Post date: mayo 18, 2015 | Category: Décimo Cuarta Edición Octubre 2014
RESEÑA DE LIBRO
Con el fin de contextualizar la temática de la vanguardia artística en el arte y en el cine, en primera instancia el autor indaga la raíz del vocablo, sugiriendo tres acepciones: la primera la ubica en la edad media con un significado militar. Vanguardia: “Designa la punta de lanza del ejército, la cabeza de tropa, cuya misión radica en preparar la entrada en combate del grueso del ejército”. P. 14
La segunda acepción está cargada de denotaciones políticas de los “discursos revolucionarios de finales del siglo XVIII de la Revolución Francesa y la literatura marxista” p.14
Es así como el término vanguardia va incorporando un significado relativo a la milicia, la palabra se transfigura, se abastece de entre los cauces prístinos de la batalla medieval, establece un símil, es metáfora en los tiempos convulsionados en donde la guerra es una lucha política y revolucionaria que no siempre se lleva a cabo en el campo de batalla.
La tercera y última acepción lleva en su significado transformaciones más profundas, ya que se instala en el entorno de la estética y ”alude al combate de ideas artísticas emprendido por los representantes de la novedad o modernidad”, p.14.
El autor nos dice que fue en Francia en donde se popularizó el uso de este término, ya que “desde 1845, vanguardia es una voz de la crítica literaria, como lo presentan los escritos de Baudelaire”, p. 15. Es desde entonces que el término vanguardia armoniza con los ideales y los principios de los nuevos movimientos artísticos al inicio del siglo XX. Estas rebeliones estéticas tal como lo llama Sánchez-Biosca, se enfatizan desde la Primera Guerra Mundial y más intensamente a finales de la segunda. Estos fueron tiempos de grandes transformaciones, no sólo geopolíticas, también en la ciencia y en las artes, por poner algunos ejemplos. De la revolución industrial redamos la técnica y todo lo que conlleva, tal como los productos de consumo y la sociedad del espectáculo, de la cual el cinematógrafo contribuyó abundante y eficazmente.
La primera vanguardia se ubica en una Europa arrasada por la guerra, entre los años 1905 y 1933 aproximadamente, y fue debido al conflicto bélico mundial que muchos vanguardistas emigraron hacia el Continente Americano, llegando a los Estados Unidos, lo que favoreció a que la ciudad de Nueva York se convirtiera en el nuevo hábitat de muchos artistas que huían de la tragedia europea, por lo tanto, fue la ciudad de Nueva York la que reemplazó a las ciudades de París, Viena y Berlín como el centro neurálgico de las artes a nivel global.
Según Sánchez-Biosca, hay una ruptura entre las vanguardias históricas de 1905 y 1933 y las que surgen después de la II Guerra Mundial, tales como el expresionismo abstracto, el pop art, el minimalismo, el conceptualismo, etcétera, que configuró un concepto nuevo de vanguardia que se adaptó a las condiciones industriales del los Estados Unidos (p.17), asunto que posteriormente tuvo que ver con la conciencia de crisis moral del arte, tema que no ampliaré pero que el lector podrá leer con todo detalle en la publicación.
En el sentido experimental, que ya observé en el artículo publicado en el libro Arte en la era digital. Estudios críticos y nuevos lindes, editado por el Departamento de Diseño de la Universidad de Guanajuato, 2013, en sus inicios, cualquier intento de realización cinematografíada (aún no cinematográfica) (Sánchez-Biosca, p. 22) tenía en sí, un carácter experimental aunque no de vanguardia, (ídem p. 21) ya que hoy se puede constatar que en el inicio de la imagen movimiento todo era experimentación, algo similar está ocurriendo en el siglo XXI con el arte digital.
Fue en ese entonces que se experimentaba en los formatos no del todo definidos, la experimentación se manifestaba tanto en su postura de búsqueda y en lo que implica una forma y un lenguaje tal como: el montaje, la composición, etcétera, así como en lo técnico y en lo tecnológico. El documental Lumière y compañía del año de 1995, celebra el 100 aniversario del nacimeinto del cine. Para conmemorar ese día, se invitó a distinguidos directores cinematográficos de la actualidad a filmar con la cámara original de los hermanos Lumière, éste puede considerarse como un caso extraordinario y único que pone de manifiesto (una vez más) la experimentación cinemátográfica a través de un aparato usado en sus inicios para la producción cinematografiada.
Tal y como lo dice Sánchez-Biosca, el cine (puro) o abstracto de los años 10´s y 20´s eran meras expresiones que aún carecían de un modelo definitorio que pudiera considerarse como cinematográfico. Entre estos filmes se encuentran autores tales como Eggelin, Richter, Ruttman entre otros, por tanto a estas obras fílmicas, como ya se dijo en párrafos anteriores, se les denomina con el apelativo de cinematografiados, puesto que el lenguaje cinematográfico no había siquiera madurado y se encontraba en el periodo de gestación, no sólo eso, sino que era una propuesta que buscaba la aplicación artística del medio, hacer del cine un arte, pero no como un arte representado hasta entonces por la pintura, escultura, etcétera, sino con un lenguaje propio de la imagen movimiento, que a saber hasta entonces, experimentaban con las formas abstractas y el movimiento y otras muchas como aquellas inspiradas en el ballet ruso, tal como Ballet Mecanique de 1924 de Fernand Leger.
En el año de 1916 un grupo de personajes italianos dieron a conocer el manifiesto La cinematografía futurista y que apareció en la revista L´Italia futurista, para ellos el cine representaba la consumación de la máquina, la que posibilitaba múltiples expresiones que incluían a la pintura, la escultura, el dinamismo plástico, las palabras con una libertad absoluta y no habitual, entonarruidos (o el arte de los ruidos según Russolo), arquitectura, teatro sintético, lo que podía valorarse como un cine futurista. También en 1916 Arnaldo Ginna realiza Vita Futurista que lamentablemente pasa inadvertida, solamente después de la guerra, el cine y el futurismo tendrán mayor acercamiento con mejores resultados.
El autor recomienda cautela por que él considera que (aún) no se puede calificar de vanguardista el trabajo producido en esos años, ni siquiera por su carácter experimental que hace avanzar las posibilidades del medio y que si éste fuera el caso, habría también que añadir a Griffith, ya que en 1916 con la película Intolerancia inspiró a numerosos cineastas rusos, aunque el mismo Griffith asegura que las tomas de este film de una duración de hasta 5 cuadros por segundo, no eran nuevas, ya que Méliès ya las había utilizado así com Mack Sennett. Renan, Sheldon. An introduction to the American Avant Garde film. Duton, New York 1967 P. 41
Tampoco hay que caer en un estado reduccionista y delimitador al pensar sólo en pintura o fotografía de esos años o en artistas tales como Kandinsky, Picasso y Survage; evitando este purismo, se dejarían de lado las obras de cine puro, cine integral o cine abstracto, los nombres de Viking, Eggelin, Richter, Ruttman, Fischinger, etc. El caso fue que durante los 20´s se hecha a andar el dispositivo técnico que se desarrolla bajo el concepto de espectáculo, de salas especiales para que el auditorio disfrutara de un cine diferente, entendido como arte, no opuesto a la industria, esto es, en la cinematografía de aquellos años se mezcló la experimentación tanto en el cine experimental, propiamente dicho, como en el cine comercial, ello dio como resultado una serie de forma mixtas en el cine de esa época, razón por la cual, resulta de cierto complicado el estudio y la clasificación de obras tan ambiguas. Muy breve fue el esplendor del que gozó la vanguardia cinematográfica, tres factores son los que Sánchez-Biosca observa, el primero fue el reconocimiento del público y de la industria otorgado a El gabinete del doctor Caligari, la imposición del cine sonoro y la conflictividad social de los 30, de un ascenso del realismo, no menos experimental pero sí, más directo. El final de ese proyecto colectivo se puede datar en el año de 1929, aunque no es la extinción total de las expresiones vanguardistas. P.34
En su obra el autor documenta ampliamente varias de las obras cinematográficas vanguardistas más importantes, analizándolas desde su contexto socal, político, artístico, etc.
El gabinete del Dr. Caligari
Dr. Caligari es una película alemana que se considera una obra pionera de la vanguardia cinematográfica, se exhibe en los Estados Unidos de Norteamérica el 3 de abril de 1921. Su éxito se debió a su narrativa distinta de la norteamericana, se considera una película alucinante que lleva a cuestas una la leyenda sobre el malditismo, fue el gran acontecimiento cinematográfico de su época, su influencia fue tal que hizo escuela en el mismo cine; dio principio a una moda fantástica con rúbrica del cine alemán, el caligarismo no concluye sino hasta que la película Metrópolis inscribe los motivos fantásticos-delirantes en un diseño futurista. (P- 38)
El acorazado Potemkin
Nace en pleno auge de la vanguardia soviética, es una obra del director Fritz Lang, se rodó en el año de 1927 en Alemania, es una película que presenta un cuerpo híbrido majestuoso de una imaginería plástica y efectos ópticos en el momento cumbre de la experimentación artística y la causa revolucionaria, lo que incluyó la segregación de artistas de la burguesía y el resultado de la nacionalización del cine.
Metrópolis
En los años ochenta algunas películas reviven la obra de Lang, tal como Blade Runner (1982), en donde Ridley Scott se inspira en su diseño arquitectónico, Alan Parker se ocupó de las escenas de los obreros para reflejarla en el tema musical We don´t need no education de la película Pink Floyd The wall, y ese influjo se nota más aún, en el videoclip Express yourself de la cantante Madonna y que a modo de epílogo incluye el siguiente texto también extraído de la película Without the heart. There can be no understanding between the hand and the mind.
Surrealismo
Respecto al cine Surealista, Sánchez -Biosca analiza la importancia del cine de Luis Buñuel, quién reivindicó la idea del cine como instrumento de poesía, aludiendo a la intemporalidad y a los terrenos poco explorados frente a aquellos que consideraban el cine un fenómeno intrínsecamente realista (p. 87), refiriéndose específicamente a obras del neorrealismo italiano y al cinema vérité.
Se aproxima también a la industria del cine. Holywood, que asimila el movimiento de vanguardia a través de uno de los cineastas más importantes del momento, Friedrich Wilhelm Munrau, de origen alemán quien en 1926 emigra a los Estados Unidos; entre sus películas más importantes está Nosferatu el vampiro de 1922. A pesar de que sus obras anteriores coincidían estilísticamente con Hollywood, había algunas que no y que debían ser superadas, por ejemplo, el ojo pictórico de Munrau, lo hacía difícilmente compatible con la colocación de las cámaras en el cine clásico. Serguei Eisenstein y Luis Buñuel fueron dos de los grandes maestros del cine de vanguardia, quienes tambíen pisaron los estudios de Hollywood y debido a dificultades similares a las de Munrau sus obras pasaron inadvertidas.
Se retrata por tanto una industria ajena al trabajo de los vanguadistas y resistente a la evolución, pero al mismo tiempo se desmiente ese prejuicio tras una revisión histórica que el lector encontrará entre las páginas de este libro, por ejemplo, el de las tres grandes vanguardias cinematográficas que permearon el cine de Holywood: el expresionismo, el montaje y el surrealismo.
Al final de esta obra, Sanchez-Biosca nos habla de la trascendencia y la importancia que resultó para el futuro del arte mundial, que artistas y pensadores de la talla de Marx Ernst, André Breton, Walter Gropius, Piet Mondrian, Mark Chagall, Fernand Leger, entre otros, circularon por las calles de la gran manzana poniendo a Nueva York como la meca del arte mundial y las nuevas configuraciones que de ello se derivaron. Una de éstas es la referente a las propuestas cinematográficas al margen de Hollywood, considerada como la propia vanguardia norteamericana y origen mítico de una vanguardia, es la obra célebre de 1942 Meshses of the afternoon de Maya Deren, autora y actriz de sus propuestas, filmes personales que ella misma calificó de performances. Desde este momento y gracias al impulso a las producciones independientes que la misma Deren otorgó mediante las conferencias patrocinadas en universidades norteamericanas, otros artistas desarrollan nuevas propuestas marcadas siempre por el quehacer político y cultural, tal como las reivindicaciones políticas de aquella época.
Al final del libro el lector encontrará alusiones a personajes como John Cage quien fue uno de los personajes quién más estímulo otorgó al movimiento Fluxus, John Cassavetes como el emblema del cine de la improvisación y los ensayos de Jonas Mekas, donde se decía que el cine oficial en todo el mundo -estaba acabado, éste era el nuevo cine americano que a diferencia de las propuestas realizadas por Maya Deren, quien se sirvió del mecenazgo oficialista, éste rechazaba el lucro y el manto aurático de los artistas.
Conclusión
La obra de Vicente Sánchez-Biosca es una cronología cinematográfica que devela el devenir de las vanguardias cinematográficas desde lo más profundo a través de los diversos escenarios históricos del «humano moderno», y es precisamente en el escenario de las posibilidades de representación de la imagen movimiento que la vanguardia obtiene la sustancia para su desarrollo. La vanguardia (cinematográfica) como un proceso que integra lo radical y lo diferente.