Post date: mayo 18, 2015 | Category: Décimo Cuarta Edición Octubre 2014
MATERIAL DIDÁCTICO
Resumen: Propuesta de diseño interior y sistema pedagógico de implementación en los talleres de diseño, con enfoque a la creatividad y las competencias laborales del diseñador de Interiores.
Cuando inicié mi labor como docente de Diseño en el Departamento de Diseño de la Universidad de Guanajuato, mi primera intención fue la de poder transmitir mis conocimientos y enseñar la labor de los diseñadores preguntándome ¿Cómo me gustaría aprender esto?, ¿de qué forma es más fácil entender los procesos para el diseño?.
Las respuestas la encontré dentro de las experiencias que he tenido como estudiante, e intenté basarme en los métodos de los profesores que más hayan tenido influencia sobre mí, y claro, me apoyé en los cursos de docencia e investigación que he tomado a lo largo de los años. Por otro lado, también me di cuenta que la actualización de las técnicas, dentro del campo laboral, ayudarían a vincular la enseñanza del aula con el ejercicio del diseño interior en un trabajo real.
También, surgió la inquietud de implementar procesos creativos y experiencias de los personajes importantes del diseño a nivel nacional e internacional. Con el paso de los años, pude establecer cierta metodología de trabajo dentro de los talleres de diseño que impartía, básicamente se desarrollan de la siguiente forma:
1. Al inicio del curso se establecen los temas y cargas de trabajo, realizando una revisión de la forma de abordar el proyecto.
2. Realizo una introducción a los conceptos principales que se revisan en el proyecto, me apoyo de varios recursos como la clase magistral complementada con presentaciones, videos y ejemplos físicos.
3. Posteriormente se realiza trabajo colaborativo, los alumnos se reúnen en equipos para investigar lo relacionado con el proyecto que se plantea y la información se comparte con el resto del grupo por medio de presentaciones.
4. Durante el proceso de proyección se realizan revisiones en grupos pequeños, de no más de 5 personas. Llevando la dinámica de una junta pequeña, cada uno de los estudiantes exponen su avance y muestran sus esquemas y bocetos; se les pide realizar preguntas en relación al trabajo; posteriormente, se invita a los demás integrantes a que opinen sobre el avance del compañero; elaboran cuestionamientos y aportan ideas que pueden complementar el trabajo. Cada una de las clases con revisiones de este tipo, procuro que se intercambien los alumnos para que puedan tener conocimiento de lo que hacen sus demás compañeros.
5. Mientras se realiza esta actividad, los demás compañeros trabajan individualmente en sus lugares.
6. Dentro de la dinámica del proyecto, también se realizan revisiones individuales uno a uno con cada alumno.
Las instalaciones de los talleres de diseño, dentro del departamento, no ofrecen lugares adecuados para tal diversidad de actividades. Se habilitaron con la misma intensión que las aulas del departamento de arquitectura, donde lo imperante era resaltar la labor del dibujo a mano en enormes restiradores; y con el objetivo de llenar la capacidad de los talleres no se deja ni un m2 para cualquier otra actividad que conlleve al diseño.
Por lo que, con el mobiliario que ahí se tiene, improviso para poder desarrollar cada una de las actividades.
Aparentemente esta es una constante en todas las escuelas de arquitectura y diseño del país, ya que en el pasado 91° congreso nacional de arquitectura del ASINEA, la Dra. Alejandra Torres Landa López de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, departamento de Diseño del Habitat, expuso su investigación ““El tercer maestro” en las escuelas de arquitectura. Apoyo o barrera para la enseñanza-aprendizaje de la arquitectura Mexicana Contemporánea”, en relación a las condiciones actuales de las aulas en la enseñanza de la arquitectura y el diseño de interiores en varias universidades, donde resalta que dentro del ámbito de la docencia del siglo XXI es muy importante integrar las capacidades de las TIC’s, y que ninguna de las aulas evaluadas contaba con acceso a internet, o por lo menos, contactos suficientes para las computadoras de los estudiantes; aunado a que el mobiliario no es funcional para las diversas actividades que conlleva la enseñanza-aprendizaje del diseño, y resulta incoherente pedir al estudiante que diseñe espacios adecuados para las actividades específicas del hombre, cuando su ambiente de aprendizaje es tan común y poco apto para desarrollar sus propias actividades.
Por otro lado, he tenido la oportunidad de impartir talleres remediales en los veranos de los años 2013 y 2014. Ya que son talleres remediales se concentran las 90 horas del semestre de la materia de taller de diseño en menos de 3 semanas, lo que obliga a tomar 8 hrs. diarias por 11 días. Este panorama de horas de clase en el taller puede parecer muy complicado en ejecución, así que me di la tarea de organizar las actividades de cada uno de los días de clase, incluyendo las actividades de la metodología de trabajo dentro de los talleres normales que he impartido, y decidí incluir otras actividades que apoyaran a los procesos creativos de los proyectos a trabajar. Como esto suponía el permanecer en un solo salón, decidí acomodar los restiradores en las diferentes zonas según las actividades que se desempeñaban en el curso:
Exposiciones
Sala de jutas
Estaciones de trabajo
Sala de consulta
Comida y descanso
Los resultados son importantes, ya que se nota un claro desempeño en las competencias de los estudiantes, entre ellas: la creatividad, el trabajo en equipo, la constancia y compromiso, etc.
Al finalizar el pasado verano (2014), decidí realizar una pequeña encuesta con los alumnos en relación, una comparativa del sistema semestral de 6 hrs. y el curso de verano que se imparte en tres semanas, los resultados son:
Los alumnos consideran que es más productivo el taller de 8 hrs., ya que sólo se concentran en esa materia; así, tienen oportunidad de dar atención a los detalles que surgen en el proyecto y a las especificaciones ergonómicas del mismo.
Los alumnos consideran que la disposición del mobiliario favorece la relación entre ellos, generando colaboración y aprendizaje entre pares. Además de que la separación de las actividades por medio del acomodo del mobiliario ayuda a la dinámica de la clase.
Piensan que su aprendizaje es más significativo, ya que siendo menos alumnos y mas el tiempo de clase, el profesor puede dar asesorías personalizadas.
El hecho de cambiar la disposición del mobiliario y alejarse de la figura del salón convencional, los motiva y ayuda a generar nuevos procesos creativos en la solución de problemáticas de diseño.
Algunos de los alumnos llegaron con dudas al taller, pensaban que iba a ser muy pesado estar las 8 hrs. trabajando, pero al ver la dinámica y todas las actividades que se generaron quedaron muy satisfechos.
Todos ven la necesidad de que se tenga acceso a internet, ya que es un apoyo y complemento de la información que deben de usar y manejar.
Al finalizar el verano de 2014, me reuní con la Mtra. Concepción Rodríguez Argote, directora del departamento de diseño y le comenté sobre mis experiencias e inquietudes en relación a esta nueva modalidad, que incluye un espacio interior habilitado y sistema pedagógico a impartir en los talleres de diseño. Le pareció muy interesante mi propuesta y me ha dado luz verde en la planeación, conformación e implementación del sistema propuesto en un grupo piloto, con la finalidad de obtener resultados tangibles en el desempeño de los alumnos dentro del taller.
Espero que en la siguiente emisión de esta revista, pueda contarles los resultados de la planeación y ejecución de este proyecto en pro de la educación en el diseño interior.