La Gráfica en la Primera Mitad del Siglo XX en México

Post date: noviembre 03, 2014 | Category: Cuarta Edición Noviembre 2007

Compilación bibliográfica.
Compilado por: MAV. Ma. Eugenia Sánchez Ramos.

Este artículo se basa en el estudio del diseño gráfico, específicamente la gráfica que se realizó en México en la primera mitad del siglo XX, a partir de los artistas-diseñadores de esa época.

El objetivo de esta revisión es presentar las bases gráficas del diseño contemporáneo mexicano y su relación con el movimiento estridentista que hasta ahora no han sido recopiladas, vinculadas ni analizadas, lo cuál es consecuencia de la inexistencia de archivos y la falta de historiadores del diseño gráfico.

Metodológicamente (Garaone,2004) se revisarán personajes importantes de la época, así como otros dos objetos de la narración histórica: los movimientos culturales y vanguardias nacionales e internacionales, así como el diseño editorial.

Los movimientos artísticos y vanguardias internacionales de la primera mitad del siglo XX

Durante la primera mitad del siglo XX, (Garaone,2004) el mundo experimentó profundos cambios en todos los ámbitos. Entre las principales causas se pueden mencionar las movilizaciones populares, la reestructuración de las relaciones laborales de producción debida en parte, a la mecanización y automatización industriales, así como los avances científicos y tecnológicos. Todos estos elementos repercutieron de manera directa en la forma de hacer y ver el arte y el diseño.

La Revolución industrial terminó en 1910, el mismo año que marca el inicio de las revoluciones artísticas. Munich, París, Milán, San Petersburgo y Moscú fueron los centros intelectuales donde partieron las nuevas corrientes artísticas. Mientras la sociedad disfrutaba de su prosperidad sin presentir la cercanía de la guerra mundial, fueron preparándose los movimientos artísticos que sacudirían el arte academicista.

“Los movimientos artísticos desarrollados durante la primera mitad del siglo XX se conocen comúnmente como vanguardias. Éste es un fenómeno relativamente reciente que da inicio en los últimos veinte años del siglo XIX; aunque históricamente se la podría ligar a la innovación, a la necesidad innata del ser humano de inventar objetos, instrumentos e ideas.”1

Esta diversidad de opciones vanguardistas se trasladó al diseño con variados recursos iconográficos que se podían adaptar a las demandas sociales e industriales. Entre los movimientos que tuvieron una influencia directa o indirecta, específica o combinada, sobre el diseño gráfico mexicano podemos mencionar los siguientes: Arts and Crafts, Art Nouveau, Expresionismo, Cubismo, Futurismo, Suprematismo, Constructivismo, Dadaísmo, De Stijl y el Art Deco.

México en los inicios del siglo XX. En los inicios de 1900, México experimentaba una gran apertura internacional y una marcada influencia francesa, debido al deseo del gobierno de Porfirio Díaz de incorporar al país dentro del mundo civilizado. En este contexto, los artistas mexicanos constantemente viajaban a distintos países europeos para adoptar estilos visuales y conocer las vanguardias imperantes en ese momento.

Pero habría que esperar hasta pasada la revolución mexicana (1910-1920) para que con la consolidación del nuevo régimen institucional se sentaran las bases para el resurgimiento de la industria gráfica, en especial la editorial, que fue el principal motor del proyecto educativo nacional. A este proceso contribuyeron varios factores:

  1. 1.El desarrollo de distintas iniciativas que buscaban reconquistar la calidad editorial alcanzada durante el siglo XIX y
  2. 2.La combinación de movimientos artísticos nacionales e internacionales, y de técnicas de impresión que ofreció una amplia gama de recursos iconográficos y lenguajes diversos con los que los artistas-diseñadores podían realizar sus trabajos.

Durante este periodo el diseño estuvo generalmente realizado por artistas que se definían a sí mismos como ornamentadores, proyectadores, maquetistas, tipógrafos, directores de arte o de edición, quienes desarrollaban el arte gráfico aplicado a los medios impresos. La composición de este grupo fue muy diversa: pintores y grabadores, fotógrafos e incluso arquitectos; autodidactas o con formación académica; mexicanos o extranjeros; que laboraban para empresas privadas u oficinas del gobierno.

“Estos personajes trabajaron en diversos medios impresos entre los que resaltan los productos editoriales y el cartel. La importancia de libros, folletos, revistas y carteles se debió al carácter político y propagandístico con que estos soportes fueron usados tanto por el gobierno como por las diversas corrientes de oposición políticas y culturales. La mezcla de estilos y tendencias internacionales con las manifestaciones gráficas posrevolucionarias contribuyeron a la consolidación de una identidad visual sincrética del México moderno.”2

 

La vanguardia mexicana en la primera mitad del siglo XX

Las interconexiones (Garaone,2004) de las vanguardias europeas y las mexicanas y la consecuente aplicación de sus lenguajes visuales al diseño se pueden explicar principalmente por dos vías: la individual y la colectiva. La primera estuvo compuesta por los numerosos artistas mexicanos que durante el siglo XIX y XX estudiaron y visitaron distintas capitales europeas, donde se nutrieron y de las cuales trajeron de regreso al país las influencias vanguardistas, así como por los artistas europeos que trabajaron en México. La vía colectiva, sin embargo, fue de mayor alcance y se dio a través de las diversas exposiciones y muestras de trabajos celebradas en México por esas mismas fechas. Estos intercambios favorecieron varios procesos:

  1. La revalorización de la xilografía, que se debió entre otras cosas a la llegada de Jean Charlot a México. Este artista francés traía unas xilografías, que despertaron gran curiosidad entre los jóvenes artistas mexicanos. A Charlot se debe además la revalorización de la obra gráfica de Posada.
  2. El surgimiento de nuevas galerías, oficiales o privadas, en las que se realizaron exposiciones de todo tipo: arte japonés y europeo, estampa mexicana, cartel mundial y propaganda política, por mencionar algunas.

Los valores artísticos de la escuela gráfica mexicana a la que pertenecieron varios exponentes estridentistas están basados en una concepción que ve en el arte un medio educativo para elevar la conciencia personal y la identidad nacionalista, elementos culturales indispensables para la transición de una sociedad precapitalista rural a un sistema económico de libre mercado, principalmente urbano. Estos valores son el contrapunto de la visión sostenida por el Modernismo (esbozada por autores como Julio Ruelas y los poetas de la Revista Moderna) que ve al arte como un fin en sí mismo, un escape del hastío por la vida, una forma de rechazo de la estética popular y la vulgaridad de la clase gobernante, utilizando para ello el simbolismo cristiano y grecolatino.

“La escuela popular, que cuenta entre sus mejores representantes a José Guadalupe Posada, Jean Charlot, Francisco Díaz de León, Gabriel Fernández Ledesma, influyó en el estilo personal de Leopoldo Méndez, Jesús Escobedo, Alfredo Zalce entre otros. En sus obra, realistas y gráficas en forma, caricaturesca y alegórica en tono, se distingue de inmediato la voluntad de hacerse entender por el pueblo y comunicar el compromiso personal con los ideales populares revolucionarios, esgrimiendo una ideología antiautoritaria y antiimperialista.”3

La gráfica Estridentista

El Estridentismo Irrumpe durante los últimos días del año 1921 con la aparición de una hoja volante que tuvo carácter de manifiesto: la hoja Actual Número 1, firmada por Manuel Maples Arce.

En ésta, se rinde veneración a los futuristas italianos y se propone la siguiente idea como eje de la estética del grupo: hay que desdeñar el pasado tanto como el futuro y mantenerse en «el vértice estupendo del minuto presente». Al igual que los contemporáneos (asociación de tendencia opuesta), los estridentistas eran predominantemente literatos y poetas, a quienes se les sumaron algunos artistas plásticos como el escultor Germán Cueto, el grabador Leopoldo Méndez, el mismo Diego Rivera, los pintores Ramón Alva de la Canal, Fermín Revueltas y Jean Charlot. Todos ellos llegaron a influir radicalmente en la gráfica y en el diseño editorial que es de ejemplar calidad en ese momento. Por lo que respecta a la pintura, cada quien mantenía su estilo particular.

“La gráfica estridentista es de avanzada si se compara con la que produjo más de una década después el Taller de Gráfica Popular, pero en cambio esta última tuvo mayor difusión e incidencia. Se percibe en el Estridentismo una buena asimilación de presupuestos Dadá y futuristas de rasgos provenientes de los dos movimientos expresionistas alemanes El Puente y El jinete Azul (Die Brücke y Der Blaue Reiter). Esta actitud modernizante ya se había atenuado y aún oficializado hacia 1926. En todas formas las técnicas gráficas que los estridentistas emplearon animaron la producción del Taller de Gráfica Popular, fundado en 1937. “4

La historia del arte mexicano de esos años ofrece un sinnúmero de veredas, es cierto, pero la mayoría de ellas fueron transitadas por los mismos protagonistas. En todas formas, la verdad es que tanto el Estridentismo como el grupo ¡30-30! fueron formaciones acordes con las políticas culturales emanadas de la Revolución.

 

Tipografia estridentista

 

Los Estridentistas, experimentaron con teclas hasta entonces intocadas de la máquina de escribir, signos de “+”, “=” y otros tantos, así como con caligramas armados mediante el mismo instrumento. Aunque escasamente difundidos, los poemas y ciertos fragmentos de prosa que contenían estas formas mediante hibridación, queda como ejemplo visible el caligrama incluido en la novela La Señorita Etcétera de 1922, de Arqueles Vela.

Foto: Publicación Irradiador.

Exponentes estridentistas

Como mencioné al inicio, (Garaone,2004) durante este periodo el diseño estuvo generalmente realizado por artistas de muy diversos orígenes y formaciones, y la diferencia principal entre sus trabajos artísticos y los de diseño fueron los soportes utilizados, impresos en su gran mayoría, así como la intención comunicativa de esas obras. Sus trabajos se desarrollaron tanto en el frente artístico al igual que el de diseño por lo que es posible inferir la relación mutua entre un área y otra. Asimismo, en la mayoría de los casos sus trabajos lograron una continuidad temporal y tuvieron una fuerte incidencia en la cultura nacional de esa época. Entre sus filas militaron artistas interdisciplinarios y algunos que trabajaban en uno solo de los campos del arte. Como artistas multidisciplinarios podemos destacar a Germán Cueto, Luis Quintanilla; Poetas: Manuel Maples Arce, Germán List Arzubide, Salvador Gallardo; Artistas visuales: Leopoldo Méndez, Ramón Alva de la Canal, Jean Charlot, Fermín Revueltas y Tina Modotti.

 

Leopoldo Méndez. Pocos artistas han logrado captar y expresar la esencia de nuestro México profundo en imágenes tan directas, vehementes y sobrecogedoras como las de Leopoldo Méndez.

Foto: gráfica de Leopoldo Méndez

Imágenes apasionadas que abarcan de la épica a la metáfora poética y de la denuncia a la sátira (Haro, 2002); estampas monumentales por la sencillez de su concepción, por lo diáfano de su mensaje, y reveladoras del corazón de un artista que amó a su pueblo y luchó sin tregua por la construcción de una sociedad más justa.

“Considerado el heredero directo de la tradición de José Guadalupe Posada, Méndez fue el cronista gráfico de su época que consiguió plasmar, como ninguno de sus contemporáneos, las tribulaciones y el sufrimiento de las clases marginadas. Fue parte medular del grupo de creadores progresistas que, con una visión revolucionaria de la estética y de la vida social, se alejaron del «arte por el arte» para concentrarse en el rescate de los valores culturales nacionales y en la dignificación del pueblo mexicano.5 ”Nació en la Ciudad de México el 30 de junio de 1902, hijo de un modesto zapatero y una campesina.

 

Pablo O´Higgins. Larga es la lista que enumera sus cualidades personales: dibujante, grabador -litógrafo por excelencia-, pintor, muralista, docente. Pablo O’Higgins, decidió adoptar a México como su lugar de residencia definitiva y perteneció a una generación de intelectuales convencidos de que el arte debía de tener una función social.

Alfredo Zalce «Bodegón» Acrilic/Masonite (izquierda, El mercado (derecha) 1934

 

Alfredo Zalce. En el caballete y la ilustración, los estridentistas Manuel Maples Arce y Ramón Alva de la Canal traducen con planos simultáneos la percepción fragmentaria y el culto a la velocidad, asimilando recursos formales de los encuadres fotográficos y del lenguaje publicitario.

En cuanto a las formas plásticas que derivaron del estridentismo, estuvieron marcadas por novedosos rasgos y conceptos que, de manera ejemplar, innovaron el arte del momento. Su influjo se vio reflejado en la obra de los pintores y escultores que convivieron con el grupo. Formas cubo-futuristas y constructivistas, acompañaron las ilustraciones de los textos estridentistas.

El Rufino Tamayo temprano hace discretas referencias al impacto de la innovación tecnológica en sus melancólicos paisajes de los años 1930. Y, bien entrada la década siguiente, Juan O’Gorman y Alfredo Zalce describen a su vez los nuevos perfiles arquitectónicos y sociales de una urbe en expansión desordenada.”6

German Cueto. Germán Cueto (1893-1975) se dio a conocer como escultor estridentista, movimiento de poetas y artistas que pugnaba por cambiar el arte, la literatura y la sociedad después de la Revolución.

Una de las obras de Germán Cueto (1893-1975) Cortesía Museo Federico Silva, Máscara II (1924) Cartón pintado, fierro y plástico centro.

 

Tras un breve paso por la Academia de Bellas Artes, Cueto se incorporó en 1921 al movimiento estridentista, un proyecto utópico de orientación vanguardista inspirado en el futurismo italiano. Es por entonces que inicia lo que convertirá en una constante en su obra: la creación de máscaras. “La escultura se reduce en esta época a temas que aluden a la nación, la libertad, el trabajo, etc. Como respuesta, muchos artistas se adhieren al movimiento estridentista, rechazando los valores tradicionales y religiosos convencionales”.7

 

El arte y la ciudad. Una visión estridentista.

Foto: La Ciudad de méxico, Juan O’Gorman

El estridentismo también tuvo una propuesta arquitectónica con su singular Estridentópolis, la ciudad de la modernidad, ubicada en Xalapa, Veracruz, donde el general Heriberto Jara otorgó a los artistas la libertad y dinamismo que tanto solicitaban. Había que renovarlo todo, remodelar la metrópoli, iniciar todo desde los cimientos, construir edificaciones acordes con el pensamiento de vanguardia. Los cuadros Estación de radio y Edificio Estridentista de Ramón Alva de la Canal, con sus líneas ascendentes, sus perfiles marcados, sus triángulos y diagonales, así como su cosmopolitismo implícito, fungen como paradigmas de esta utópica urbe que se eleva a las alturas. En el mundo de las artes plásticas hay muchas obras que tienen como tema la ciudad, pero muy pocas muestran un retrato fiel del paisaje urbano. Cada artista expresa de una manera distinta su percepción de la vida y arquitectura citadina. En el arte, la ciudad, más que un espacio social, es un símbolo que transmite ideas.

Estas obras fueron realizadas (Montellano, 2005) en las primeras décadas del siglo XX, cuando algunas metrópolis (como la ciudad de México o Nueva York) crecían en población y se elevaban hacia el cielo, pues se construían los primeros rascacielos. Entonces la ciudad se entendía en sentidos contrapuestos: se le veía positivamente como un símbolo de modernidad, progreso y civilización; o bien se le concebía negativamente, como lugar de inhumanidad y alienación del ser humano. Asimismo, las ciudades fascinaron a muchos artistas interesados en explorar las formas plásticas que crean la arquitectura y la vida urbana.

Foto: Ramón Alva de la Canal, «Edificio estridentista» Auguste Macke, luz y color.

“Algunos artistas estridentistas crearon imágenes utópicas de ciudades a partir de la imaginación, como Ramón Alva de la Canal, Max Ernst o Juan O’Gorman. Alva de la Canal, por ejemplo, hizo estas imágenes de ciudad ultramoderna en los años veintes del siglo XX, cuando la ciudad de México era una pequeña urbe con unos cuantos millones de habitantes y con edificios de poca altura (el primer rascacielos mexicano data de 1929).” 8

En los grabados de Alva de la Canal (Montellano, 2005), se resalta la perfección geométrica de la arquitectura urbana, muestra positivamente a la ciudad, como el lugar donde el ser humano alcanza su máximo desarrollo, a partir de los adelantos tecnológicos y sin nostalgia por una relación cercana con la naturaleza.

El paisaje urbano (Montellano, 2005) también brinda el pretexto artístico a quienes buscan formas estéticamente interesantes en el mundo que les rodea. La geometría de los inmuebles, los cables de la luz, los cilindros de las chimeneas de las fábricas, los matices de los tejados, etcétera. El pintor expresionista alemán Auguste Macke, por ejemplo, encontró en la ciudad como un gran tapiz de geometrías y colores en donde el asunto relevante de la obra no es de signo social, sino la combinación entre forma, luz y color. En otro ejemplo, el artista mexicano Fermín Revueltas se interesó por el juego de formas de los cables de luz en relación con los tinacos de las azoteas en la ciudad de México. Estos dos elementos (cables y tinacos) que ahora nos parecen que atribuyen una mala imagen a la ciudad fueron vistos por Revueltas en su desnudez estética y por ello los eligió como tema de expresión artística.

 

Conclusiones

Fermín Revueltas. Andamios exteriores

En los trabajos presentados se puede observar la fuerza con la que se interrelacionaron las vanguardias artísticas europeas y mexicanas, la manera cómo permearon tanto los idearios como los códigos gráficos europeos en la realidad de México y cómo se fusionaron con las manifestaciones locales para constituir un lenguaje visual nacional. Desde el punto de vista de los momentos históricos relevantes para el diseño gráfico mexicano se pueden mencionar los siguientes hitos:

  • El periodo posrevolucionario (1920-1924), en el que se desarrolló el trabajo de la SEP y el del Movimiento Muralista Mexicano,
  • El gobierno de corte popular de Lázaro Cárdenas (1934-1940), durante el cual se desarrollaron movimientos sociales y artísticos de vanguardia (la Liga de Artistas y Escritores Revolucionarios y el Taller de Gráfica Popular),
  • El exilio de intelectuales españoles a causa de la Guerra Civil Española, desde 1936, que enriqueció la labor editorial mexicana.

Por lo anterior es posible hablar de dos grandes grupos productores y consumidores de diseño gráfico: el gobierno y las empresas privadas. En relación con el perfil profesional en esa época, el artista-diseñador estaba comprometido con su trabajo; no hacía diferencia entre militancia y trabajo, de hecho trabajar era militar políticamente y tampoco había una clara barrera entre el trabajo artístico y el diseño propiamente dicho.

En cuanto al movimiento estridentista, que aunque no ha sido difundido con la misma intensidad que el Taller de la Gráfica Popular o el LEAR, es sin duda un antecedente histórico que se debe de revisar para entender como evolucionó el diseño gráfico en México, y como se convirtió en una herramienta para difundir los problemas políticos y sociales de una sociedad hambrienta de democracia y equidad social.

La carencia de esta historia mexicana ha afectado de manera significativa tanto en el nivel escolar como en el profesional, y también afecta al reconocimiento exterior de nuestras manifestaciones gráficas autóctonas. En términos de oportunidad, sin demeritar los esfuerzos interdisciplinarios que se hayan venido realizando, el diseño gráfico exige que los de que los diseñadores ocupemos los espacios que hasta ahora sólo han sido parcialmente cubiertos por los historiadores del arte, los cuales no comparten esta disciplina.

Actualmente en México aún no se considera seriamente que la historia del diseño tenga autonomía o importancia suficientes para generar investigaciones serias, a la par de áreas como materiales, procesos o ergonomía, porque los frutos de ésta no reditúan inmediatamente.

 

BIBLIOGRAFÍA

Corte Velasco, Clemencia. “La poética estridentismo ante la crítica”. Edit. Trillas, México, DF, 2001.

Flores, Mauricio. “De las artes gráficas al estridentismo, recorrido que ofrece tierra adentro”. Num. 91. México, DF. 2002.

Gómez Haro, Germaine.”Desde la trinchera del humanismo”. La Jornada semanal., domingo 18 de agosto del 2002. núm. 389.

Gravier Garone, Marina. “Notas para una historia contemporánea del diseño gráfico en México”. UNAM. México, DF, 2004.

Megss, Philip B. “Historia del Diseño Gráfico”. Edit. Mac GrawHill. Barcelona, 2001.

Müller-Brockmann, Josef. “Historia de la comunicación visual”. Edit. GG, Barcelona, España, 2001.

Poniatowska, Elena. Centenario de Leopoldo Méndez/ III y última. La jornada semanal. México D.F. Sábado 25 de mayo de 2002.

Ramón Bustos, Luis. “Maples, el jefe de la tribu estridentista”. Revista Etcétera. México, DF. 2002.

Springer, José Manuel. “Jesús Escobedo. El Dibujante”. Gaceta, UNAM, México, DF., 2004.

 

1Müller-Brockmann, Josef. “Historia de la comunicación visual”. Edit. GG, Barcelona, España, 2001,

2Gravier Garone, Marina. “Notas para una historia contemporánea del diseño gráfico en México”. UNAM. México, DF, 2004

3Springer, José Manuel. “Jesús Escobedo. El Dibujante”. Gaceta, UNAM, México, DF., 2004.

4Corte Velasco, Clemencia. La poética estridentismo ante la crítica”. Edit. Trillas, México, DF, 2001.

5Gómez Haro, Germaine.”Desde la trinchera del humanismo”. La Jornada semanal., domingo 18 de agosto del 2002. núm. 389

6Flores, Mauricio. “De las artes gráficas al estridentismo, recorrido que ofrece tierra adentro”. Num. 91. México, DF. 2002

7Ramón Bustos, Luis. Maples, el jefe de la tribu estridentista”. Revista Etcétera. México, DF. 2002

8Corte Velasco, Clemencia. “La poética estridentismo ante la crítica”. Edit. Trillas, México, DF, 2001.