Post date: abril 12, 2013 | Category: Sexta Edición Noviembre 2008
Escrito por Dra .Maria Isabel de Jesus Tellez García
{mos_fb_discuss:18} Resumen. Exposición de los elementos inherentes al planteamiento del diseño escenográfico útiles en el desarrollo de proyectos para teatro de prosa, musical, ópera y zarzuela. Los proyectos escenográficos surgen de necesidades concretas y están encaminados al logro de un objetivo determinado, es decir que todo diseño escenográfico se encuentra sujeto a necesidades y particularidades del teatro a la italiana, en el que va a representarse la obra, ya sea de prosa, musical u ópera. Antes de comenzar el proceso de creación es necesario realizar la lectura de la obra y determinar con exactitud el presupuesto, los materiales y las condiciones del espacio. Francisco Nieva,1 sostiene que la lectura de la obra es el primer paso obligado para el planteamiento de una escenografía. Al escenógrafo le corresponde, en primer lugar leer atentamente la comedia, el drama, la ópera o la revista y en estos últimos casos debe, además escuchar repetidas veces la música y, como resultado inmediato de sus impresiones, esbozar los primeros conceptos plásticos de tipo general, sin cuidarse en exceso de su terminación. De esta serie de esbozos puede, finalmente, escoger la idea que crea más adecuada, cuya consideración ha de someter al director de escena y discutir con él, introduciendo las variaciones y correcciones necesarias de mutuo acuerdo. “… la puesta en escena, está sometida a todas las fluctuaciones del gusto y la inventiva, […] un mismo drama puede hallar las maneras más diversas de realizarse visualmente, de ponerse en escena, según la época y el clima.”2 Presupuesto y objetivos. Es importante conocer los recursos financieros destinados a la producción pues estos, limitarán en gran medida tanto las propuestas creativas como el empleo de ciertos materiales. Por otro lado, los objetivos también proporcionan lineamientos que hay que seguir en el diseño, debemos tener claras las finalidades del trabajo, pues en una escenografía itinerante se deben considerar aspectos que no se tienen en cuenta en una escenografía fija.3 Cuando la información relacionada con los objetivos que se persiguen y el presupuesto está completo, se deben estudiar las características del teatro y conocer sus condiciones generales. “El estudio del escenario es también un trabajo previo a la concepción mental de la escenografía, ya que, normalmente, en función de las particularidades características de cada escenario, en especial en lo que a dimensiones se refiere, se deberán desechar a priori bastantes posibles soluciones. En el estudio de las posibilidades materiales del escenario no solamente ha de tenerse en cuenta la planta, sino también la instalación eléctrica y los diferentes puntos de vista que ofrece desde la sala, lo que puede verse o no verse desde los laterales,” 4 Teatros. Uno de los primeros aspectos es el relacionado con la capacidad de los teatros, ésta varía en relación con su importancia y, sobre todo, por su uso o destino, éstos se pueden agrupar en cuatro categorías: teatros de cámara y ensayo, de 100 a 500 plazas; teatros comerciales, de 500 a 1000 plazas; teatros líricos, de 1000 a 2000 plazas; y se consideran teatros monumentales los que superan las 2000 plazas.5 El interior de cada teatro se compone, de tres zonas; la zona de servicios, en la que se encuentran los despachos de dirección y administración, sala de ensayos, sala de descanso para actores, sastrería, sala de máquinas, almacén, camerinos; la zona pública, conocida como sala, que está formada por la platea o el patio de butacas, los anfiteatros, los palcos, las galerías y el vestíbulo, bar, guardarropa; y la zona de actuación o escenario, que comprende el foso para la orquesta, la cabina de mandos, los locales de preparación de materiales, situados generalmente detrás y debajo de la escena, es la zona de actuación propiamente dicha de los actores, mientras que su parte superior, llamada telar, se usa para colgar los decorados, telones, entre otros elementos.6 “Las medidas para los teatros normales son las siguientes: anchura de la platea 15 m; anchura del escenario 20 m; profundidad del escenario 20-25 m; altura de la sala 15 m; altura del telar 25-30 m; altura de la embocadura del escenario 9-12 m; ancho de la embocadura 12-14 m; altura de los pisos del foso 2,50 m”.7 De acuerdo con Francisco Nieva, el cálculo de las medidas de escenario se realiza a partir de las de su embocadura; la profundidad del escenario debe ser tres veces el ancho de la embocadura, lo cual permite almacenar material y preparar escenas de masas. El telar, es decir, la zona alta del escenario donde maniobran los tramoyistas, debe situarse, por lo menos, a tal altura que permita levantar un panorama rígido 10 m por encima del plano o hueco del escenario, para evitar que se vea desde la sala y permitir una completa libertad en la maniobra de piezas armadas y practicables; esta altura suele ser tres o cuatro veces el alzado de la embocadura.8 Escenarios. La zona de actuación o escena es la parte fundamental del teatro, razón por la cual debe ser mayor que la sala. Nieva considera que la escena de proporciones ideales debería ser tres veces más ancha y dos o tres veces más profunda que la platea. “Las dimensiones de la embocadura varían de acuerdo con su uso, cuando se trata de teatro de prosa suele tener de 8 a 12 m de ancho y de 6 a 10 m de altura; cuando el teatro se dedica a representaciones líricas, las dimensiones suelen ser de 18 a 28 m de ancho y de 10 a 16 m de altura”.9 Para cerrar la escena, suele utilizarse un cortinaje que adorna la embocadura. La parte de escena que queda por fuera de la cortina, a la que se denomina proscenio, tiene una forma ligeramente curvada y su borde externo lleva una batería de luces y la concha del apuntador; en algunos casos existe una segunda concha para permitir la observación directa de la escena al jefe electricista. También suelen colgarse plafones horizontales, cerrando el escenario por la parte superior. El foso de la orquesta está situado inmediatamente debajo del proscenio, a nivel más inferior que el de la sala, para que los músicos no molesten la visión de los espectadores; el podio del director de orquesta está emplazado para que éste pueda ver la acción en el escenario. La dimensión, en anchura, del foso, oscila entre 3 y 7 m y su longitud puede ser igual al ancho de la sala. Telares. A la estructura de apoyo de la que cuelgan los telones se le llama telar, suele ser metálica o de madera, según la antigüedad del teatro. La estructura está formada por viguetas longitudinales, paralelas a la embocadura y separadas de 8 a 10 cm unas de otras, en las que se colocan las poleas, también de hierro o madera, por las que pasan los cables o cuerdas que sostienen los telones pintados, rompientes, bambalinas, aparatos eléctricos, entre otros.10 Todas las piezas colgadas en el telar tienen tres cables o cuerdas para descender o clavar aquellas en cada escena. Se les designa como cuerda corta, central y larga. Cuando no son utilizadas y para evitar que se enreden unas con otras, tienen cada una atadas a sus cabos finales, y como peso una pequeña bolsa con plomos o una de plástico rellena de arena.11 El interior del escenario o escena, está limitado normalmente por salas auxiliares laterales o de fondo, comunicadas directamente con el escenario para la colocación de los elementos del decorado o para los cambios de éste mediante carros. “El plano del escenario o tablado está dividido en cuadrados de 1,50 x 1,50 m aproximadamente, que ocupan la parte central, mientras que las zonas perimetrales son fijas; estos cuadros se llaman escotillones y están hechos de tablas machihembradas y reforzadas transversalmente, que se sostienen sobre viguetas de hierro paralelas a la embocadura, sujetas por pies derechos situados cada 2 ó 2,5 m; quitando alguno de estos escotillones, pueden elevarse desde el foso personas y elementos”.12 En la actualidad algunos teatros se encuentran preparados para realizar de forma mecánica cambios de escena en pocos minutos. Partes del decorado. La planta de distribución de la escena es la disposición sobre el suelo del escenario de las diversas piezas o partes del decorado. Los bastidores de tela van situados a derecha e izquierda del escenario, en varias filas, y se arman sobre un bastidor que lleva una traviesa de cabeza y otra de pie. Las bambalinas son los elementos que enmarcan la embocadura. La primera bambalina, llamada guardamalleta, sirve para resguardar la parte alta del escenario, es fija y puede ser una pieza dura, forrada y pintada o una cortinilla. Por detrás de ella está el telón o telones y, después, el llamado mantón o bambalinón, movible en sentido vertical para aumentar o disminuir la altura de la embocadura; en los laterales van una bambalinas, llamadas previstas, que se pueden abrir o cerrar para variar la anchura de la escena. El fondo o panorama, cuando es curvo se denomina ciclorama, es una gran estructura que sirve de soporte a la tela, situada en el fondo del escenario. Pictóricamente, es el elemento más importante de la escena y puede dar la impresión de gran profundidad ayudándose de la perspectiva. Los telares consisten en unos bastidores de tela o cartón reforzado, dibujados a tamaño natural a partir de otros dibujos más pequeños mediante escalas.13 Las piezas pintadas, conocidas como rompimiento, sólo se arman en su parte superior y van colgadas de cables metálicos invisibles para el público, con la base sujeta al suelo del escenario por grapas y un larguero de madera. Los practicables son elementos reales de la escena construidos de madera, como escaleras, rampas, puentes y construcciones de cualquier forma, por las cuales pueden circular los actores.14 De acuerdo con Francisco Nieva, los principales tipos de telones son: “El telón de hierro: se usa para aislar la sala en caso de incendio y está formado por varios planos plegados que se deslizan sobre guías laterales o por un solo plano. Funciona de manera automática, por electricidad o a mano. El telón a la italiana: se abre por el centro mediante cuerdas cosidas al borde, a una altura de unos metros que, por un sistema de anillas, pasan a la parte superior de la embocadura. El telón a la francesa es una forma mixta entre el italiano y el alemán, ya que para abrirse, funciona en la forma indicada y después se eleva como los telones alemanes. El telón griego: se abre lateralmente mediante una corredera, análoga a la utilizada para cortinajes de ventana. El telón alemán: se levanta verticalmente mediante un tambor colocado en la parte superior”.15 El movimiento del panorama que, en realidad, son dos grandes telones unidos al telar o enrejado superior, puestos a cierta distancia de los muros laterales y del fondo, ocupa todo el fondo del escenario, su traslación en los grandes teatros se realiza eléctricamente y a mano, con cuerdas de ida y vuelta. Puede ser rígido, con materiales sólidos y semirrígidos, con materiales sólidos y telas. Esta gran tela se alza hasta el punto más alto del telar para cubrir la visión del espectador más cercano a la embocadura, sin necesidad de otros elementos. La guía que sostiene la tela suele ser rectangular, con la curva necesaria para el desarrollo del todo el panorama. Vestuario. Un figurín teatral, una vez que esté realizado, será visto de lejos y bajo determinadas luces especiales: “debe ser resuelto sin dar importancia a los detalles, sino únicamente al conjunto y en gamas de colores más fuertes y estridentes que los de uso normal”.16 Por otro lado, para la realización del vestuario operístico debe tenerse en cuenta: el tipo de tela, el peso del traje confeccionado, adaptándolo a las características físicas del cantante, evitar que los trajes sean demasiado ajustados o rígidos al tórax y a la cintura, con el propósito de facilitar su respiración y apoyo, así como el desplazamiento en escena y su relación con los demás personajes. Evadir el empleo de adornos pesados y de poca fijación.17 Como se ha podido apreciar, la escenografía, es un mundo que involucra gran número de elementos que proporcionan al diseñador un sitio a medida para crear un espacio en el cual puede expresar sus ideas tridimensionales de acuerdo a las indicaciones del contenido textual del libreto y la sugerencia de la música en el espacio escénico en el caso de la zarzuela y la ópera. BIBLIOGRAFÍA. APPIA, Adolphe: La música y la puesta en escena. La obra de arte viviente. Madrid: Asociación de Directores de Escena de España, 2000. AZARA, Pedro – GURI, Carles: Arquitectos a escena. Escenografías y montajes de exposición en los 90. Barcelona: Ediciones Gustavo Gili, 2000. BEAULIEU, Michéle: El vestido moderno y contemporáneo. Barcelona: Oikos-tau ediciones, 1987. CIMARRO, Jesús F.: Producción, gestión y distribución del teatro. Madrid: Fundación autor, 1999. DORREGO, Luis: Dirección Escénica. Madrid: La avispa, 1996. ECHARRI, Marisa – SAN MIGUEL, Eva: Vestuario Teatral. Cuadernos de Técnicas Escénicas. Ciudad Real: Ñaque Editora, 2000. EISENSTEIN, Sergei: El montaje escénico. México: Editorial Gaceta, 1994. FERNÁNDEZ, Aurelio J.: Dramatizaciones. Ciudad Real: Ñaque Editora, 1998. FONTANEL, Béatrice – D’HARCOURT, Claire: Los teatros del mundo. Biblioteca Interactiva. Madrid: Ediciones SM, 1994. LÓPEZ DE GUEREÑU, Javier: Decorado y Tramoya. Cuadernos de Técnicas Escénicas. Ciudad Real: Ñaque Editora, 2000. LÓPEZ SÁEZ, José Miguel: Diseño de Iluminación. Madrid: La avispa, 2000. MORENO, Juan Carlos – LINARES, César: Iluminación. Cuadernos de Técnicas Escénicas. Ciudad Real: Ñaque Editora, 2000. NIEVA, Francisco: Tratado de escenografía. Madrid: Editorial Fundamentos. Colección de Arte. 2000. PEÑA CASADO, Rafael: Gestión de la producción. México: CONACULTA, 2002. PORTILLO, Rafael – CASADO, Jesús: Abecedario del teatro. Sevilla: Padilla Libros, 1992. VAN TIEGHEM, Philippe: Técnica del teatro. Buenos Aires: EUDEBA, 1962. WHITING, Frank M.: Introducción al teatro. México: Editorial Diana, 1972. 1 NIEVA, Francisco: Tratado de escenografía. Madrid: Editorial Fundamentos. Colección de Arte, 2000. p. 131. 2 APPIA, Adolphe: La música y la puesta en escena. La obra de arte viviente. Madrid: Asociación de Directores de Escena de España, 2000. p. 88. 3 Para ampliar en relación al tema confróntese: PEÑA CASADO, Rafael: Gestión de la producción. México: CONACULTA, 2002. pp. 21-27. 4 NIEVA, Francisco: Tratado de escenografía…, Op.cit., p. 131. Ibid. p. 117 6 Cfr. VAN TIEGHEM, Philippe: Técnica del teatro. Buenos Aires: EUDEBA, 1962. pp. 30-33. NIEVA, Francisco: Tratado de escenografía…, Op.cit., p. 117. 8 Véase: LÓPEZ DE GUEREÑU, Javier: Decorado y Tramoya. Cuadernos de Técnicas Escénicas. Ciudad Real: Ñaque Editora, 2000. pp. 23-30. NIEVA, Francisco: Tratado de escenografía…, Op.cit., p. 118. Véase: LÓPEZ DE GUEREÑU, Javier: Decorado…, Op.cit., pp. 32-37. Cfr. Ibid. pp. 41-42. 12 NIEVA, Francisco: Tratado de escenografía…, Op.cit., p. 119. 13 Véase: PORTILLO, Rafael – CASADO, Jesús: Abecedario del teatro. Sevilla: Padilla Libros, 1992. p. 185. Véase: LÓPEZ DE GUEREÑU, Javier: Decorado…, Op.cit., pp.103-114, 129-130. 15 NIEVA, Francisco: Tratado de escenografía…, Op.cit., pp. 129, 130. Ibid. p. 148. 17 Véase: ECHARRI, Marisa – SAN MIGUEL, Eva: Vestuario Teatral. Cuadernos de Técnicas Escénicas. Ciudad Real: Ñaque Editora, 2000. pp. 13-17.
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