Televisión: como reducir su impacto negativo

Post date: octubre 10, 2011 | Category: 20 actualidad

Escrito por M.C.D. Cynthia Villagómez Oviedo   

Televisión: como reducir su impacto negativo

FUENTE: http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:aE5mdlG9hoYJ:medios.sochipe.cl/subidos/documentos/Television_como_reducir_su_impacto_negativo.doc+clasificacion+de+programas+para+ni%C3%B1os&cd=21&hl=es&ct=clnk&gl=es&client=firefox-a

La televisión tiene una influencia enorme sobre la forma en que los niños ven nuestro mundo. Desde que nacen hasta los 18 años de edad, los niños pasan más horas viendo la televisión que en la escuela. Entre los aspectos positivos de ver la televisión están el contemplar otros estilos de vida y otras culturas. En la actualidad, los niños entran a la escuela sabiendo más que los niños anteriores a la era de la TV. Además, la televisión tiene un gran poder de entretenimiento. Aunque la televisión puede ser un buen maestro, muchos niños pasan demasiado tiempo frente al televisor, y por lo tanto experimentan algunas de las consecuencias negativas descritas a continuación.

¿Cuáles son los aspectos negativos de la televisión?

1.                La televisión desplaza los tipos activos de recreación. También disminuye el tiempo dedicado a jugar con otros niños. Un niño tiene menos tiempo para usar su imaginación y para pensar. Ver la TV le deja menos tiempo para participar en los deportes, para la música, el arte y para otras actividades que requieren práctica por parte del niño para poder adquirir suficiente habilidad en ellas.

2.                La televisión disminuye el tiempo disponible para la conversación y el intercambio de opiniones. Reduce las interacciones sociales con la familia y las amistades.

3.                La televisión reprime la inclinación a la lectura. Para leer se necesita pensar mucho más que para mirar televisión. La lectura mejora el vocabulario de un niño. La baja en las calificaciones de lectura puede estar relacionada con el tiempo excesivo pasado frente al televisor.

4.                Pasar demasiado tiempo viendo la televisión (más de 4 horas al día) decididamente disminuye el rendimiento escolar. Este exceso de televisión interfiere con el estudio, la lectura y el tiempo para pensar. Si los niños no duermen lo suficiente porque están viendo la televisión, al día siguiente no estarán suficientemente atentos para poder aprender bien.

5.                La televisión reduce la voluntad de hacer ejercicios. Un estilo de vida inactivo resulta en una mala aptitud física. Si a esto se acompaña un consumo frecuente de bocadillos, el hábito exagerado de ver la televisión puede contribuir a crear problemas de aumento excesivo de peso corporal.

6.                La publicidad en la televisión fomenta la demanda de posesiones materiales. Los niños pequeños presionarán a los padres para que les compren los juguetes que ven anunciados.

7.                La violencia en la televisión puede afectar la forma en que un niño piensa acerca de la vida y de otras personas. El hecho de observar violencia excesiva puede hacer que un niño se vuelva muy temeroso acerca de su seguridad personal y del futuro. La violencia en la televisión puede embotar la compasión que un niño normalmente siente hacia las víctimas. Después de ver programas televisivos violentos, los niños pequeños pueden ser más agresivos en sus juegos. Aunque la violencia en la televisión no aumenta el comportamiento agresivo hacia otras personas en la mayoría de los niños, puede hacerlo en los niños impulsivos.

¿Cómo puedo prevenir la adicción a la televisión?

1.                Fomente la recreación activa. Trate de que su hijo se interese en los deportes, los juegos, los pasatiempos y la música. De cuando en cuando, apague la televisión y salga a caminar o juegue con su hijo.

2.                Léales a sus hijos. Comience a leer a sus hijos desde que tengan 1 año de edad y anímelos a que lean por su cuenta cuando crezcan. Algunos padres permiten un tiempo de TV o videos equivalente al que pasan leyendo. Ayúdeles a mejorar sus aptitudes para conversar, pasando más tiempo conversando con ellos.

3.                Limite el tiempo para ver la televisión a 2 horas al día o menos. Una alternativa es limitar la televisión a 1 hora los días de escuela y a 2 ó 3 horas al día los fines de semana. Puede permitirles más tiempo cuando haya algún programa educativo especial.

4.                No use la televisión como distracción o como niñera en los niños de edad preescolar. La televisión para los niños de edad preescolar debe estar limitada a programas especiales producidos para niños pequeños. Como la diferencia entre la fantasía y la realidad en esta edad no es clara, los programas regulares de TV pueden provocar miedos.

5.                Si el niño tiene mal desempeño en la escuela, limite el tiempo de TV a media hora al día. Establezca la regla de que el niño debe terminar primero la tarea y sus obligaciones antes de ver televisión. Si el programa favorito del niño se transmite antes de terminar la tarea, considere grabarle el programa para que lo vea más tarde.

6.                Establezca la hora de dormir sin que se altere por algún programa de TV que pueda interesar a su hijo. Los niños a quienes se les permite estar despiertos hasta tarde viendo televisión normalmente están muy cansados al siguiente día para recordar lo que se les enseña en la escuela. No ponga un televisor en la recámara de su hijo porque eso impide que usted controle el tiempo que mira televisión.

7.                Apague la televisión durante las comidas. El tiempo de la familia es demasiado valioso para desperdiciarlo en programas de televisión. Además, no use siempre la televisión como música de fondo en su casa. Si no le gusta una casa en silencio, intente escuchar música sin letra.

8.                Enséñele a elegir los programas con discernimiento. Encienda la televisión solamente para ver programas específicos. No la encienda al azar para luego buscar algún programa interesante. Enséñele a su hijo a consultar la guía de programación antes de encender la televisión.

9.                Enséñele a su hijo a apagar la televisión cuando termine un programa. Si la televisión permanece encendida, su hijo probablemente se interesará en el programa siguiente y entonces le resultará más difícil despegarse de la televisión.

10.           Estimule a su hijo para que vea programas educativos o que enseñen los valores humanos. Estimúlelo para que vea documentales o dramas de la vida real. Si su hijo ve un programa que incluye amor, sexo, disputas familiares, beber alcohol o consumir drogas, úselo como una manera de iniciar conversaciones familiares sobre esos temas difíciles.

11.           Prohíba los programas violentos. Esto significa que usted debe saber lo que su hijo está viendo y debe apagar el televisor si a usted no le parece que el programa es bueno. Esto también puede incluir a los noticieros. Haga listas por separado de los programas que son adecuados para que los vean los niños pequeños y para los niños más grandes. Haga responsables a los niños más grandes de mantener a los más pequeños fuera del cuarto de TV cuando ellos vean programas no permitidos para los más pequeños. Si no lo cumplen, el programa se debe apagar. La disponibilidad de la televisión por cable y de los videocasetes significa que cualquier niño de cualquier edad tiene acceso a las versiones sin cortes de las películas para adultos. Muchos niños menores de 13 años llegan a tener temores durante el día y pesadillas porque se les permitió ver esa clase de películas. En la actualidad, la mayoría de los programas de televisión están clasificados. La clasificación de los programas de TV son:

o           Y (para todos los niños)

·           Y-7 (dirigido a niños de 7 años o mayores)

·           Y-7-FV (dirigido a niños de 7 años o mayores, tiene violencia de fantasía)

·           G (audiencia general, apto para todas las edades)

·           PG (se aconseja la supervisión paterna, puede contener material inapropiado para los niños)

·           TV-14 (seria advertencia a los padres, el programa puede ser inapropiado para niños menores de 14 años)

·           TV-MA (únicamente para adultos, puede ser inapropiado para niños menores de 17 años).

La mayoría de los equipos de televisión tienen ahora un V-Chip (circuito integrado) que puede bloquear los programas de televisión con ciertas clasificaciones. Pero recuerde, la clasificación de los programas es solamente una guía. No pueden reemplazar su buen juicio. Un programa educativo con animales puede tener la misma clasificación que un dibujo animado violento.

           Si permite que su hijo vea programas que muestran violencia, háblele sobre las consecuencias de la violencia. Señálele la forma en que la violencia perjudica a la víctima y a la familia de la víctima. Si su hijo está perturbado por un programa que ha visto, asegúrese de hablar sobre el mismo con el niño.

           Discuta los anuncios publicitarios con sus hijos. Ayúdeles a identificar los anuncios con alto grado de presión para impulsar las ventas y las aseveraciones exageradas. Si su hijo quiere un juguete basado en un personaje de la televisión, pregúntele cómo lo va a usar en casa. (La respuesta probablemente le convencerá que el juguete servirá para hacer crecer la colección más que para convertirse en algo usado para el juego activo.)

           Explique las diferencias entre la realidad y la fantasía. Este tipo de clarificación puede ayudar a que su hijo disfrute de un programa y, sin embargo, comprenda que lo que está sucediendo en la TV podría no pasar en la vida real.

           Ponga el ejemplo. Si usted pasa mucho tiempo viendo la televisión, puede tener la seguridad de que su hijo hará lo mismo. Además, el tipo de programas que usted vea envían un mensaje muy claro a su hijo.


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Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona sólo para fines informativos y educativos, y no pretende reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico proporcionados por su profesional de atención de la salud.

Escrito por B.D. Schmitt, M.D., autor de «Your Child’s Health», Bantam Books.

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