva dinámica, en esta instrucción se sugería activar el uso de tecnologías asistivas en los dispositivos, tales como: el sintetizador de voz, los subtítulos, gestos de ampliación, texto grande, retraso de pulsación prolongada y el giro de pantalla automático, además del uso de aplicaciones y sugerencias de instalación de éstas, tanto para estudiantes en general, como para estudiantes con tipos de discapacidad específicos (SEP, 2015).
Sin embargo, la guía carecía de una configuración especial de las tabletas, es decir, sólo contaban con características de accesibilidad iguales al groso de los dispositivos electrónicos disponibles en el mercado, sin prestar atención en garantizar que los contenidos fueran incluyentes para los usuarios con diferentes tipos de discapacidad. La principal herramienta del programa era una plataforma denominada @prende.mx, instalada en las tabletas que se otorgaron a los estudiantes, esta aplicación contenía recursos didácticos para estudiantes, alumnos y familiares, no obstante, debido a déficit presupuestal para el programa y a que no se lograron los resultados esperados (León, 2016), en 2016 se anunció la cancelación del PIAD. Los reportes de la Organisation for Economic Co-operation and Development atribuyen las fallas de la inclusión digital a la poca disponibilidad de conexión de Internet, la carente preparación de los docentes para integrar la tecnología en la enseñanza, la falta de un plan de estudio de habilidades digitales y la preparación pedagógica de los docentes (Organisation for Economic Co-operation and Development, 2015).
El mismo año de la cancelación del programa PIAD se dio a conocer el Programa de Inclusión Digital (PID), con el objetivo de “promover el desarrollo de habilidades digitales y el pensamiento computacional de manera transversal al currículum de acuerdo al contexto y nivel de desempeño” (SEP, 2016) teniendo como principal herramienta el programa @prende 2.0, siendo esta una plataforma con contenidos en línea que funciona mediante el módulo de distribución de recursos educativos digitales:
Los recursos educativos digitales son distribuidos de forma gratuita a través de Internet mediante el módulo que se encuentra dentro de la Plataforma @prende 2.0. Dicho módulo puede ser utilizado por los más de 19 millones de alumnas y alumnos inscritos en primaria y secundaria; los más de 192 mil docentes de educación básica, además de madres y padres de familia y público en general. Asimismo, el módulo es accesible para personas con discapacidad. (SEP, 2016)
A partir de esta declaratoria, realizada en el marco de las estrategias del PID, se evaluará y medirá el grado de accesibilidad de los recursos educativos distribuidos, por ende, también, el nivel de cumplimiento de lo declarado por la SEP.
En un estudio realizado por la Asociación Nacional de Psicología Evolutiva y Educativa de la Infancia, Adolescencia y Mayores, se hace manifiesta la falta de accesibilidad de los contenidos educativos dentro de las TIC, donde un 42.1 por ciento de las PcD visual mencionan que en el campo educativo, los documentos que les proporcionan en los centros, o encuentran en la web, no son accesibles (Escandell, Fortea, & Castro, 2014). También se encontró que sólo el 50 por ciento de las PcD saben utilizar las TIC —un bajo porcentaje hablando de cobertura, sobre todo porque la tendencia al uso de los dispositivos electrónicos sigue a la alza.
En 2015, los estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO ), entre ellos México, celebraron el Foro Mundial sobre la Educación, que culminó con la Declaración de Incheon para la Educación 2030, aprobada el 21 de mayo del mismo año. En ésta se propone el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4) cuya visión es “garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos, comprometiéndose con una agenda de la educación única y renovada que sea integral, ambiciosa y exigente, sin dejar a nadie atrás” (UNESCO, 2016). El séptimo punto de esta declaratoria se centra, principalmente, en el tema de inclusión y equidad:
La inclusión y la equidad en la educación y a través de ella son la piedra angular de una agenda de la educación transformadora, y por consiguiente nos comprometemos a hacer frente a todas las formas de exclusión y marginación, las disparidades y las desigualdades en el acceso, la participación y los resultados de aprendizaje. Ninguna meta educativa debería considerarse lograda a menos que se haya logrado para todos. Por lo tanto, nos comprometemos a realizar los cambios necesarios en las políticas de educación y a centrar nuestros esfuerzos en los más desfavorecidos, especialmente aquellos con discapacidad, para velar por que nadie se quede atrás. (UNESCO, 2016, p. 7)
Por su parte, la Secretaría de Gobernación (Segob) publicó en el Reglamento Interior de la Secretaría de Educación Pública, en el artículo 30, fracción XIII —modificado por última vez en febrero de 2016—, una disposición en la cual se le atribuye a la Dirección General de Materiales Educativos lo siguiente:
Proponer a la Coordinación General @prende.mx el uso de materiales educativos con componentes digitales vinculados a los procesos pedagógicos de enseñanza y aprendizaje de la educación básica y especial. (Segob, 2016)
En lo que respecta a las PcD, la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, dentro del marco de acción del artículo 12, que hace referencia a la educación, declara las siguientes acciones en las fracciones I, II y VI, respectivamente:
Establecer en el Sistema Educativo Nacional, el diseño, ejecución y evaluación del programa para la educación especial y del programa para la educación inclusiva de personas con discapacidad;
Impulsar la inclusión de las personas con discapacidad en todos los niveles del Sistema Educativo Nacional, desarrollando y aplicando normas y reglamentos que eviten su discriminación y las condiciones de accesibilidad en instalaciones educativas, proporcionen los apoyos didácticos, materiales y técnicos y cuenten con personal docente capacitado;
Proporcionar a los estudiantes con discapacidad materiales y ayudas técnicas que apoyen su rendimiento académico, procurando equipar los planteles y centros educativos con libros en braille, materiales didácticos, apoyo de intérpretes de lengua de señas mexicana o especialistas en sistema braille, equipos computarizados con tecnología para personas ciegas y todos aquellos apoyos que se identifiquen como necesarios para brindar una educación con calidad; (Segob, 2011)
Las normas, leyes y recomendaciones que se presentan dan muestra que la inclusión educativa ha estado en la agenda pública durante las últimas dos décadas, asimismo se han utilizado diversos instrumentos para garantizar su éxito, entre ellos la accesibilidad. Las más recientes estrategias del Gobierno mexicano han sido, principalmente, la entrega de equipos para asegurar la disponibilidad para los estudiantes, así como el desarrollo de una plataforma que ponga a disposición materiales educativos digitales.
La inclusión y accesibilidad dejaron de ser temas de buena voluntad para convertirse, en lo que va de este siglo, en una serie de compromisos nacionales e internacionales, en donde se reconoce la necesidad de garantizar el acceso a bienes y servicios, tanto de forma física como digital. Existe una relación indisociable de los términos inclusión y accesibilidad, ya que para que se evite la exclusión de las PcD en las estrategias educativas todos los productos y servicios deberán tener algún nivel de accesibilidad, considerando la eliminación de barreras para no dejar fuera de los programas sociales a ninguna persona, ni por su condición, sexo y etnia, entre otras condiciones.
Metodología
Es una investigación de tipo descriptiva, con una base metodológica de Diseño Centrado en el Usuario, la cual tiene un enfoque en las necesidades de cada tipo de usuario y en los criterios de usabilidad. A partir de los criterios y necesidades, se realizaron evaluaciones de manera heurística, evaluando los materiales de acuerdo con pautas y requerimientos técnicos específicos de asociaciones y literatura de creación de materiales digitales para PcD. Las evaluaciones fueron aplicadas con validaciones directas a los materiales y no con pruebas a usuarios, ya que el concepto a evaluar, desde el enfoque de usabilidad, es la accesibilidad, factor de diseño que evita la frustración del usuario, catalogado como higiénico y con alto grado de objetividad (Hassan, 2006).
El diagnóstico se realizó a la plataforma @prende 2.0, disponible en el sitio https://www.aprende.edu.mx/. Se seleccionaron 113 contenidos educativos digitales disponibles para estudiantes de 5º grado de educación básica, por ser el nivel de primaria con un repositorio mayor. Los recursos están clasificados de la siguiente manera:
- Audio
- Documento
- Interactivo
- Video
Imagen 1: Plataforma de recursos educativos digitales @prende 2.0.
No se considerarán las aplicaciones que se encuentran disponibles, pues se ajustan más a la definición de software que de contenido. Para cada tipo de recurso en la clasificación que tiene la plataforma se realizó una lista de cotejo como instrumento de evaluación basada en las Pautas de Accesibilidad para el Contenido Web 2.0 (World Wide Web Consortium, 2009); la guía para crear contenidos digitales accesibles: documentos, presentaciones, vídeos, audios y páginas web (Hilera-González & Campo-Montalvo, 2015); y Web accesibility and the needs of users with disabilities (Dellaporta, 2007). Se utilizaron las pautas, necesidades o sugerencias de cada material bibliográfico mencionado, que aplican para cada tipo de material educativo, es decir, quedaron fuera las Pautas de Accesibilidad para Contenido Web, las cuales refieren únicamente a video en directo, ya que ninguno de los materiales disponibles en @prende 2.0 contiene video en directo. Cada lista tiene requerimientos de accesibilidad según la discapacidad, ordenada por el tipo de pauta, necesidad o sugerencia.
Asimismo, se utilizó una computadora de escritorio y no una tableta digital para la evaluación, ya que es limitado el número de componentes de accesibilidad que se pueden verificar, además de que no necesariamente es el instrumento por el que acceden los estudiantes de educación básica, sobre todo, tomando en cuenta que el Gobierno canceló el programa de entrega de tabletas.
A continuación, se presentan los instrumentos de evaluación utilizados por tipo de recurso:
tablas
Las herramientas de apoyo para las validaciones son: VoiceOver, herramienta gratuita de lector de pantalla; snook.ca, herramienta para medir el contraste de colores frente-fondo; y Acrobat Pro, herramienta de lectura y validación de accesibilidad para PDF .
La medición es de tipo cuantitativa, realizando validaciones absolutas para cada requerimiento, marcando cada material con un cumplimiento (Sí), incumplimiento (No) o no aplica (NA). Se contabilizaron el total de los materiales que aplicaban para poder cuantificar un porcentaje de cumplimiento.
Resultados
En general había disponibilidad de los materiales evaluados dentro del catálogo de 5º grado de primaria, es decir, de materiales que se pueden descargar, reproducir o visualizar. Para este apartado es oportuno aclarar que, para facilitar la comprensión de los resultados, se redondean las cifras y se generalizan algunos requerimientos de accesibilidad (si se desean los datos completos y precisos del estudio, se recomienda consultar el anexo I).
El sitio muestra que hay dos materiales educativos en formato de audio, con 100 por ciento de disponibilidad; 14 en formato de documento, con 28 por ciento de disponibilidad; 94 en formato de interactivo, con un 99 por ciento de disponibilidad y; dos en formato de video, con un 100 por ciento de disponibilidad. Los formatos que no están marcados como disponibles es porque el enlace de descarga no funciona o porque, a pesar de poder descargarlo, no funciona el archivo.
En el formato de audio, estos materiales sólo cumplían con los requerimientos de lenguaje simple y limpieza de audio; ninguno de los dos, cuenta con transcripción, interpretación en Lengua de Señas Mexicana (LSM) o, en su defecto, alternativas para transmitir la información por algún otro medio, lo que podría ser muy útil cuando el usuario es una Persona con Discapacidad Auditiva.
Los formatos de documento resaltan por su poca disponibilidad, ya que de 14 que declara el sitio, sólo se pueden descargar cuatro: tres en formato PDF y uno en JPEG . De estos, sólo puede ser evaluado el primer formato, pues es el único de los dos que permite más elementos además del pixel, en cambio el JPEG es un formato cuyos metadatos se limitan a información fotográfica. Los que se encuentran en PDF tienen un 100 por ciento de satisfacción al evitar el color como un elemento indicador, mientras que el 66 por ciento tiene un buen contraste de texto-fondo, aunque ninguno cuenta con alternativas de color, ya que no son documentos interactivos.
Los puntos anteriores son fundamentales para garantizar la visualización para a las personas con daltonismo. Los documentos carecen de una barra de navegación del documento conocida como tabla de contenidos interactiva, que es de mucha utilidad, sobre todo porque los archivos son documentos largos —todos libros con una extensión mayor a las 50 páginas—. En cuanto a los elementos no textuales, sólo un documento cuenta con etiquetas para imágenes, títulos y figuras, sin embargo, ninguno tiene descripciones de imagen. Los documentos permiten el uso del lector de pantalla, pero ninguno cuenta con especificación del idioma, ni del título del documento en los metadatos, opciones que se configuran de forma sencilla y rápida. Por esta razón, aunado a otras evidencias características del archivo, es claro que estos formatos fueron digitalizados a partir de la versión impresa, es decir, no fueron pensados, desde origen, para publicarse por un medio digital.
Un formato interactivo, por su naturaleza, brinda la posibilidad de insertar más variedad de medios, ya sean audios, videos o documentos, por esta razón es el instrumento de evaluación más robusto. La mayoría son bien evaluados en maquetación, facilidad de uso, consistencia y uso de la tipografía en el diseño. Además, resultan ser estables cuando se aplica una magnificación con el sistema operativo, así, cuando se hace uso del acercamiento en el navegador, los objetos mantienen su posición en relación con los demás elementos y no se dispersan o enciman unos con otros. Los interactivos obtuvieron un 97 por ciento de estabilidad en relación con el nivel de zoom, aunque se atribuye el alto nivel de satisfacción, en el requerimiento, al tipo de archivos de maquetación fija utilizados, como: SWF y HTML , siendo este último un formato que, a pesar de la posibilidad de ser responsivo, no se optó por ese tipo de maquetación. El 34 por ciento de los interactivos son SWF y el 66 por ciento son HTML, de este último porcentaje, sólo el 30 por ciento está diseñado para ser leído por el lector de pantalla, principal tecnología asistiva utilizada por las Personas con Discapacidad Visual al interactuar con una computadora.
Es notable que sólo 20 por ciento de los materiales pueden ser leídos por el lector de pantalla convencional, de libre acceso; de ese porcentaje, el 26 por ciento cuenta con una alternativa textual para el contenido no textual y descripción de gráficos o elementos multimedia. En los recursos con animaciones, incluidas como parte de la narrativa digital o como pieza clave para la comprensión de los contenidos, la audiodescripción de las acciones ni siquiera figura, lo que provoca que la información contenida o marcada no esté disponible para usuarios ciegos. Lo mismo ocurre para el contenido de video.
En este sentido, ningún recurso cuenta con operabilidad o navegación mediante el uso del teclado, ni mapeo de teclado, opciones imprescindibles para que un formato como el SWF sea accesible, mediante una computadora, para una Persona con Discapacidad Visual. Además, estas opciones brindan la posibilidad de navegación para personas con una condición de habilidades motoras finas limitadas.
La cobertura de requerimientos para personas con debilidad visual, en las opciones que brindan para magnificar el contenido es de 31 por ciento y su única alternativa es el botón de pantalla completa. Asimismo, ningún material brinda un mecanismo para ampliar el tamaño del texto a 200 por ciento, requerimiento mínimo según las Pautas de Accesibilidad Web. Para los usuarios con daltonismo, el contraste de color aceptable cubre el 66 por ciento y las alternativas de esquemas de color o selección de color de frente y fondo no están cubiertas en absoluto.
Para las Personas con Discapacidad Auditiva, del total de recursos que cuentan con diálogos de voz, 84 por ciento incluye subtítulos como alternativa de acceso a la información, cifra que resulta alta; sin embargo, es necesario aclarar que se registraron como válidos aquellos audios que leían algunos párrafos contenidos en las pantallas del interactivo, presentes únicamente en los archivos SWF disponibles. Hay ausencia definitiva en el uso de LSM, por lo que no se registra recurso alguno que cuente con interpretación para contenido textual o auditivo.
Finalmente, en los parámetros para video, el único punto que obtiene la categoría de satisfactorio es la facilidad de reproducción, con 100 por ciento. No hay video que aplique a alternativa de audio para sólo video pregrabado, ya que todos los recursos están acompañados por audio. Ninguno de los videos cuenta con audio descripciones, LSM, transcripciones o subtítulos. La carencia del último punto también se atribuye a la plataforma en donde están hospedados los videos, www.aprende.org, que tiene su propio sistema de reproducción de videos sin soporte de subtítulos.
Propuesta de mejora
Con base en las evaluaciones y en las recomendaciones de las fuentes, a partir de las cuales se hicieron los instrumentos de evaluación, se proponen adecuaciones a realizar para cada formato y tipo de recurso, que no necesariamente es la totalidad de lo enunciado en los instrumentos de evaluación.
Comenzando con el audio, cuando se diseña un recurso educativo es requisito pensar en el usuario más vulnerable, que en el caso de las PcD son los usuarios sordos. La alternativa mínima que se debe cubrir en este caso es colocar en la misma página de reproducción del audio un apartado en donde se halle una transcripción del guión de audio y, de manera deseable, un recurso en formato de video, ya sea animado o de acción en vivo, con interpretación de LSM.
En los formatos de documento, el usuario en riesgo son los usuarios con discapacidad visual. La interacción de los documentos resulta especialmente difícil, ya que el lector de pantalla utilizado durante la evaluación no entra al área de contenido con las aplicaciones, usualmente utilizadas, para su apertura: Acrobat Reader o Acrobat Pro. Se opta, entonces, por leerlos desde el navegador en el enlace de descarga.
La prioridad para estos documentos es colocar la información de forma textual, es decir, en texto incrustado y no en texto como imagen; si el documento es largo, es preciso colocar una tabla de contenidos interactiva que permita desplazarse a otras partes del documento o fragmentar (el documento) en varios, ya sea por tema o capítulo. Sin embargo, lo realmente importante con este tipo de recursos es que, desde la planeación, estén pensados para su salida digital y, si se realiza una adaptación del impreso al digital, el diseñador prepare las configuraciones mínimas, como el archivo de maquetación nativo para exportar un archivo interactivo que funcione de manera más intuitiva.
En relación al diseño, es deseable que la maquetación se haga a partir de una retícula de manuscrito o, en su defecto, de columnas, debido a su simplicidad y facilidad para llevar un orden lógico; habrá que evitar a toda costa diseños complejos, muy elaborados o libres. Es deseable, asimismo, comenzar a migrar los formatos de documento a publicaciones digitales, genéricamente conocidas bajo el nombre de ePub —más amigable con el lector de pantalla convencional—, debido a que pueden marcar elementos de la misma forma en cómo se hace con HTML.
Como se ha mencionado, los formatos interactivos son más complejos por la diversidad de medios que soporta, por ello todos los usuarios con discapacidad pueden llegar a estar en riesgo. En general, la recomendación es incrustar formato de texto, que las imágenes cuenten con una descripción, colocar subtítulos o transcripciones a los audios, audiodescripciones a los videos y animaciones cuya acción sea necesaria para la comprensión de un tema. También es necesario exportar en formatos que no requieran un software sofisticado para su apertura y aprovechar la misma complejidad del formato para brindar mayores opciones de operación. Si un contenido está utilizando el audio para dar lectura a bloques de texto, es necesario que se lean todos los bloques, por pequeño que éste sea, de lo contrario, en los bloques que no tengan audio habrá información suprimida para las Personas con Discapacidad Visual.
Con relación al diseño se requiere homologar la forma de operar y navegar por el interactivo, debido a que actualmente cuentan con cuatro plantillas, cuyos botones y forma de interacción varían. Es conveniente consolidar en un solo diseño los cuatro existentes y que la navegación sea consistente, no sólo dentro del recurso, sino entre recursos, para que los estudiantes no tengan que “aprender” a operar el interactivo antes de enfocarse en su contenido.
Imagen 2: Capturas de pantalla de los recursos interactivos digitales @prende 2.0.
El hallazgo que se considera más importante con relación a los recursos interactivos es su formato, ya que domina el uso de tecnologías flash. El formato de flash player, cuya extensión es SWF, tiene diversos problemas de accesibilidad, entre los que destacan: los lectores de pantalla no detectan el contenido dentro de la ventana de aplicación de flash player y cuando en un archivo HTML se incrusta un desarrollo de flash, el lector de pantalla que sí puede acceder a la página detecta el contenido como vacío.
Lo anterior no significa que un formato SWF no pueda ser accesible, sino que, como todos los formatos, tiene requerimientos específicos en su desarrollo. Una ventaja es la capacidad de incluir contenido de JavaScript, lenguaje de programación que permite a los desarrolladores el mapeo de teclado para versiones de escritorio y mapeo de zonas táctiles en dispositivos móviles, muy útiles para Personas con Discapacidad Visual. Hay herramientas que desarrollan contenido SWF con opciones de accesibilidad, pero también hay requerimientos específicos por tipo de herramienta para la exportación de un archivo accesible. En general los contenidos con formato HTML se presentan como más accesibles.
Los videos tienen como usuario en riesgo a Personas con Discapacidad Visual y auditiva; para los primeros se recomienda colocar audiodescripciones, sobre todo para acciones que complementen la comprensión del tema; y para Personas con Discapacidad Auditiva, subir videos a una plataforma que brinde la posibilidad de activar subtítulos —Youtube, por ejemplo— y capaz de generarlos automáticamente, así como colocar al menos una transcripción en formato de texto del contenido sonoro del video, para que la información del contenido sea accesible. Es deseable que para los primeros niveles de primaria se cuente con una interpretación en LSM.
No es necesario obtener todas las validaciones o requerimientos de los instrumentos de evaluación aplicados en esta investigación para considerar accesible un material digital, lo que se requiere es dar alternativas para que los contenidos lleguen completos a todos los usuarios sin importar su condición. Por ejemplo, se puede prescindir de opciones de alternativas de color, o cambio de texto y fondo, siempre que los contenidos tengan un contraste mínimo; también se pueden omitir las descripciones en los píes de imágenes para formatos HTML, siempre y cuando la imagen esté etiquetada con la descripción.
Discusión
En México las acciones en torno a la inclusión digital se ha llevado a cabo en los últimos 20 años a partir de la perspectiva del acceso al hardware —desde el programa Red Escolar en 1997—, centrando los esfuerzos en la implementación de los siguientes programas: computadoras en el programa Red Escolar, ciclo 1997-2004; computadoras, proyectores y pizarrones interactivos en el programa Enciclomedia, ciclo 2004-2011; aulas telemáticas en el programa Habilidades Digitales para Todos, ciclo 2009-2014; laptops en el programa Mi compu.mx, ciclo 2013-2014; y tabletas en el Programa @prende.mx, ciclo 2014-2016 (SEP, 2016). Todos ellos se han utilizado como parte de una política pública educativa por encima de las necesidades de acceso de las PcD; a los programas se les han asignado presupuestos elevados para la adquisición de equipos que, a pocos años de su adquisición, quedan obsoletos debido a su alto factor de depreciación. Por otro lado, la inclusión de las TIC no está únicamente en el acceso al hardware, sino en el aprovechamiento del mismo y la eficacia en el uso del software.
Es elemental que los estudiantes reciban clases de cómputo desde temprana edad y no como estrategia para remplazar las asignaturas de desarrollo integral, sino como herramientas que potencializan el aprendizaje de dichas asignaturas, las cuales otorgan una independencia y responsabilidad de la adquisición del conocimiento.
La inclusión digital es un proceso que debe comenzar con el docente, porque no es de utilidad tener aulas equipadas con tecnología de punta si no hay personal capacitado para su uso y aprovechamiento. El proceso debe ser continuo, ininterrumpido, sin importar los cambios de administración. Las TIC pueden ser aprovechadas desde cualquier dispositivo, siempre y cuando el usuario sepa su aprovechamiento, es por ello que la prioridad de la inclusión digital debe estar del lado del recurso humano, del software y de los contenidos. Tan solo en el programa @prende.mx se entregaron casi dos millones de tabletas digitales a estudiantes de 5º grado de primaria, en contraste con la cifra anterior, sólo fueron 115 los recursos digitales en los que se invirtió para ese mismo grado escolar. Es una desproporción que evidencia la falta de aprovechamiento de los equipos, aunado a los problemas de conexión en el acceso a Internet.
La accesibilidad, como estrategia de inclusión, ha sido abordada por el sector educativo en México desde dos perspectivas: física y de actitudes. La primera mediante la difusión de manuales de accesibilidad física que explican las características de los edificios y adecuaciones para que Personas con Discapacidad Motriz puedan trasladarse al aula; la segunda mediante guías de accesibilidad que incluyen información de la discapacidad y sugerencias de actitudes de docentes a estudiantes. No es común aún el ejercicio de la accesibilidad en relación con las TIC.
Conclusión
El hablar de inclusión implica un compromiso con los derechos de todos, sobre todo con las personas que más barreras encuentran en una sociedad desigual. La accesibilidad es una materia primordial de la inclusión, ya que brindar el acceso es el primer paso en el camino de una inclusión social, en este caso educativa. La complejidad de la puesta en marcha del término accesibilidad está en el desconocimiento de sus implicaciones y en la omisión del problema de inaccesibilidad. Es labor de las autoridades educativas reconocer que existen problemas de acceso tanto físicos como digitales. Las soluciones a los problemas físicos responden a asignación o carencia de presupuestos, pero la solución a los problemas digitales responde a la responsabilidad social de cada integrante de la sociedad, en especial de los encargados de la impartición del conocimiento.
El primer paso en una estrategia de accesibilidad educativa incluye la sensibilización y concientización del personal docente y de las autoridades educativas respecto a los problemas que trae consigo la exclusión digital. Generar estrategias personalizadas que se adapten a cada plantel educativo debe ser la finalidad para eliminar barreras digitales y, así, garantizar el acceso de la totalidad de recursos a todos los alumnos.
Es fundamental el desarrollo de una guía de accesibilidad para contenidos educativos que esté enfocada en los requerimientos técnicos mínimos para producir contenido educativo, así como los pasos a seguir y parámetros necesarios según el software utilizado para su diseño y programación. Existe software que cuenta con opciones de accesibilidad en el desarrollo de productos digitales, el cual debe ser utilizado y enseñado más en las escuelas de diseño. La misma Coordinación General @prende.mx, encargada de la creación, producción, selección y clasificación de los productos educativos digitales, debe considerar las recomendaciones y pautas de accesibilidad dentro de los criterios a implementar, además de abrir la convocatoria al público en general para la producción, diseño e implementación de los materiales, ya que actualmente la convocatoria para la donación fue dirigida a las instituciones públicas.
Por último, las escuelas profesionales de diseño, públicas o privadas, tienen la responsabilidad de incluir en sus mapas curriculares la accesibilidad digital y motivar a los estudiantes a realizar proyectos de diseño social, que aporten a la temática.
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David Iván Vargas Rodríguez
Diseñador de la Comunicación Gráfica, con especialización en medios audiovisuales. Maestría en Diseño, Información y Comunicación, en la línea de Diseño de Información. El área de investigación que llevo es la Accesibilidad en Contenidos para Personas con Discapacidad.
Formación académica:
2004 – 2008 Licenciatura en Diseño de la Comunicación Gráfica
Universidad Autónoma Metropolitana. Cédula: 5764907
2014 – 2016 Maestría en Diseño, Información y Comunicación
Universidad Autónoma Metropolitana. Cédula profesional: 10580345
Experiencia profesional:
He laborado como diseñador de medios audiovisuales, en una televisora de la UAM Xochimilco, realizando productos de video y animación. Posteriormente diseñé Material de punto de venta en diferentes empresas de México, que manejaban cuentas de Procter & Gamble y Reckitt Benckiser.
Actividades de investigación:
Ganador de los siguientes premios:
- IIIDAward 2017 de bronce en la categoría de Diseño de Información.
- Premio Diseña México 2017 en la categoría de Sitio Web.
- Ponencia nacional d Discapacidad y Empleo en 2017 en la Universidad Iberoamericana.
- Premio Diseña México 2016 en la categoría de Diseño de Experiencias y Espacios Interiores.
- Premio Diseña México 2016 en la categoría de Espacios Educativos.
- Ponencia internacional de Discapacidad y Empleo en Congreso celebrado en Honolulu, Hawaii.
- Tesis de maestría en 2016. InSer: Plataforma web de vinculación Discapacidad y Empleo.
Experiencia Docente:
Cuento con experiencia docente, en donde he impartido clases de diseño de interactivos, web, animación y demás productos digitales en las siguientes universidades: Universidad del Valle de México, Universidad Latinoamericana, Universidad Interamericana para el Desarrollo y Universidad Tecnológica de México.