Post date: abril 05, 2013 | Category: Novena Edición Mayo 2010
Escrito por L.D.I. Hilda M. Roldán Izazaga
Resumen: Este articulo presenta una propuesta metodológica para la proyección de los espacios interiores donde el punto focal es la integración ordenada y ligada de los factores que intervienen dentro del proceso y la utilización de un esquema global gráfico como guía conceptual. Existen diferentes propuestas de metodologías para proyectos de diseño de interiores, algunas de ellas se enfocan a cuestiones técnicas y solo dan soluciones igualmente técnicas, dejando de lado el aspecto conceptual, algunas otras solo se enfocan en aspectos conceptuales que técnicamente dejan de lado la planeación técnica de la construcción. Esta propuesta de metodología se basa en un esquema general de 3 fases.
Destacando que este esquema de 3 fases es flexible ya que es válido en el transcurso del desarrollo del proyecto replantear algunas de las partes o soluciones del proyecto. (Ver esquema 1) Fase 1 Investigación: Dentro de esta fase se recopila información relacionada con el proyecto, dicha información se analiza, verifica y concluye en un diagnóstico. Para poder tener un sistema global de información a analizar, se sugiere el esquema de 4 elementos que componen un espacio interior y que son:
El equilibrio de esta información facilita el camino para la correcta solución del espacio interior. (ver esquema 2) En relación a cada uno de los 4 elementos podemos decir que: 1. La función: Este elemento es el más importante dentro del proyecto ya que es en donde el cliente expresas sus gustos y necesidades, las cuales deben de ser tomadas en cuenta dentro del proceso. En primer lugar debe de realizarse una entrevista con el cliente, se prepara un cuestionario que sea lo suficientemente amplio para poder captar los detalles de sus necesidades y gustos y lo suficientemente sutil para que el cliente no se sienta hostigado, además el diseñador debe de ser muy observador al momento de la entrevista para poder captar aspectos de la personalidad del cliente que también podrían ser útiles en la toma de decisiones en las soluciones a las problemáticas del proyecto. (Ver esquema 3) Derivado de la entrevista se realiza un ejercicio en donde se elabora un listado de las necesidades (se deben de emplear verbos en infinitivo, es decir, acciones), posteriormente se elabora un listado de los espacios que se ocuparán y que cubren las necesidades antes enlistadas, este listado de espacios crecerá en una matriz, a la que le denomino programa de diseño de interiores, donde se enunciarán aspectos como la zona a la que pertenece el espacio (pública, privada y de servicio), el número de personas a utilizar, el mobiliario, dimensiones, circulaciones, propuesta de colores y materiales a utilizar, accesorios y elementos decorativos, tipo de instalaciones, tipo de iluminación natural y artificial, y observaciones generales del espacio. Esta tabla provee al diseñador de una especie de check list que debe de consultar a la hora de estar proyectando y que permite que ningún detalle se escape al momento de hacer las propuestas de solución (ver esquema 4) el no atender a los detalles de los requerimientos del cliente especificados en esta tabla, puede significar que el espacio genere alteraciones no especificadas en el diseño a lo que le llamo tumores, que subsanan las carencias de las necesidades a cubrir pero alteran el equilibrio formal de los espacios (un ejemplo de esto son las instalaciones expuestas de aires acondicionados o calefacciones en edificios públicos o de oficinas) . Quiero destacar que toda esta información es solo conceptual, y que nos permite partir de un supuesto real de las necesidades del espacio. Acto seguido, o a la par, debe analizarse el estado actual del espacio destacando su disposición y relación de las zonas principales (públicas, privadas y de servicio), se repite el análisis de la matriz o programa de diseño de interiores donde se enuncia en el mismo orden de la tabla anterior los mismos aspectos pero enfocado a la disposición y estado actual del espacio. Si el espacio es nuevo y carece de mobiliario la tabla se reduce, pero en el caso de ser un espacio ya habitado hay que tomar en cuenta el mobiliario. Esto nos permite hacer una comparación del estado actual y de los requerimientos del cliente, para elaborar análisis de los recursos con los que se cuenta y que puedan ser retomados o, en su defecto, eliminarlos en el proyecto y así determinar cómo se modificarán los espacios. A continuación se realiza un diagrama de flujo, también derivado de la entrevista con el cliente, en donde se marcan las relaciones de los espacios estas se clasifican en relaciones directas e indirectas. Este mismo diagrama de flujo se realiza sobre el estado actual del espacio, para que al igual que en el programa de diseño de interiores se pueda realizar una comparativa del estado actual y la propuesta. (Ver esquema 5) Como parte de la búsqueda de soluciones es importante conocer algunos antecedentes de proyectos similares en alguna otra parte del estado, país o hasta el mundo, esto con el fin de ampliar el lenguaje formal-funcional del diseñador, no se trata de hacer copias de proyectos, sino de conocer las diferentes soluciones a las problemáticas del espacio vistas desde otro punto de vista y que pueden romper con esquemas establecidos dentro de nuestro sistema de organizar espacios, por ejemplo la solución que dan en algunos departamentos muy pequeños en países de Europa y Estado Unidos es incluir la zona de lavado y secado de la ropa dentro de la misma área que utiliza la cocina, esto es poco habitual en nuestra cultura pero puede ser una muy buena solución para espacios muy reducidos. Los antecedentes también pueden servirnos como un estudio de mercado en donde se analicen los espacios similares muy cercanos al que se esté diseñando con la finalidad de evaluar su aspecto y servicios que ofrece para que no sean repetidos en la propuesta de diseño, logrando así, por este medio, se distinga de los demás.
2. La forma: Si partimos de la idea que el diseño es la conjunción armoniosa de la forma y la función, en este elemento se analizan las formas y tomando en cuenta que la base del diseño es la comunicación visual, dentro del elemento de la forma se analiza el camino para comunicar visualmente el concepto por medio de las formas y su relación entre ellas. Es decir, en la forma se establecerá el concepto o idea rectora dentro del proyecto derivada de los gustos y necesidades que el cliente nos exprese en la entrevista, por ejemplo un concepto puede generarse por medio de 3 fuentes de inspiración:
1. La naturaleza, 2. La historia y 3. Las sensaciones
Una vez definido el concepto deben de establecerse el tipo de formas que se utilizarán en el espacio considerando aspectos como los de la escala, el color, las formas básicas geométricas o las formas orgánicas, las texturas y el tipo de ordenamiento dentro del espacio, las relaciones de las formas (entre ellas y en el campo visual) todo esto con miras a que el concepto que se ha elegido sea transmitido correctamente e igualmente captado por el cliente. Dentro de las formas también se analiza el estilo de diseño que se quiera utilizar dentro del proyecto y se destacan las características de ese estilo para que puedan ser reinterpretados dentro del espacio y el concepto. Para lograr esto es importante también obtener dos tipos de conocimiento: la cultura general, que nos remitirá a cualquier aspecto cultural que nos ayude a llegar a la comunicación del concepto y la psicología ambiental de la que nos apoyaremos en el sentido de la creación de espacios que puedan ser percibidos por el usuario por medio de todos sus sentidos y que induzcan a ciertas sensaciones y comportamientos. Resumiendo, en el elemento de la forma se propone el concepto del proyecto y se analiza la forma más viable para que ese concepto sea comunicado. Es bueno realizar a la par una comparativa del estado actual del espacio en sus aspectos formales para cotejarla con la propuesta que puede ser completamente contrario a las preexistencias o retomar algunos elementos que existan en el espacio para el nuevo concepto.(ver esquema 6) 3. La Construcción: En este elemento se analizan las posibles soluciones constructivas y de materiales a las problemáticas del proyecto. Por lo tanto también se realiza un levantamiento constructivo del estado actual del espacio, se nombra a grandes rasgos el sistema constructivo, ya que es importante conocer las posibilidades de reconfiguración del espacio en función de la disposición de la estructura y no alterar de esta forma la estabilidad del edificio. Una vez determinado este factor se analizará la forma más viable en el reacomodo espacial y se pueden tomar en cuenta otros sistemas constructivos más ligeros para que no peligre la seguridad estructural del edificio. Así como en los puntos anteriores debe de hacerse notar el estado actual de los acabados del espacio para poder realizar su comparativa adecuada a las necesidades del proyecto y así poder aprovechar al máximo los recursos con los que ya se cuenta o, en determinado momento, eliminar los elementos existentes para poder dar paso a la nueva propuesta. Actualmente, con la prioridad global del cuidado del medio ambiente es importante tomar en cuenta la forma de optimizar los recursos con los que se cuentan para no generar más desperdicios o que los elementos que ya no se requieren sean retirados de forma adecuada para poder ser utilizados en otro proyecto. Es importante proponer los acabados que se utilizarán en cada espacio, iniciando por el piso, muros y plafones y concluyendo en los materiales que se utilizará en el mobiliario, accesorios y elementos decorativos, siempre tomando en cuenta el concepto y los gustos del cliente. Debe de ligarse este elemento con el elemento formal y funcional, ya que así se podrán proponer soluciones constructivas (aun conceptuales) a cada uno de los espacios que estarán enfocadas a la comunicación del concepto y a las condiciones climáticas del ambiente. Dentro de este tema del mapa debe de hacerse un análisis profundo de los reglamentos de construcción para ir de acuerdo con las normas de seguridad que establecen los diferentes organismos encargados de regular los estándares de calidad necesarios para la correcta disposición y requerimientos mínimos de construcción en el espacio a diseñar. (Ver esquema 7) 4. El ambiente: En este elemento se analizan las condiciones ambientales del espacio que influyen directamente en las problemáticas del proyecto, se dividen en dos grandes grupos, las condiciones ambientales naturales y las artificiales. Las condiciones ambientales naturales tiene que ver con cuestiones como la ubicación geográfica del espacio en relación a su entorno más cercano y a la orientación (norte, sur, este y oeste), el clima dentro del espacio y su ambiente exterior, la ubicación de los vientos dominantes, la cantidad precipitaciones pluviales y la época en que ocurren, la flora y fauna en caso de que existan en su entorno más cercano y en su afectación directa sobre el proyecto. En este elemento también deben de generarse cierto tipo de esquemas que permitan ver de forma gráfica las condiciones ambientales y su aplicación directa en el buen funcionamiento de los espacios, por ejemplo debe de investigarse la mejor orientación para cada actividad del hombre y en base a esta información zonificar dentro del espacio en relación a su orientación y denotar el mejor lugar para cada actividad. Es muy importante resaltar que cada uno de los aspectos que se analizan dentro de este elemento, deben de inferir directamente sobre el proyecto por lo que es inútil buscar datos sobre la ubicación en relación al municipio o estado ya que estaríamos refiriéndonos a algo muy general, en cambio si analizamos en lo particular la ubicación debe de referirse a las calles cercanas en donde se encuentra el espacio y sus colindantes, o por ejemplo en el caso de un stand los pasillos más cercanos al área que se contrató para la exhibición. Las condiciones ambientales artificiales se refieren a todos los aspectos del medio que hayan sido creados por el hombre, por lo que, desde mi muy particular punto de vista, incluye el espacio en el que se está trabajando, es decir dentro de este elemento debe de realizarse un levantamiento detallado del espacio incluyendo un levantamiento fotográfico, registrando cada uno de sus elementos constructivos, de instalaciones y mobiliario, en planta y alzados. Hablando del entorno próximo del espacio, deben registrarse los colindantes, la toma de los servicios, y la infraestructura que se encuentre cerca del espacio y que afecte directamente el proyecto. Dentro de este mismo tema, el ambiente artificial, debe dársele especial importancia a los antecedentes del inmueble, es decir a la historia del mismo, analizando desde el punto en el que se construyó y todas sus etapas de funcionamiento, lo cual explicara las alteraciones y daños que pueda tener el inmueble en un futuro. (Ver esquema 8) Diagnóstico: Anteriormente se mencionó que el sistema de análisis en los cuatro rubros debe de interrelacionarse ya que todos los puntos analizados deben responder a la misma solución y la correcta armonía entre ellos generará un proyecto equilibrado en todos sus aspectos. Por lo tanto es necesario que al final del análisis se realice el diagnóstico, en éste se deben de resaltar los puntos más importantes dentro de la problemática, esto incluye los puntos buenos y malos, así como las conexiones ente los puntos analizados, por ejemplo si se comentó dentro del análisis formal que la sensación del espacio será de frescura en el aspecto constructivo los materiales que deben de utilizarse son vidrios y metales y en el elemento ambiental se propone ventilar por medio de grandes ventanales dirigidos hacia las corrientes de aire para generar un clima frio, en resumen la conexión entre los elementos deben de ser coherentes e interrelacionarse para alcanzar el objetivo: la comunicación del concepto empatado con la optima funcionalidad. (Ver esquema 9) Fase 2 Proyección: Esta es la fase que como diseñador se disfruta más, ya que en ella es en donde el lado creativo del diseñador toma vuelo y se generan las soluciones por medio de bocetos y esquemas que expliquen las soluciones a las problemáticas del espacio. Deben de retomarse el diagnóstico, el levantamiento fotográfico, imágenes que generen el concepto a comunicar y los esquemas que se generen dentro de cada uno de los análisis, por ejemplo la zonificación en relación al adecuado funcionamiento de los espacios y su orientación, los diagramas de flujo, la zonificación por espacios públicos, privados y de servicio, el programa de diseño de interiores, etc. Éstos deben estar siempre a la vista del diseñador, si es posible rodearse de ellos en muros contiguos a la zona de trabajo, lo que propiciará que no se escape ningún detalle al momento de poner las soluciones sobre el papel. De primera instancia se generan por lo menos dos soluciones funcionales, es decir, partiendo de un esquema general se propone la disposición de los espacios en relación a sus funciones, posteriormente debe de elegirse la mejor solución y trabajar sobre ella particularizando en la ubicación del mobiliario y la correcta disposición de las circulaciones, siempre referido a los esquemas del análisis. Después, acercándose más al detalle, se pone especial atención a la constitución del mobiliario en relación a los requerimientos de función y de almacenamiento del cliente, también se pone énfasis en la correcta selección y disposición de los elementos decorativos y accesorios así como en la selección de los acabados de pisos, muros y plafones. Dentro del trabajo en esta fase es importante realizar bocetos bidimensionales y tridimensionales, con la finalidad de anticipar cualquier eventualidad o de realizar pruebas, por ejemplo un boceto de maqueta es importante para ser probada en relación a sus aspectos ambientales y pueden utilizarse instrumentos como el heliodón (ver imagen 1) que permiten recrear a cierta escala la trayectoria del sol en relación a las horas del día y los meses del año, esto nos permite calcular la correcta disposición y tamaño de las ventanas, tragaluces y domos siempre con miras al correcto uso de la iluminación natural en relación a la actividad que se realiza en el espacio. Toda esta información debe configurarse en una presentación con la idea fija de la comunicación del proyecto al cliente, es decir, la venta del proyecto, por lo que se emplean para la explicación de las soluciones funcionales las plantas representando la configuración de los espacios en relación a elementos como muros, columnas, puertas y ventanas, acabados en piso y disposición del mobiliario, y se complementa con perspectivas de los espacios realizadas hasta el último detalle, también es un buen medio de comunicación la realización de maquetas detalladas, ya que es difícil para algunas personas imaginar espacios y configuraciones tridimensionales. Es importante también incluir muestras de los materiales con dos o tres opciones a utilizar e imágenes del mobiliario y accesorios para que el cliente pueda percibir la idea en una forma global dándole la posibilidad de la elección de los elementos. (ver imagen 2 y 2.1) Fase 3 Proyecto Ejecutivo: En esta fase el nivel de comunicación es 100% técnico; ya que el cliente ha aprobado la propuesta se debe plasmar en planos el proceso de construcción del diseño. (ver imagen 3 y 3.1) Es importante destacar que en el proceso de la fase 2 o de proyección el diseñador debe de conocer el proceso constructivo de cada solución, este es uno de los ejemplos de la flexibilidad del proceso del diseño, ya que debe de ir de la mano la solución técnica a las propuestas formales sobre todo en el sentido de la viabilidad de la ejecución del proyecto, ya que no es bueno mostrarle algo al cliente sin tener la certeza de que esa idea puede ser llevada a la realidad. Por lo tanto, el proyecto ejecutivo se encargará de comunicar a albañiles, azulejeros, pintores, tablarroqueros, herreros, carpinteros, plomeros, electricistas, etc, el proceso, materiales, tamaños, formas, estructuras y sistemas constructivos que se planearon sean los más viables dentro de la ejecución del proyecto. Para poder llevar un orden en la cantidad y clasificación de planos mencionaré el siguiente listado: demolición, arquitectónico, de albañilería, alzados de muros, diseño de piso, diseño de plafón y propuesta de iluminación, mobiliario y accesorios, constructivos de muebles y detalles específicos del espacio, instalaciones (hidráulica, sanitaria, fuerza, comunicación y datos, aire acondicionado, calefacción, circuito cerrado, control de niveles de iluminación, audio y video etc.). El número de planos y la complejidad de estos estará determinada por la dimensión del proyecto y por los requerimientos del cliente. Para esta fase del proceso de diseño es importante conocer la simbología convencional para representar cada uno de los elementos en cada una de las especialidades para que los técnicos puedan entender de forma clara la intensión de su intervención dentro de la propuesta global del proyecto. Ya que esta fase también conlleva un grado específico de especialidad, muchos de los técnicos ofrecen su servicio en la orientación de la realización de los planos y la correcta especificación de instalaciones y materiales a utilizar. Dentro de esta fase debe de generarse también un catalogo de conceptos, donde se especifiquen detalladamente los materiales, mobiliario, y accesorios a utilizar, la finalidad de este documento es la clara cotización del diseño del espacio, hasta el último detalle. Por lo tanto, una de las metas dentro de esta fase del diseño es la noción del costo de la obra, es decir, se realiza un presupuesto detallado de cada una de las partidas que conformará la ejecución del proyecto. Conclusión Esta propuesta de metodología, que se basa en un mapa mental, se deriva de la necesidad de la comunicación gráfica de los diseñadores, donde este esquema global permite al diseñador contemplar como un todo al proyecto de diseño en una forma ordenada y sistemática donde cada uno de los factores que envuelven al diseño se perciben en un solo esquema y por lo tanto su percepción y solución se deriva de todas las conexiones que se dan entre los diversos temas del mapa. Debe destacarse que el trabajo del diseñador no termina aquí, ya que, en muchas ocasiones el diseñador también se encarga de la ejecución de la obra o en su defecto de la supervisión de la misma. Todo con miras a que se ejecute el proyecto como se planeo y que los resultados sean los previstos por diseñador. Bibliografía: BUZAN, Tony: El libro de los mapas mentales. España: Urano, 1996. MUNARI, Bruno: ¿Como nacen los objetos? : apuntes para una metodología proyectual. España: G. Gili, 2006. MUNARI, Bruno: Diseño y comunicación visual: contribución a una metodología didáctica. España: G. Gili, 2002. PLAZOLA CISNEROS, Alfredo: Arquitectura Habitacional. México: Plazola Editores, Limusa, Noriega Editores, 2001 5ta edición NEUFERT, Ernest: Arte de proyectar en arquitectura: fundamentos, normas y prescripciones sobre construccion, dimensiones de edificios, locales y utensilios instalaciones, distribucion y programas de necesidades. México: G. Gili, 1995-2001. 14° edición. NEUFERT, Peter: Casa, vivienda, jardin : el proyecto y la medidas en la construcción. México: G Gili, 2004. CHING, Francis D.K.: Arquitectura : forma, espacio y orden. México: G. Gili, 2002 13° edición. 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