Post date: enero 23, 2021 | Category: Vigésima Edicion Agosto 2020
Resumen:
El internet y las redes sociales se han convertido en un nuevo espacio de expansión personal. Un lugar donde la información viene y va de manera constante y con rapidez, donde la manera más efectiva de hacerlo es a través de la mezcla de diferentes elementos gráficos como la imagen y el lenguaje escrito. En el contexto actual, una pandemia generada por un virus totalmente nuevo que nos mantiene a todos aislados en nuestros hogares y del cual va surgiendo información nueva todos los días, el flujo de información se vuelve un elemento importante en la vida de todos, no solo para mantenernos informados, sino también comunicarnos con los demás. Instagram es una de las principales redes sociales del mundo y en la cual la información se trasmite de manera eficiente con imágenes. Es en ella donde la información, la comunicación social y el espacio personal convergen, haciéndola una pieza clave para el análisis del comportamiento de la población, en este caso la ciudad de Salamanca, Guanajuato en México.
Palabras clave:
Redes sociales, Instagram, COVID-19, pandemia, comunicación, identidad, imagen.
“El individuo de la era digital dispara su identidad hacia afuera.”
Ernesto Castro (2020)
Introducción: Rol de la imagen compartida en redes sociales en la sociedad contemporánea
Las culturas de imagen que se desarrollan en torno a los medios tecnológicos se definen no solo por las tecnologías en sí mismas, la forma en que las promueven o las formas en que se usan, sino también por los leguajes culturales: técnicas que definen los temas, narración, edición, composición, iluminación y otras características de la imagen.
Un lenguaje visual representa elecciones sistemáticas hechas en cada dimensión visual reconocida como relevante para creadores y audiencias (por esto, es diferente en cada zona geográfica). Mediante un lenguaje fotográfico dado, ciertos temas son más propensos a conectar con ciertas composiciones, luces u otras elecciones particulares.
A lo largo del tiempo y durante la historia de la fotografía se ha podido encontrar diferentes medios como plataformas que han desarrollado la función de capturar, procesar y compartir imágenes. Sin embargo, se califican como plataformas parciales ya que no unieron todas las funciones en un todo, pero impusieron una fuerte estética. La convergencia de estas funciones fue ocasionada a la lenta tasa de cambios tecnológicos y de mercado de sus épocas, a diferencia de la forma en la que actualmente se mejora y desarrolla la tecnología. Nunca se había visto algo parecido a lo que estamos percibiendo actualmente con la creación de las redes sociales y la capacidad de alcance mundial que tienen.
El surgimiento del internet y su evolución hasta lo que es hoy ha puesto a la comunicación como nuevo paradigma y por ende dándole una importancia gigantesca a todas esas conexiones interpersonales que tenemos y forjamos día a día. De acuerdo con Ernesto Castro en el Ojo de Orfeo (2020): “Dentro del internet los usuarios, al considerarse individualmente, son una mera abstracción y solo adquieren sentido y personalidad a través de sus conexiones…”
La identidad de los usuarios de internet termina dependiendo de todos aquellos factores con los que se mide la capacidad de comunicar y socializar en la red (seguidores, likes, etc). Estos son usados con el fin de potenciar el sentimiento de pertenencia a un colectivo o grupo. El internet no es rígido, no nos vemos dominados ni dirigidos por él, esto depende de los usos y prácticas que los usuarios generan a partir de él, por esto mismo la identidad se amolda, los usuarios pueden elegir qué es lo que los rodeará, el tipo de relaciones y personas que quieren ver y mantener cerca.
Instagram es la unión de diferentes elementos de la cultura fotográfica del siglo XIX y XX, como aplicación invitan a capturar, editar y publicar fotos, ver fotos de amigos, descubrir otras, interactuar con los demás, establecer conversaciones etc. Por si fuera poco, en los últimos años, no solo se ha concentrado en este sector de fotografía casual/personal o como portafolio para fotógrafos profesionales, la industria y las empresas han sabido encontrar en ella una herramienta de márquetin gigante con un gran alcance a nivel mundial.
De acuerdo con las estadísticas producidas por el estudio Digital 2020 Global Digital Overview, durante el mes de enero de 2020, se puede observar en primer lugar que Instagram es la 6ta red social más usada en el mundo con más de 1000 millones de usuarios activos, es la red social que mayor crecimiento ha tenido, logrando duplicar el número de usuarios en solo dos años. También se pueden observar en los datos arrojados el rango de edad y género de la audiencia potencial de la publicidad en Instagram, de acuerdo con esto el rango más importante y al que se tiene mayor alcance es a la población que se encuentra entre los 18 y los 34 años y siendo muy parejo el porcentaje entre hombres y mujeres. (We are Social y Hootsuite, 2020.)
Se eligió estudiar la imagen cultural contemporánea vía Instagram ya que tiene varias ventajas, la principal es la esencia y visión bajo la que se rige esta red social: la de subir fotos sobre la marcha, el día a día retratados en fotografías y vídeos cortos, todo en tiempo real gracias a que la compañía no permite publicar fotos en ella desde ninguna otra aplicación, y solamente se puede hacer desde su versión para celular. Hasta el día de hoy se sigue respetando esas normas (2020).
Micronarrativas de Instagram
*Instagramismo*
“…La forma multimedia que combina técnicas de diseño y captura de imágenes con el lente va ligado con un contenido particular. Y juntos, estos elementos crean una “sensibilidad”, una “actitud” o una “tonalidad” particulares. Se va a referir a esta combinación de un formulario multimedia y contenido particular como Instagramismo.” (Lev Manovich, 2017)
Instagram es diferente de otras aplicaciones y redes de intercambio de fotos existentes porque tiene implementados filtros y otras herramientas de edición simples disponibles en su aplicación móvil y en su momento y hasta el día de hoy, generó un aumento de imágenes de buen aspecto, cualquiera que fuesen estas fotos. Poco a poco, Instagram también fue adoptado por millones de jóvenes y personas entrenadas visualmente en todo el mundo para mostrar su fotografía, narrar sus ideas y experiencia y conectarse entre sí.
Al Instagramismo no le importa “contar una historia” y no cuenta con “sujetos” centrales. Las fotos y vídeos de Instagram muestran cosas muy concretas (texturas, manos, flores, cuerpos, paisajes, etc.) pero al mismo tiempo se desdibuja la función semántica de una representación, tanto su característica denotativa como connotativa, no se trata de mostrar o significar y tampoco de transmitir un sentimiento. Algunas de estas fotos pueden parecer de un estilo de vida comercial o de moda, pero no se centran en los objetos directamente, no los venden y tampoco cuentan con modelos de profesión. La atmósfera y el estado de ánimo son lo que más importa.
Las culturas contemporáneas reflejadas en los medios no se pueden encasillar en términos generales, ya que estos son demasiado amplios para capturar las pequeñas diferencias entre las diferentes situaciones culturales y las sensibilidades que importan hoy en día. Cuando las tendencias culturales emergen y se popularizan más rápido que antes, la respuesta de la gente es desarrollar pequeñas variaciones de múltiples cosas ya establecidas. Las «subculturas» dan a las personas herramientas básicas para establecer y formar sus identidades culturales y las cámaras digitales y las herramientas de edición y publicación, como Instagram, proporcionan el mecanismo crucial para perfeccionar e «individualizar» estas identidades básicas, para mostrarse y encontrar a más personas que las compartan.
En resumen, el aspecto clave del Instagramismo es el enfoque en el estado de ánimo y la atmósfera, establecer pequeñas y sutiles distinciones a partir de estas imágenes en términos de lo que se muestra, cómo se muestra y con qué propósito.
El contexto: comunicación en los tiempos de COVID-19
Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales (incluidos los camellos, ganado vacuno, los gatos y los murciélagos) como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19. Tanto este nuevo virus como la enfermedad que provoca eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019. Actualmente la COVID‑19 es una pandemia que afecta a muchos países de todo el mundo.
Una persona puede contraer la COVID‑19 si inhala las gotículas procedentes de una persona infectada por el virus. Es por esto la importancia de mantenerse al menos a un metro de distancia de los demás. Estas gotículas también pueden caer sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, como mesas, pomos y barandillas, de modo que otras personas pueden infectarse si tocan esos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. Por ello es importante lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o con un desinfectante a base de alcohol.
En México, el 27 de febrero se confirmó el primer caso de COVID-19, y como ocurrió en otros países, sorprendió de sobre manera la velocidad con la que se esparcía por el país. Veinte días después de confirmar el primer caso (18 de marzo) se registró la primera muerte por esta enfermedad, un hombre de 41 años quien padecía diabetes y comenzó con síntomas el 9 de marzo. A partir del primer caso registrado, las instituciones comenzaron a ejercer planes contra esta contingencia, como la suspensión de clases en escuelas de educación básica, media superior y superior a partir del 14 de marzo, dando un primer plazo de suspensión del 20 de marzo al 20 de abril. El mismo día, el subsecretario de salud, Hugo López Gatell, dio a conocer una serie de medidas preventivas, a las cuales nombro Jornada Nacional de la Sana distancia. Dentro de ellas se encontraban el resguardo domiciliario, la suspensión de actividades no esenciales y la reprogramación de eventos masivos (conciertos, eventos deportivos y turísticos).
Finalmente, el 30 de marzo México entra en emergencia sanitaria por la pandemia, por ende, se extienden el resguardo en el hogar y la suspensión de actividades no esenciales y escolares.
Desde el anuncio del distanciamiento social y el uso la frase “quédate en casa”, se resaltó el gran índice de desigualdad económica en el país, se hicieron evidentes los altos niveles de pobreza, informalidad laboral y las desigualdades existentes en educación, ingresos y acceso a la salud. Todo esto mostro una realidad en la que no todos los mexicanos pudieron cumplir las recomendaciones. Otra de los problemas que se resaltó fue la deficiencia en el sistema de salud, pues México no contaba con la infraestructura necesaria en caso de que se desarrollara esta situación como en Italia y España. En los lugares donde el COVID-19 se presentaba con mayor intensidad comenzaron las protestas del personal médico, enfermeras y todas las personas que conforman el personal de salud, pues al no brindarles los equipos necesarios los contagios entre ellos se dispararon. Aunado a esto, se creó un odio colectivo hacia este sector salud por una parte de la población que se sentían inseguros al tener que convivir con ellos por miedo a contagiarse.
Al día 25 de mayo, hay 7,633 muertes confirmadas, 14,020 casos activos y 71,105 casos confirmados acumulados. Las medidas preventivas contra el coronavirus (hablamos de confinamiento en casa y la paralización de actividades no esenciales) se han extendido hasta el 30 de mayo para todos aquellos estados y municipios que presentaron casos y se ha ido levantando poco a poco en aquellos en los que no se presentó ninguno. Para la siguiente etapa de la epidemia, el énfasis será el cómo reactivar la economía al tiempo que se trata de controlar la epidemia. Se le denomino “Nueva normalidad” a esta nueva etapa a la que se enfrenta el país, para entrar en ella se presentaron lineamientos generales entre los que destacan medidas sanitarias y de seguridad que se deberán seguir en centros laborales, escuelas, áreas públicas cerradas y abiertas. El gobierno decidió determinar qué actividades serán permitidas y cuales tendrán que esperar en cada localidad por medio de semáforos estatales de riesgo, los cuales deberán ser establecidos por las autoridades de cada entidad con base en la carga epidemiológica, disponibilidad de hospitales, movilidad y más.
Como se puede observar, al ser un evento jamás visto en la época moderna y para el cual no estábamos preparados en muchos aspectos, la pandemia dio a conocer una variante en la manera de informar que empezaba a ser explorada por los creadores de contenido en redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter, etc.) por medio de infografías y demás medios para comunicar de manera rápida, eficiente y que capturaban la atención inmediata del espectador, cosa que los periódicos digitales dejaban a un lado, pues se seguía manteniendo la misma fórmula de su forma impresa trasladada a la plataforma digital.
La pandemia ha acelerado el movimiento de la audiencia por obtener noticias a un alcance más inmediato y accesible, como lo es la pantalla de sus celulares. Los periódicos comenzaron a publicar noticias con redacción corta y precisa, así como eventos virtuales donde se transmite en vivo y en directo conferencias o charlas importantes a través de sus redes sociales.
Mario García, CEO y fundador de García Media da una recomendación para transmitir la información de una manera más rápida y precisa con lo que llama “tarjetas”, que son gráficos en forma rectangular que contienen información con preguntas frecuentes, números/estadísticas rápidas y contenido innovador y perenne. Estas tarjetas se pueden compartir más fácilmente y llevar la marca del periódico más allá de lo que podrían lograr con el periódico tradicional, esto se queda más en la mente de las personas y es mucho más sencillo seguir el paso de los acontecimientos por medio de estos y así poder estar al día. Mario también nos dice que “las impresiones después de esta epidemia tendrán un papel menos destacado, no será lo mismo para las personas y terminaran pasándose directamente hacia la información práctica en su celular.”
Al vivir tiempos en los que las gráficas, números y datos generales están en todos lados y al saturar a las personas con esto, se puede llegar a generar un desinterés en la audiencia, causar menos impacto y concientización, sin embargo, al darle rostro a estos números, al presentar a doctores, enfermeras, victimas reales, se llega mucho mejor a la gente, pues dejan de ser simples números para convertirse en personas reales, genera más impacto observar a las personas que están luchando día a día a que te lo describan en una página en un escrito muy largo.
En resumen, la comunicación digital y sobre todo aquella creada para celulares, tiene que atraer y luego informar, atraer con el diseño, el vídeo, la fotografía o la ilustración para hacer que las personas lean aquello que esta adjunto a ella, o algo mejor, tratar de contar esa historia o gran parte de ella con el recurso visual que se quiera. Tiene que ser fácil de encontrar, de ver y de leer.
Retratando una ciudad en la sociedad digital: población muestra de Salamanca
La investigación a realizar toma lugar en el municipio de Salamanca, Guanajuato. Según la página oficial del INEGI y el último censo registrado en su plataforma realizado en el 2010-2015, este contaba con la siguiente información:
Salamanca cuenta con una población total de 260,732 habitantes, de los cuales, 126,354 son hombres y 134,378 son mujeres. El rango de edades que habitan en este municipio son los siguientes:
– De 0 a 14 años: 45,250
– De 15 a 29 años: 41,396
– De 30 a 59 años: 61,610
– De más de 60 años: 15,582
– Con discapacidad: 4,728
La cantidad de hogares familiares son de 254,146, de no familiares son de 4,439. El número de personas que habitan estos hogares son en promedio 4.1. El porcentaje de viviendas particulares habitadas con electricidad es de 99.7% El porcentaje de viviendas particulares habitadas que disponen de internet es de 34.4% El porcentaje de viviendas particulares habitadas que disponen de teléfono celular es de 79.1%
Al decidir el número de cuentas/personas que se iban a tomar como número representativo para la investigación nos basamos en dos datos importantes para tener en cuenta:
– De acuerdo con el estudio realizado por las empresas We are Social y Hootsuite durante el mes de enero del 2020 se puede observar que Instagram tiene mayor grado de alcance con la población que se encuentra entre los 18 y 34 años, siendo muy cerrado el porcentaje entre hombres y mujeres.
– Tomar en cuenta el porcentaje de habitantes en Salamanca que usan y tienen acceso a telefonía celular, ya que este es el dispositivo base y para el que fue creada la aplicación, aparte de que solo se puede subir fotografías y actualizar el feed mediante el.
Así, tomando únicamente en cuenta el sector de la población que encajaba en las edades predominantes de uso de Instagram (103,006) y el porcentaje de viviendas que contaban con telefonía celular, se decidió el total de 1500 cuentas a examinar, siendo el 1.4% de la población que se ve reflejada en esta plataforma.
A través del análisis de las redes sociales de este porcentaje representativo se pretende:
· Ver el reflejo de la vida diaria de la ciudad que ya no se ve en las calles, observar si dentro de esta plataforma se pueden distinguir distintos grupos y subgrupos de personas con características y pensamientos compartidos, ver cómo se llevan las relaciones interpersonales, las nuevas formas de interactuar y comunicarse.
· Confirmar las diferencias entre los dos tipos de publicaciones que se pueden realizar en Instagram (publicaciones para feed e historias), ya que tienen mucho que ver con las características que tienen cada una.
*Muestra y clasificación de las imágenes sustraídas de Instagram*
La base de datos que realizamos está conformada por la observación, captura y clasificación de las publicaciones e historias de Instagram de 1500 cuentas activas en el municipio de Salamanca. Estas imágenes que se recopilaron fueron hechas durante el periodo de asilamiento domiciliario que se llevó a cabo del 17 de marzo al 1 de junio del 2020.
La manera en la que se confirmaba que vivían en la ciudad era a través de los datos proporcionados en la pequeña biografía con la que cuenta cada perfil, analizando las publicaciones que se hacían con la ubicación de la ciudad, el centro comercial que hay en ella, diferentes espacios públicos y colonias de la ciudad, así como el ver los usuarios etiquetados en sus fotos y que seguían. Se realizó un archivo en Excel donde se lleva el registro de cada una de las cuentas que se siguen, señalando el nombre de usuario, edad y sexo.
La manera en las que se clasificaron estas imágenes fue primeramente en los dos tipos de publicaciones principales que hay en la plataforma de Instagram: las publicaciones para feed y las historias. La publicación para feed es aquella que se queda en tu perfil personal, es la forma en que puedes darle una estética propia y plasmar tus gustos, personalidad. Estas se quedan visibles en tu perfil de manera permanente, y solo se pueden quitar si las borrar manualmente o las ocultas en tu archivo. Las historias son publicaciones que no aparecen directamente en tu perfil personal, estás se observan solo si das click o presionas la imagen de perfil de la cuenta, tienen una duración de hasta 15 segundos, y un tiempo límite de existencia de 24 horas.
*Diferencias entre publicación e historias*
Las publicaciones para feed son mucho más pensadas precisamente porque son las imágenes inmediatas que ves en el perfil de una persona, con las cuales te vas a dar una idea de cómo es y si pueden ser compatibles en cuanto gustos y estética. Para estos tipos de publicación es muy importante el aparentar, cuidar la forma en que te ves pues será la que los demás te vean. Todo lo que se muestra a través de ellas es muy meditado, la manera en la que están acomodados e inclusive los días en los que se publican. Las historias de Instagram en cambio son mucho más espontaneas, pues esta característica que tienen de durar solo cierto tiempo visibles le proporciona al usuario la tranquilidad para exponer lo que siente en ese preciso momento, ya sea la manera en la que se encuentra ese día, las actividades que va a realizar, el tipo de comida que comerá. Aunado a esto, en estás historias se pueden incorporar diferentes elementos como filtros, música, gifs y otras imágenes. Cuentan también con elementos interactivos, estos son las stickers de preguntas, música, encuestas, cuestionarios, cuentas regresivas, de ubicación y reacciones. De esta manera se llega a conocer aún más al usuario, pues es un reflejo más sentimental y personal.
El monitoreo de ambas consistió en tomar capturas de pantalla de ellas y archivarlas en carpetas dentro de OneDrive específicas para cada una. Las publicaciones se almacenan por semana, dando un total de 10 carpetas, las 10 semanas que duro el encierro domiciliario recomendado por el gobierno.
Las historias igualmente se almacenaban en carpetas en OneDrive, pero estas solo se monitoreaban los domingos, pensando en que aun con las actividades diarias modificadas, los fines de semana seguirían siendo los días más libres en los que las personas podrían tener tiempo para compartir más de su día. Se dividieron en diferentes categorías que eran las que se repetían todos los domingos: Cielo (fotos del cielo/paisaje), Cuarentena-COVID (historias donde menciona alguna de estas dos palabras), Fiestas (personas que ignoran la cuarentena y salen a convivir), Ocio (uso de las herramientas de Instagram), Recuerdos (fotos e imágenes de momentos que la gente añoraba), StayHome (uso del sticker que desarrolló Instagram y gente estando en su hogar, también historias promocionando negocios familiares y a domicilio que se crearon a partir de la contingencia), Sin categoría (cosas que no pasaban normalmente o no encajaban con las demás categorías)
A continuación, se muestra el porcentaje de cada una de estas categorías en cada uno de los domingos registrados:
Tabla 1. Porcentajes de historias en cada una de las categorías por día.
Img.1 Muestra de registro y monitoreo en archivo de excel.
Img.2 Muestra de registro de publicaciones
Img.3 Muestra de registro de historias de instagram
Img.4 Muestra de categorización de historias de instagram
Img 5. Vista del archivo de imágenes para la investigación.
Resultados y discusión
Al finalizar el análisis de todas las imágenes obtenidas durante el monitoreo, el contexto en el que surgieron y el constante cambio que este iba teniendo, se lograron obtener los siguientes comportamientos:
1) La paradoja de nuestro tiempo: en cuanto la realidad se vuelve más compleja, más resistimos a estas circunstancias cambiantes.
En la década de 1980, los peinados exuberantes estaban de moda. Todos los días se pulverizaban hectolitros de laca (aerosol) en el aire. Luego resultó que debido a los fluoroclorocarbonos en la capa de ozono se forman agujeros, y si no tomamos medidas, corremos el riesgo de tener cáncer de piel. Todos cambiaron rápidamente sus peinados, y la humanidad se salvó. En aquello momento, actuaron de manera conjunta y efectiva. Pero imaginar un agujero en la capa de ozono es fácil. Un agujero es un agujero, y cada uno de nosotros imagina claramente cómo se ve.
Lo que tenemos que darnos cuenta hoy es mucho más complejo e indefinido.
Durante estos dos meses donde las medidas de aislamiento han sido necesarias y aunque no obligatorias, si se ha hecho mucho hincapié por parte del gobierno en que es lo mejor para salvaguardar la integridad y la salud de toda la comunidad salmantina. Sin embargo, como lo he mencionado anteriormente, al no ser medidas obligatorias ni tener alguna penalización, una parte de la población ha mostrado resistencia ante ellas, mayormente por no querer renunciar a su vida y rutina diaria. Esto ha resultado en la formación de dos grupos en la comunidad, aquellos que se muestran resistentes ante toda medida preventiva e inclusive minimizan la importancia y el peligro del virus, y los demás que acatan todas las indicaciones proporcionadas por el gobierno y las organizaciones, modificando su rutina y vida cotidiana, inclusive llegando a extremar demasiado las precauciones. A continuación, se puede observar mediante imágenes sustraídas de Instagram como lucen estos dos grupos.
Img 6. Primer grupo: recistencia. Img 7. Segundo grupo: acatando normas.
2) La vida está en pausa.
Esto nos hace pensar en lo que siempre supimos, pero subestimamos. En este tiempo de confinamiento en las 4 paredes de nuestros hogares, para algunos en compañía y otros tantos en soledad, sin importar a cuál grupo de estos dos pertenecieses, el análisis y la reflexión de las conexiones interpersonales y el cómo las teníamos están siempre presentes. Es difícil ignorar la añoranza que te envuelve el recordar momentos o la forma en la que eran antes de que el virus se expandiera, antes de que todas las reglas de convivencia y sana distancia se plantearan y se volvieran indispensables para cualquier actividad que se realice al exterior. La forma en la que han evolucionado estás conexiones al estar plasmadas en las pantallas de nuestros ordenadores, celulares y demás aparatos electrónicos y la manera en la que tratamos de mantenerlas fluyendo con estos “atajos” alimentan más a este sentimiento de pausa en el que sentimos nuestra vida y lo complicado que es el mundo en el que vivimos.
Img 7. Historias de Instagram.
Img 8. Publicaciones de Instagram.
3) En el contexto de la pandemia, la ciencia nos decepcionó.
Lo esencial de la ciencia es la noción de la verdad. Pero ¿de qué verdad estamos hablando si los científicos, analizando los mismos hechos con la ayuda de los mismos modelos, llegan a conclusiones directamente opuestas? Queríamos obtener las respuestas exactas, pero solo escuchamos opiniones contradictorias. Sin embargo, olvidamos que esto siempre sucede de esta manera y no puede suceder de otra forma, y si hay algo importante en la ciencia, entonces esto no es la verdad, sino la duda. Pero hoy, esto no nos interesa. Estábamos tan acostumbrados a la velocidad en que la información “correcta y precisa” salía a la luz, que el no tenerlas de inmediato y cuando pareciera que ya las había estas cambiaran de nuevo, nos hizo perder la fe y restarle credibilidad a todos esos organismos oficiales que las transmiten. Seguimos escuchando y leyendo las peleas de especialistas: epidemiólogos, Médicos, políticos y luego comenzamos a pelearnos entre nosotros, pensando que todos tenemos la información y la solución correcta, cuando en realidad nadie la tiene. Estamos en el proceso, no en el fin.
Img 9. Historias de Instagram. Es visible el descontento y la división de grupos de opinión, ideas distintas planteadas en cada gráfico.
4) Las noticias falsas se expanden como una epidemia siguiendo el mismo modelo de expansión.
Y respondiendo de nuevo a las «fake news» nos dividimos en tres grupos: susceptibles, infectados e inmunes. Cuanto más asustados, indignados o enojados por la información recibida estamos, más vulnerables somos a las infecciones. La sobre información no hace más que crear desesperación y bloqueos mentales, haciendo que todo tipo de información referente a un solo tema, en este caso a la pandemia, ya no se tome en cuenta, se deseche y se ignore totalmente. Mientras más se acerca la fecha de entrada a la “nueva normalidad” a la gente ya no le importa todas aquellas noticias dadas de fuentes oficiales, aquellas que actualizan la condición de la pandemia y nos dice que estamos en uno de los picos más altos debido a que no se pudo contener del todo en las primeras etapas, la población prefiere creer y compartir aquellas notas falsas en las que se dice que ya no corremos peligro y que la enfermedad no es tan fuerte como se creía.
Gran parte de la población prefiere hacer caso omiso a todo lo que la rodea.
Img 10. Historias de Instagram. Es visible la vuelta a la “normalidad” para un grupo muy grande de personas, así como noticias e información mezclada.
Conclusiones
Los resultados de este trabajo de análisis sobre el comportamiento de la población en la ciudad de Salamanca en esta época de pandemia tan difícil para todos en el mundo corroboró la afirmación del surgimiento y uso de las nuevas tendencias emergentes en cuanto a la distribución de información y se confirmó el objetivo planteado, a través de esta plataforma se pudo observar lo que no podía salir a las calles, esto fue: la delimitación de grupos de personas de acuerdo a su comportamiento, pensamientos y la forma visual de comunicarse de acuerdo a los cambios de información que se iba dando sobre el virus y las actualizaciones sobre las medidas de prevención que se debían de cumplir.
Por otro lado se pudo observar un mayor flujo de información en las historias de Instagram que en las publicaciones directamente, ya que la mayoría de las personas seguía manteniendo un orden muy pensado respecto a la estética de su perfil, la atmosfera que se creaba al entrar, así como se notó que la mayoría de las publicaciones eran fotografías antiguas que hacían referencia a momentos anteriores a la llegada del COVID-19, así como autorretratos o “selfies” de los propietarios de cada cuenta en sus casas, jardines o habitaciones pero con la única referencia hacía esta situación encontrada no en la fotografía sino en el pie de la imagen. Sin embargo, otra parte de la población (más pequeña que la anterior) si compartía imágenes sobre la ciudad vacía, “selfies” portando cubrebocas y algunos otros posteaban imágenes con mensajes de apoyo.
Sin embargo, la mayor sorpresa fueron los resultados obtenidos en el análisis de las historias de Instagram. Para empezar, se confirmó que las historias de Instagram eran mucho más expresivas debido a sus características más espontaneas, y esto aportó a que, de las dos, esta fuera donde más información se concentró, pues aquí se podía observar el reflejo de la vida diaria de las personas de una manera más clara e inmediata, la atmosfera en la que estaban, lo que pensaban y opinaban de toda la situación, independientemente de si estos pensamientos y opiniones fueran negativos o positivos. Aunado a esto se podía observar que estas historias también eran una manera de ocio y distracción para todos, e incluso una manera de publicitar pequeños negocios que surgieron en el confinamiento.
Si bien todo lo anterior es algo muy interesante y del cual surgen muchos otros temas que abordar en futuras investigaciones, lo principal fue el contenido enfocado hacia esta enfermedad. Al ser algo tan diferente, una amenaza que no podíamos ver a simple vista y de la cual teníamos que cambiar nuestra vida diaria de golpe, la población se dividió en aquellos que si creían y se esforzaban por hacer cumplir las medidas de prevención y aquellos que simplemente no cambiaron nada, ya sea por el no percibirlo como algo tan grave que implicara esas medidas tan drásticas, así como aquellos que simplemente no podían cumplirlas por la situación económica en la que se encontraban.
Todo esto fue cambiando conforme la información fue avanzando, pero también con la manera en la que iba cambiando la percepción de las personas hacia las autoridades competentes. En un inicio se notaba mayor número de publicaciones en las cuales las personas se mantenían en sus casas, salían lo mínimo y había muy pocas que hacían caso omiso, a comparación de las finales, cuando la información comenzó a moldearse de formas diferentes y mezclarse con notas falsas y rumores que fueron creciendo desde la misma población. Comenzaron a surgir los ataques verbales entre los grupos de personas, ya que todos creían tener la razón y que los demás estaban totalmente mal, cuando esto es una situación comunitaria que no necesita la individualización, sino la protección entre todos.
Pero, aún con todo lo anterior dicho, lo que los unía a todos eran los recuerdos. La mayoría de las personas vivió este confinamiento pensando en todo lo que era y ya no podía ser, reflexionado de todas las cosas que daban por hechas y no se pensaba si quiera en el valor que tenían, alguna de ellas eran las reuniones familiares, los días de escuela, los paseos por los parques, las comidas en restaurantes, las salidas sociales, incluso hasta ir en familia al supermercado. Se pudo notar claramente una gran reflexión sobre el cómo llevábamos nuestras vidas, nuestras relaciones personales y nuestra relación con nosotros mismos. Se observó a personas iniciar una vida más sana, a comenzar a pensar la forma en la que se alimentaba, la manera en la que convivía con la familia y a pensar en todo aquello que está mal en la estructura de nuestra sociedad como para que no todos pudieran ser capaces de hacer estas introspecciones por estar pensando en como sobrevivir al día siguiente.
Contamos cuántas personas estaban enfermas, cuántas se recuperaron y cuántas murieron; cuántos pacientes fueron hospitalizados y cuántas horas escolares se perdieron entre los alumnos; cuántos miles de millones se perdió en la economía de México, cuántas máscaras vendieron farmacias, cuántas horas esperar los resultados de la prueba; cuántos kilómetros nos separan del próximo foco de infección, cuántas personas no podrán ingresar a las habitaciones prepagadas de hoteles para las vacaciones. Contamos con amigos y conocidos con quienes podemos mantenernos en contacto. Pero principalmente contamos los días. ¿Cuántos días más deben pasar antes de que finalice la cuarentena?
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